
Estos relatos se refieren a los pormenores del asesinato a balazos de Juan Bosco Rosillo de 20 años, de la Ciudad de México; y de César Fernando Calvillo de 21 años, de la Ciudad de Aguascalientes, los “Mártires del Cubilete”, por enemigos de Dios y de la Iglesia. El lugar del suceso fue a las faldas del Cerro del Cubilete, que se encuentra en el Centro Geográfico de la Nación Mexicana, donde se localiza arriba del cerro el Santuario de Cristo Rey; esto sucedió el sábado 22 de noviembre de 1975, el día anterior a la Festividad de Cristo Rey.
Se llevaba a cabo ese día la 2ª Marcha Nacional Juvenil al Santuario de Cristo Rey en el Cubilete, como un homenaje de la Juventud Mexicana a Cristo Rey y para celebrar el 50 Aniversario de la Institución de la Festividad de Cristo Rey por el Papa Pío XI con su Encíclica Quas Primas del 11 de diciembre de 1925. Esta Marcha la había convocado y organizado la ACJM (Asociación Católica de la Juventud Mexicana), de la cual formaban parte de su directiva tanto Juan Bosco como César Fernando.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLlegaron cerca de 30 mil jóvenes de todo el País con un gran entusiasmo y piedad cristiana a esta 2ª Marcha y dando un impresionante testimonio cristiano y de fidelidad a la Iglesia y al Papa Paulo VI (ahora Santo). Ya durante la 1ª Marcha, que fue un año antes con la asistencia de 20 mil jóvenes, el Comité Nacional de la ACJM a nombre de los miles de jóvenes participantes, había mandado una carta al Papa Paulo VI en que le mostraban su fidelidad, a lo que el Papa contestó con su Bendición Apostólica.
Muy temprano de ese día, apenas amanecía, subimos al Santuario algunos integrantes del Comité Nacional de la ACJM para iniciar los preparativos del evento, y ante la imagen de Cristo Rey y la soledad y el silencio que nos rodeaba, Juan Bosco dijo: “Qué padre sería morir a los pies de Cristo Rey”, frase que nos impresionó.
Bajamos a Aguas Buenas (unos 14 kilómetros) a instalar la mesa de registros, Juan Bosco y yo. Como a las 10 de la mañana, cuando empezaban a subir algunos contingentes juveniles llegó un auto con placas de Texas en donde iban cuatro sujetos, los cuales se detuvieron cuando un integrante de la Comisión de Orden les tomó una foto, lo metieron al carro y ya se lo llevaban, por lo que los de la Comisión de Orden que yo coordinaba, rodeamos el vehículo y empezamos a gritar: ¡ACJM!¡ACJM! Inesperadamente uno de los sujetos se subió al techo del carro y desenfundando una pistola dio dos tiros al aire diciendo: todos quietos; les pedimos como respuesta que soltaran a nuestro amigo y así sucedió; los sujetos se identificaron como policías militares diciendo que sólo querían ver de qué se trataba la Marcha y se fueron.
Estuvo presente en ese momento el Padre Rutilio Ramos, Asistente Eclesiástico de la ACJM, y que fue un testigo importante ante el Episcopado Mexicano y las autoridades civiles.
Como a las 12 del día, Juan Bosco fue a la mesa de registros a decirme que se iba a Silao a traer las rosas de plata a Silao (como a 5 kilómetros) que ahí se habían quedado. Estas rosas eran un obsequio que las autoridades religiosas de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México mandaban al Santuario de Cristo Rey, a través de la ACJM con motivo de la Marcha Juvenil, y que salió una semana antes, después de ser bendecidas y con una solemne Misa, y que sería llevada junto con una antorcha y la Bandera de la ACJM, en carrera de relevos hasta el Cubilete.
A Juan Bosco lo acompañaban César Fernando e Isaac Balderas; se iban en un carro que habíamos rentado una semana antes en la Ciudad de México. Al despedirse Juan Bosco dijo: “Hoy es el día más feliz de mi vida”.
A los 20 minutos regresó Isaac a la mesa de registros a decirme que los habían detenido unos sujetos en el atajo que habían tomado, pues el camino principal estaba lleno de camiones, y unos pobladores les indicaron que por ahí podían llegar a Silao. Agregó Isaac que Juan Bosco les pedía de buena manera que los dejaran pasar, y los otros contestaron que los iban a matar, gritándoles papólatras. Ante esto, Isaac se bajó del carro y se fue corriendo por el lecho de un arroyo seco; le tiraron algunos balazos que no acertaron, gracias a Dios.
Algunos muchachos de la comisión de orden y otros de primeros auxilios fueron corriendo al lugar que indicó Isaac, mientras que yo le preguntaba acerca de los agresores y señaló a un grupo de 6 a 8 sujetos armados que venían como a 50 metros de la mesa de registros, por lo cual 6 muchachos de la comisión de orden los fueron a interceptar, hubo algunas discusiones e intentos de agresión por ambas partes pero los sujetos se fueron corriendo, gracias a Dios y a la valentía y arrojo de nuestros compañeros.
Los muchachos de orden que fueron a ver a Juan Bosco y César Fernando regresaron antes del suceso anterior y nos dijeron que ellos ya habían muerto. En ese momento llegó Fernando Zepeda del Comité Central de la ACJM con un Sacerdote; pero ya sólo les pudo mandar una bendición desde lejos ante otra posible agresión.
Poco después llegaron a verme un grupo de cuatro muchachas muy espantadas porque les habían quitado su carro unos sujetos que iban corriendo por el camino entre Aguas Buenas y la carretera a Silao. 20 minutos después llegó la policía de Silao a la mesa de registros para pasar al lugar de los hechos y al mismo tiempo para interrogarnos, no hubo detenidos.
La Marcha Juvenil continuó, los contingentes de jóvenes no se dieron cuenta del suceso. Se informó a los Señores Obispos del acontecimiento; y a las 7 de la noche, como estaba programado, se celebró la Santa Misa en el Santuario de Cristo Rey, con gran fervor de todos los asistentes.
El Señor Obispo Rafael Muñoz ofició la Misa, acompañado del Señor Obispo Fidel Cortés y varios Sacerdotes. En su homilía Mons. Muñoz explicó el significado de la Fiesta de Cristo Rey y del Reino de Cristo, y exhortó a los jóvenes a vivir en la justicia sin caer en la tentación de la violencia; y al final dijo: “Hoy la Juventud ha venido a ofrecer a Cristo Rey lo mejor de sus dones”, y agregó ante la bandera de la ACJM que estaba a los pies del altar: “El rojo de la bandera de la ACJM es hoy más brillante por la sangre de sus mártires.” Posteriormente, en una carta dirigida al Asistente Eclesiástico y al Presidente de la ACJM el 8 de diciembre de 1975, el mismo Sr. Obispo Rafael Muñoz, como Presidente de la Comisión Episcopal para el Apostolado de los Laicos, expresó: “Puede la ACJM añadir dos nombres más a la lista de sus mártires”.
Al final de la Misa se dio el aviso de que por causas de fuerza mayor se retiraran todos los jóvenes a su Ciudad de origen, sin pernoctar en el Santuario o en el Cerro del Cubilete.
El Papa Paulo VI mandó sus condolencias, en una carta dirigida al padre de Juan Bosco el 18 de diciembre de ese año, a través de la Delegación Apostólica en México. También varios Obispos de México mandaron a las dos familias sus condolencias, manifestando sus mejores deseos en esos momentos difíciles.
Este año 2025 se cumple el 50 aniversario de estos acontecimientos, y el Movimiento Dejar Huella que coordina las actividades de la promoción de los Mártires del Cubilete, ha preparado varios eventos, algunos ya realizados, siendo el principal de ellos la Santa Misa que se celebrará, primero Dios, el 22 de noviembre de este año a las 12 horas en el Santuario de Cristo Rey en el Cubilete, que oficiará El Sr. Arzobispo Jaime Calderón, titular de la Arquidiócesis de León, que es donde se llevará a cabo el proceso de Beatificación de Juan Bosco y César Fernando, el cual se inició el 18 de diciembre del 2024, con la bendición y aprobación del mismo Sr. Arzobispo Jaime Calderón en una entrevista que tuvo con él una delegación del Movimiento Dejar Huella encabezada por la Arquitecta Fabiola López .
Los integrantes del Movimiento Dejar Huella nos sentimos felices de estar llevando a cabo los trámites iniciales de este proceso de Beatificación y de estar ya en la conmemoración del 50 aniversario luctuoso de nuestros amigos mártires, después de un trienio de preparación desde el 2022 con publicaciones de libros, folletos, trípticos, documentales y de estar presentes en las redes sociales. También estamos presentes en las actividades del Año Santo Jubilar y del Centenario de la Festividad de Cristo Rey, con nuestra participación en la Nueva Evangelización. “¡VIVA CRSTO REY!”
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