Aunque de hecho, muchos de los partidos políticos españoles se declaran de inspiración cristiana, desde hace años no lo son de facto en sus medidas, y no está de más recordárselo.
En este caso, le ha tocado al PNV, cuyas raíces con democratacristianas.
El gobierno del Ayuntamiento de Vitoria, encabezado por Gorka Urtaran, del Partido Nacionalista Vasco, seleccionó un proyecto que ya está en Internet en una convocatoria para jóvenes creadores. ¿Su contenido? La pornografía. ¿Para quién va dirigido? Para niños. ¿Su nombre? Porno eskola.
El proyecto consiste en una supuesta guía didáctica para enseñar a los niños en las escuelas la pornografía.
Toman pie de que los niños y adolescentes tienen en Internet el primer contacto con la pornografía, y lo que pretenden es darle otro enfoque.
En el fondo naturalizarla y utilizar la pornografía como herramienta de educación sexual.
¿Qué nos encontramos en las unidades didácticas? Imágenes explícitas de sexo, vídeos de contenido pornográfico, exaltación de una pornografía femenina…
¿Y qué nos encontramos en las cuatro unidades didácticas por ahora propuestas?
Imágenes explícitas de sexo, vídeos de contenido pornográfico, exaltación de una pornografía femenina, supuestamente más sana y la única con elementos pedagógicos, según Iratxe Gil, sexóloga y una de las creadoras del proyecto, enseñarles la terminología relacionada con la sexualidad…
A lo largo de las unidades didácticas se especifican sus objetivos: en primer lugar, utilizar la pornografía como herramienta de educación sexual; en segundo lugar, reeducar al consumidor de pornografía -no para que la evite, sino para que consuma la buena pornografía-; en tercer lugar, reapropiarse de los contenidos pornográficos y reconstruirlos como material pedagógico.
En resumen: para combatir la pornografía ofrecen pornografía…
El proyecto rezuma claro está ideología de género, aunque claro está, el mero hecho de hablar de un porno sano, hace que el aspecto de género quede en un segundo plano.
Lo que propone la sexóloga es un porno feminista inclusivo y pedagógico para contrarrestar el porno convencional machista, violento y tránsfobo.
Es también llamativo cómo para la sexóloga, la ausencia de una educación sexual vinculada a los valores deriva en el aumento de la violencia machista y en que los adolescentes cada vez ejerzan un mayor control sobre sus parejas. ¿Pero a qué valores se refiere?
Supuestamente el valor propio de la sexualidad, unido a la inteligencia emocional y la capacidad de relacionarse, pero eso sí, toda aderezado con una dosis de enseñanza sobre el uso del preservativo u otros métodos anticonceptivos o sobre cómo evitar las enfermedades de transmisión sexual (ETS) -la abstinencia y la fidelidad no cuentan-.
¿Pero qué valor puede tener la sexualidad fuera del valor de la propia persona? ¿Qué valor puede tener la pornografía si se objetiva a la mujer o al hombre eliminando el propio valor de la persona?
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