«Soy profesora de inglés y me impiden dar clase por no saber valenciano». Ese es el testimonio de Nuala McEvoy, profesora de inglés nativa cesada por el Ayuntamiento de Bétera (Valencia) por no tener la titulación de valenciano. Una vez más, la imposición lingüística priva de la oportunidad de aprendizaje a muchas personas.
El caso de esta docente ha indignado a miles de ciudadanos que ya han firmado la alerta creada por HazteOir en la que se pide a la Consejería de Educación y al Ayuntamiento de Bétera que restituya en su puesto de trabajo.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraMientras que España está a la cola de Europa en el conocimiento de inglés, el Ayuntamiento de Bétera (Compromís) y el Gobierno del PSOE, apoyado por los nacionalistas, deciden excluir a una profesora nativa como más de 25 años de experiencia. Y todo por «no saber valenciano».
Nuala McEvoy es una británica que se dedica a la enseñanza de inglés de forma profesional, con diferentes certificaciones y 25 años de experiencia en su haber, buena parte de estos ejercidos por toda España. Llevaba dos cursos enseñando inglés en un centro de educación para adultos y sus alumnos estaban completamente satisfechos con su desempeño, dando opiniones positivas en las encuestas obligatorias que realizaron.
¿La echan por no cumplir los parámetros nacionalistas?
Pero el Ayuntamiento, ahora liderado por Compromís, ha decidido echarla por no saber valenciano. Se escudan en una supuesta orden de la Consejería de Educación que nunca le han mostrado.
A Nuala, que ha impartido clases de inglés en colegios de la Generalidad valenciana, nunca, en ningún momento hasta ahora, le habían exigido valenciano para enseñar. Hasta ahora. Hasta que llegó Compromís y los nacionalistas.
Todo parece apuntar a que el motivo del despido es político y no profesional. ¿Debe tener una certificación de valenciano para impartir una clase que es íntegramente en inglés? ¿O simplemente la echan por no cumplir con los parámetros políticos de los nacionalistas?
El caso de Nuala es sólo una muestra más de la agenda que quiere imponer la izquierda nacionalista en Valencia y sus socios en el resto de España. Evitarlo dependerá sólo de que actuemos ante cada uno de estos actos.
