Cayetana Álvarez de Toledo ha concedido una entrevista al diario El País, que ha conducido Javier Casqueiro. Los medios de comunicación que han replicado sus respuestas han titulado por la urgencia: la destitución de Gabriel Elorriaga, su enfrentamiento con un García Egea, su probable destitución como portavoz del Grupo Popular en el Congreso.
Reconozco mi perplejidad ante la decisión de Pablo Casado de optar en el Congreso por una comunicación silente. ¡Con un gobierno radical, dispuesto a hacer saltar la Constitución por los aires! ¡Liderado por un hombre con menos ideas que un maniquí, y escoltado por el pequeño Lenin español! ¡Y en uno de los pocos lugares en los que su formación puede hablar con libertad!
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraCon todo, lo más interesante de la entrevista es cuando Álvarez de Toledo responde a Casqueiro sobre si el Partido Popular es todavía útil a la sociedad española: «Sí. Y lo será aún más cuando construyamos la alternativa que España necesita, que no podrá articularse mediante la contemporización con los nacionalistas. Hay un terreno nuevo y fértil para un partido que defiende la libertad y la igualdad: el de la batalla cultural. Cada vez son más las voces de la socialdemocracia, progresistas, ilustradas y modernas que se alzan contra la espiral identitaria. Que rechazan la deriva reaccionaria emprendida por las élites de izquierdas a finales de los sesenta y que hoy se expresa mediante la discriminación, la intolerancia, lo que ahora llaman cancelación. El PP tiene que ensancharse a esas voces y liderar el gran espacio español de la razón».
«Estamos sufriendo un gran ataque a nuestras libertades que va más allá de la división izquierda-derecha»
Casqueiro viene de preguntarle a Álvarez de Toledo por qué no se atreve a ser crítica con Vox, ella, que es quien con más fundamento ha zaherido a la formación de Santiago Abascal. De modo que debió de sorprenderle que la diputada haya dicho que el Partido Popular ha de abrirse a una corriente de opinión progresista. Pero los despistes, o la falta de profesionalidad, de los periodistas, no nos interesan en este momento. Lo urgente es entender de qué habla Cayetana Álvarez de Toledo.
Estamos sufriendo un gran ataque a nuestras libertades que va más allá de la división izquierda-derecha. Consiste en ocultar al individuo, despojarlo de su complejidad, que lo hace único y digno, para incluirlo en una amalgama de identidades que son objeto de mercadeo político. La política identitaria le roba al individuo su autonomía, su libertad.
No es de extrañar que se abracen a ella lo peor de la política actual, el feminismo de tercera ola, el nacionalismo de cualquier edad, el nuevo racismo y demás despojos del pensamiento. Estos movimientos socavan los ideales de igualdad y de libertad en los que se pueden encontrar una parte de la población española. Entiendo la querencia de Álvarez de Toledo por que su partido sea quien tome la iniciativa al respecto.
«Vox tiene la inmensa ventaja, sobre el resto de partidos, de colocarse fuera de los lindes de la corrección política»
Pero yo no veo a Pablo Casado liderando ese empeño. Está en la estrategia de esperar para heredar el poder. Sólo que para cuando llegue el momento, puede que no sea el Gobierno de España lo que herede. Ciudadanos lo tuvo todo para hacer esa labor, y lo ha hecho todo para desperdiciarla.
Vox tiene la inmensa ventaja, sobre el resto de partidos, de colocarse fuera de los lindes de la corrección política. Pero asume un discurso tan identitario como el de la izquierda. La política siempre nos defrauda. Por eso tenemos que seguir defendiendo la libertad desde los medios de comunicación.