La prohibición por parte de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, al colegio Arenales de Carabanchel para participar en la cabalgata de reyes ha sido el mejor formato de publicidad que ha podido encontrar el centro de educación.
Con tan sólo cuatro años de funcionamiento y relativamente desconocido por los madrileños, el colegio ha recibido un aluvión de solicitudes de ingreso, según ha informado El Confindencial.
El director de la escuela, Luis González, ha anunciado que hasta la fecha han aumentado las peticiones en un 40% respecto al mismo periodo del año pasado.
González ha recalcado que, aun así, no cambiaría el «daño» que a su juicio provocó el Ayuntamiento en los alumnos. «En ningún caso se puede decir que cometer una injusticia, jugar con los sentimientos de los ninos e insultar a los padres que eligen este modelo educativo nos haya venido bien», ha aseverado el director, quien ha añadido que invita a la alcaldesa, y a cualquier político de Ahora Madrid o de otro partido a que visite sus instalaciones y vea cómo funcionan.
En estos momentos, ha señalado, el colegio es mixto en la inmensa mayoría de sus aulas. Lo único que, cuando en un curso hay más o menos el mismo número de ninos que de ninas se separan por sexo, ha matizado. Esto ocurre, solo en seis aulas de las más de 30 que existen, ha explicado González.
El responsable del colegio ha asegurado que esto «no es discriminar, sino diferenciar». «Hacemos esto, primero, porque los padres lo demandan, y segundo, porque entendemos que el desarrollo educativo de ninos y ninas lleva ritmos distintos«, ha argumenta González, a la vez que ha subrayado que el temario y los profesores son los mismos.
«Nos interesa la persona, cada uno, no el grupo», ha explicado el director, que asegura que no está en contra de otros modelos educativos, sino «a favor de que cada padre elija el que considere mejor para su hijo».
Aun así, ha dejado claro que la educación diferenciada «es solo parte de nuestro modelo». «También hemos implantado un desarrollo tecnológico avanzado, somos bilingües y formamos a los alumnos en una visión cristiana de la vida, basada en valores de igualdad y solidaridad, entre otros», ha agregado.
«Pero no pertenecemos a ninguna institución de la Iglesia», ha sentenciado González, quien insiste en que ningún padre se ha quejado del modelo. «Todo lo contrario, vienen aquí por el modelo, tenemos ya 800 alumnos y cada año se incorporan entre 150 y 200 más porque el colegio lleva poco tiempo y crece en cursos de abajo arriba», explica el responsable del centro antes de añadir que actualmente no tienen plazas.
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