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La Cumbre de la Mentira

No tenía pensado escribir más columnas sobre la Cumbre del Clima, pero los carros de mentiras que han pronunciado los asistentes y emitido por los medios de comunicación, que publicaban suplementos pagados por empresas contaminantes, me han disuadido de ello.

Porque la mentira, si callamos ante ella, construirá una sociedad peor y manipulada, en la que los mentirosos y quienes les pagan se convertirán en los amos. Y llegará un momento en que oponerse a las mentiras difundidas por el Poder serán considerados ‘enemigos del pueblo’ o ‘enemigos de la humanidad’. Ya hemos visto la fuerza que han adquirido las mentiras generadas por la ‘memoria histórica’, como los ‘niños robados’ o el sonsonete de que “España es el país del mundo con más desaparecidos después de Camboya”.

La pobre Greta Thunberg está tan abducida que ya vive en una realidad paralela, como buena súbdita del Imperio Progre. Según ella, “los políticos intentan silenciarnos de forma desesperada, pero vamos a seguir avanzando”.

Y lo afirma impertérrita una niña (si los MENAS son niños, ahora para la izquierda, lo mismo se puede decir de Greta, ¿no?) que ha sido recibida por el secretario general de la ONU, por Barack Obama y por los plutócratas del Foro de Davos. Una niña, además, cuyas palabras y lágrimas y cuyo rostro se graban y retransmiten a todo el mundo. Quienes hemos organizado actos, presentaciones de libros y manifestaciones sabemos lo que cuesta que los medios de comunicación te presten atención, y Greta lo ha conseguido con sus pancartas de cartón y sus coletas. Menuda casualidad, ¿a que sí?

La manifestación del sábado 6, llamada Marcha del Clima, fue un fracaso inocultable. Pese a la implicación de la ‘Prensa de Kalidá’, el bombardeo mediático de las televisiones y la presencia de miembros del ‘star system’, como Javier Bardem, no acudieron ni 15.000 personas, según la Policía del Ministerio de Interior. Parece que los asistentes y los activistas estaban en otros lugares. Sin embargo, la desdichada Greta afirmó que hubo 500.000 personas, cuando lo cierto es que esa tarde pudo haber más gente en el Primark de Gran Vía. Hasta El País tuvo que reconocer el chasco, aunque trató de elevar el número a 25.000.

Entre los artículos alarmistas publicados estos días, recupero uno de ElDiario.es, el digital de Ignacio Escolar, en el cual se titulaba que “La destrucción masiva de bosques lastra los esfuerzos globales para contener la crisis climática”. Otra vuelta de tornillo a la consigna de “¡Vamos a morir todos!”.

Y lo cierto es que a principios de este año se supo que la Tierra es más verde que hace veinte años, tal como contamos aquí, que en Actuall damos noticias de verdad, no propaganda. No, el mundo no se está desertizando. A cada español le tocan unos 400 árboles de los que crecen en nuestro país.

En la cumbre, los activistas y algunos políticos han arremetido contra el capitalismo (y también contra el colonialismo) como victimario del Planeta. Un ministro venezolano lo espetó, cuando su Gobierno, tan socialista él, se despreocupa completamente del medio ambiente. Hace tiempo, los chavistas trataron de criminalizar el ‘fracking’, porque con esta técnica de extracción Estados Unidos y Canadá no necesitan el petróleo venezolano, que, encima, al ser más pesado, es más contaminante.

Unos ‘oenegeros’ asaltaron una tienda de Zara en la Gran Vía, ¿quizás porque Inditex no es uno de los financiadores de la Cumbre del Clima?

Para no alargarme en los argumentos para refutar esta mentira, únicamente alegaré que China, dictadura comunista, es el origen del 30% de todas las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, el doble que Estados Unidos.

Los activistas de la asociación Extinción Rebelión asaltaron en la Gran Vía una tienda de Zara, pero no al Primark ni al Corte Inglés de Sol, que también están ahí al lado. ¿Por qué fueron a un comercio de ropa cuando en Madrid tienen las sedes de empresas mucho más contaminantes, como Abertis (autopistas), Iberia, Acciona y Endesa? Porque, querido lector, si se fija en los patrocinadores de la COP25 aparecen estas empresas, junto a varios bancos. Uno acaba pensando que si pagas a ciertas ONG y lobbies recibes protección.

El ser humano más contaminante es Bill Gates, debido a su uso de jets privados. Pero el Poder quiere restringir los vuelos a la gente pobre

Uno de los debates de la Cumbre ha girado en torno al turismo y a los viajes en avión. El sector debe reinventarse, dicen. Los Gobiernos francés y alemán han anunciado que van a poner impuestos a los viajeros que salgan de sus países en avió. O sea, viajar será más caro para los que van en turista. En cambio, los individuos que más CO2 producen (le repito, amigo lector, que el CO2 es un gas imprescindible para la vida, ya que sin él las plantas no podrían generar oxígeno) son el multimillonario Bill Gates, las actrices Emma Watson y Jennifer López y la no sé bien qué Paris Hilton. En 2017, el salvamundos Gates emitió, debido a sus viajes, más de 1.600 toneladas de CO2. Y estos hipócritas nos sermonean para que cambiemos nuestro modo de vida.

¿Por qué la ONU no propone a los Gobierno prohibir los jets privados? ¡Que sus usuarios viajen con la plebe! Su amor a la Humanidad y al Planeta les compensará por los retrasos, los sudores y los empujones. Hasta que no vea en las colas de Barajas a Sánchez y Bardem no me creeré nada. Para mí, que los ricos quieren despejar los aeropuertos de intrusos molestos

¿Qué hay detrás de esta montaña de mentiras? Dinero, sí, pero no sólo. Uno de los actos de la Cumbre del Clima, dedicado por jóvenes seguidores de Greta concluyó con todos ellos (menos la niña, a la que probablemente aconsejó su gabinete de comunicación que tuviera las manos pegadas al cuerpo) con los puños en alto. La izquierda está librando la guerra cultural y la está ganando.

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