Aldeas Infantiles SOS ha presentado el informe ‘Educación en valores frente al acoso en la escuela’, un análisis de la presencia de la violencia en los centros educativos de nuestro país y de la importancia de la educación en valores para prevenirla.
«El acoso en la escuela se repite en el tiempo, se realiza de forma intencionada y consiste en emplear la violencia física o psicológica contra un alumno por parte de otro o de otros, aprovechando una situación de superioridad frente a la posición de vulnerabilidad de la víctima de su acoso», así comienza el informe elaborado por Aldeas.
Define el concepto de acoso con el fin de diferenciarlo de otro tipo de conflictos para después hacer un recorrido analítico por los distintos tipos de acoso entre iguales, la forma en que lo afrontan los centros educativos, cuál es el papel de los equipos de mediación, qué legislación y protocolos existen, así como las cifras que manejamos y, sobre todo, aquellas de las que carecemos cuando hablamos de violencia en las aulas.
Los datos de acoso en españa varían dependiendo de la fuente y oscilan entre un 3,8% y un 10%
En España no existe consenso en cuanto a la cifra de alumnos afectados por el acoso en la escuela. Los datos varían dependiendo de la fuente y oscilan entre un 3,8% y un 10%. En lo que sí hay acuerdo es en que esta cifra ha ido en aumento en los últimos diez años a un ritmo de un 20-22% anual, una situación a la que contribuye un mayor número de casos declarados, que obedece a la sensibilización del alumnado, de las familias y de los centros, así como a un interés creciente de no ocultar y sí poner freno a estos actos que, además de causar un daño incalculable a las víctimas, fracturan la convivencia.
En el mundo, uno de cada cinco niños sufre acoso en la escuela cada año, según la UNESCO. Ante esta realidad, uno de los puntos clave a tener en cuenta es la prevención. «Desde nuestra experiencia en la protección de niños en situación de vulnerabilidad, hemos constatado que la solución no pasa únicamente por actuar cuando se produce el fenómeno, sino que hay que trabajar en la prevención apostando por una educación en valores fundamentada en la defensa de los derechos de la infancia», sostiene el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig.
En el mundo, uno de cada cinco niños sufre acoso en la escuela cada año, según la UNESCO
Aldeas Infantiles SOS lleva veinte años acercando los valores al entorno escolar a través de sus programas educativos. Con ellos, se promueve la reflexión y el diálogo sobre valores entre los alumnos, los profesores y las familias, con el objetivo último de forjar mejores personas y ciudadanos más responsables. Se trata, en suma, de aportar a los niños recursos emocionales y relacionales para que descarten la violencia en sus acciones.
Con el fin de este curso 2017-2018, Aldeas cierra la vigésima edición de sus programas educativos «Abraza tus valores», destinado a niños de Infantil y Primaria (de 4 a 12 años) y «Párate a pensar», dirigido a alumnos de Secundaria (de 12 a 16 años). En ellos, 350.000 alumnos de 3.500 centros de enseñanza han trabajado en las aulas el valor de la confianza para prevenir la violencia y el aislamiento infantil, así como favorecer la autoestima de niños y adolescentes.
«Confiar construye nuestro carácter y nos hace sentir que formamos parte de algo mayor: nuestra familia, nuestro colegio y nuestra sociedad»
«No es posible crecer sin confianza: en uno mismo, en los demás y en el mundo en el que vivimos. Confiar construye nuestro carácter y nos hace sentir que formamos parte de algo mayor: nuestra familia, nuestro colegio y nuestra sociedad», explica el presidente de Aldeas.
Cuando un niño confía en sí mismo, tiene la autoestima más alta y esto le convierte en un blanco más difícil ante un caso de acoso. A su vez, cuando un niño o un adolescente confía en su familia, en sus amigos y en la escuela, le será más fácil verbalizar este tipo de abusos. Por último, si el acosado confía en la sociedad y percibe que el entorno le es favorable, podrá denunciar el maltrato con más facilidad.
Aldeas Infantiles SOS, presente en España desde 1967, es una organización internacional, privada, de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política. El Rey don Felipe de Borbón ostenta su Presidencia de Honor. Se fundó en 1949 en Imst (Austria) y hoy está presente en 135 países. En 2016 fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Aldeas trabaja para fortalecer a las familias vulnerables para que puedan tener adecuadamente a sus hijos
Su misión es atender a niños y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, impulsando su desarrollo y autonomía mediante el acogimiento en entornos familiares protectores y el fortalecimiento de sus redes familiares, sociales y comunitarias.
Trabaja para fortalecer a las familias vulnerables, de modo que puedan atender adecuadamente a sus hijos; protege a los niños que se han visto privados del cuidado parental, a los que brinda un entorno familiar protector en el que puedan crecer sintiéndose queridos y respetados, y acompaña a los jóvenes en su proceso de maduración e independencia.
Los escalofriantes datos
La ‘Encuesta Anual de Adolescentes’ que incluye el informe saca a la luz que un 17% de los adolescentes participantes dice haberse tenido que enfrentar como víctima al acoso. Además, otro 20% dice haber sido testigo en un amigo cercano. Sólo un 54,4% afirma que no ha vivido una situación similar.
Esta elevada cifra de alumnos que se han sentido acosados contrasta con su percepción sobre cuántos adolescentes en su clase han vivido el acoso, puesto que el 80% de chicos afirma que son pocos o ninguno en su clase. Si se calcula el 17% de alumnos en un aula, entonces, al menos cinco de ellos estarían siendo acosados por, al menos, tres alumnos acosadores, siendo testigos el resto de esta situación.
Así, probablemente, nos encontramos con sentimientos de maltrato que se sienten en primera persona de forma muy distinta de cuando le suceden a otro
y que no siempre pueden tipificarse como acoso, aunque sí como de malestar y violencia en el entorno escolar.
El 8% de los alumnos encuestados admite haber participado en acosar a otro, como si fuera parte del juego, sin saber por qué lo hace
Menos de la mitad, el 47%, de los adolescentes dice que no ha dudado en defender a un compañero cuando ha sido testigo de que era acosado. Otro 27% ha reaccionado buscando la ayuda de un adulto. El 30% señala que le ha afectado emocionalmente y que se ha sentido fatal. Incluso un 8% reconoce haber participado en acosar a otro, como si fuera parte de un juego, sin saber exactamente por qué lo hace. El acoso físico y el ciberacoso se han valorado como igual de graves por el 74,3% de los adolescentes encuestados.
El ambiente en el aula recibió calificaciones muy diversas. Los extremos «muy bueno» o «malo» fueron poco votados, y las opiniones se movieron entre el «regular, mejorable»(39%) y el «bastante bueno» (37,6%). Si sumamos bloques de «muy bueno» y «bastante bueno» frente a «regular» y «malo», las opiniones positivas superaron ligeramente a las negativas, 54% frente a 45%.
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