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Cardenal Cañizares: «Defenderé con uñas y dientes» la clase de Religión

El cardenas arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares Llovera / Wikimedia

El cardenas arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares Llovera / Wikimedia

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha escrito una carta a los profesores de Religión en la diócesis de Valencia, en la que anuncia que «personalmente» defenderá «con uñas y dientes, es decir, con todas las armas legítimas a mi alcance» la enseñanza religiosa en la escuela, aunque también señala que «si reclamamos esta enseñanza, hagámosla como se merece, con la máxima calidad».

En su carta, publicada en Paraula, el cardenal Antonio Cañizares expresa a los profesores de Religión, en nombre de toda la Iglesia «mi reconocimiento más vivo y mi agradecimiento más sincero por vuestra labor en la escuela; labor por la que hacéis presente el Evangelio de Jesucristo y la Iglesia a los ninos y jovenes que se están formando como hombres», según ha informado el Arzobispado en un comunicado.

La Iglesia, añade el purpurado, «no apela a ninguna prerrogativa ni trato de favor en beneficio propio, no apela, ni siquiera, a sus derechos, que también los tiene; apela al derecho fundamental de los padres y de los alumnos, y reclama y exige ese derecho, en nombre de ellos, que a veces carecen de voz para hacerlo por diversas razones», informa Europa Press.

El purpurado afirma que la enseñanza religiosa es «un aspecto fundamental en la formación integral de la persona y un elemento imprescindible en el ejercicio del derecho de libertad religiosa» así como un «derecho garantizado por la Constitución.

La enseñanza de la Religión en la escuela «no es una concesión o gracia que hace la Administración pública a unos determinados  ciudadanos; menos aún es un privilegio de la Iglesia católica en el marco escolar«, subraya el titular de la archidiócesis, que pide no caer «en la trampa de considerar que el tema de la enseñanza religiosa escolar es un asunto privado o de la Iglesia». Por el contrario, sostiene el purpurado que es «una cuestión en la que está en juego la persona y la sociedad» y pide «no confundir laicismo con aconfesionalidad».

La corrupción, «verdadera lacra de la sociedad»

En otro pasaje de la carta, el cardenal se refiere a la corrupción de la que «se habla mucho» y a la que define como «verdadera lacra en la sociedad y para el hombre», y se pregunta a este respecto: «¿se puede superar la corrupción, la quiebra de moralidad y de humanidad, sin que se proporcione a las nuevas generaciones en su proceso educativo una educación moral conforme a sus propias convicciones?».

Por otra parte, el arzobispo de Valencia hace un expreso llamamiento a todos los profesores de Religión para «dignificar, potenciar y acreditar» la enseñanza religiosa cada día más ante los alumnos, padres, profesores, sociedad.

«Necesitamos una enseñanza religiosa escolar de calidad, de máxima calidad: en sus contenidos, en sus métodos, en los libros y materiales didácticos, en su capacidad formativa y educativa», asegura el arzobispo de Valencia, que exhorta a hacer «un gran esfuerzo por ofrecer una enseñanza religiosa de calidad y rigurosa que, correspondiendo fielmente a lo que la Iglesia enseña, ayude a descubrir la verdad del  hombre y su vocación que son inseparables de Jesucristo».

A este respecto, considera que se trata de «una grave responsabilidad que tenemos: si reclamamos esta enseñanza, hagámosla como se merece y como su misma naturaleza pide», señala el cardenal Antonio Cañizares, quien reconoce a estos docentes que eso es lo que intentan hacer «aun en medio de no pocas trabas que surgen por tantos conceptos». «Lleváis a cabo vuestra tarea en un mundo muy secularizado y marcado por el eclipse de Dios», les dice, por lo que les apremia a que en las clases y actividades escolares, «habléis de Dios y llevéis a los chicos al encuentro con Dios».

Al mismo tiempo, les insta a no olvidar «vuestra misión evangelizadora, que no es proselitismo, ni manipulación de la escuela, ni puesta al servicio de unos intereses ajenos a la misma, los eclesiásticos». Al contrario, defiende el cardenal Cañizares que «evangelizar es ayudar a la escuela, desde la naturaleza propia de la enseñanza religiosa, en su tarea de enseñar el arte de vivir y de renovar la humanidad hecha de hombres nuevos, que nosotros particularmente ofrecemos con la novedad y verdad que nos otorga el evangelio de Jesucristo».

El arzobispo les garantiza su apoyo y aliento. «Sigo muy de cerca, como me corresponde, vuestras dificultades y sufrimientos, incluidos los que se refieren al ámbito laboral que no son los únicos; los comparto y los hago míos; con la colaboración de todos, se impondrá la cordura y se irán superando», apunta.

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