Ángeles Pedraza: «Ya no tengo esperanzas en ningún político»

    El 11 de marzo de 2004 un atentado terrorista le arrebató a su hija, desde entonces su vida cambió y se convirtió en la voz de las víctimas del terrorismo en la AVT. Por el camino se ha llevado más de una traición, la última: del Gobierno de Rajoy.

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    La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza / EFE

    Antes de ser conocida en toda España, Ángeles Pedraza tenía una vida normal, con los problemas cotidianos de una madre de dos hijos. Pero llegó el 11-M y todo cambió. Perdió a una hija y se convirtió en la voz de las víctimas del terrorismo desde la AVT.

    Desde el principio fue el azote del Gobierno de Zapatero por negociar con la ETA y tolerar la liberación de De Juana Chaos. Se las prometían felices con Rajoy, pero las cosas siguieron igual. Ahora le acusa de haber engañado a las víctimas.

    Algunas personas creen que La Sexta da información.

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    ¿Quién era Ángeles Pedraza antes del 11-M?

    Yo era una ciudadana más, con una vida normal y una familia humilde. Me casé muy joven, con 19 años. Tuve dos hijos. Llevé una vida normal, la que querría cualquier español. Hasta que un día se produce un atentado y me cambia la vida: ahí se acaba Ángeles Pedraza.

    ¿Y a partir de ese día?

    Medité si aquello tenía que acabar con mi vida o, por el contrario, pensar en lo que querría mi hija, que era una luchadora nata. Al final entendí que ella habría luchado por nosotros, así que decidí luchar, se lo debía. Desde el minuto cero me puse a ello.

    ¿Madre coraje?

    Mi vida acabó el 11 de marzo y empezó una nueva: la de la madre de Miriam. Descubrí que había muchas madres que sentían el dolor que yo, pero que no tenían fuerzas ni eran capaces de alzar la voz y luchar por todos. Yo seguí adelante.

    Desde ese 11-M España ha cambiado mucho. Ahora casi nadie quiere hablar de las víctimas del terrorismo, parece un tema amortizado, también el de ETA. ¿Vivimos una luna de miel con los terroristas?

    Todos los políticos quieren colgarse la medalla de acabar con ETA.

    ¿Le sorprende?

    Cuando el PP estaba en la oposición nos apoyó muchísimo, luego cambió en el poder. El PSOE de Zapatero al menos no nos engañó. Me reuní una vez con Rubalcaba y me dijo que creía que la mejor manera de acabar con ETA era negociar con los terroristas. Le dije que no quería saber nada. Entonces me convertí en el azote máximo de ese Gobierno.

    «Mi vida acabó el 11 de marzo y empezó una nueva: la de la madre de Miriam. Entendí que ella habría luchado por nosotros, así que decidí luchar, se lo debía»

    ¿Y el PP sí le engañó?

    Tenía la esperanza de que cambiaran las cosas con el nuevo Gobierno, y no digo el PP sino el Gobierno de Rajoy, porque dentro del partido hay gente que nos respalda al igual que en otros partidos. Pensábamos que iba a haber justicia para las víctimas.

    ¿Y…?

    Y cuál es nuestra sorpresa que no sólo no iba a haber esa justicia sino que empeoró con la derogación de la Doctrina Parot (una sentencia que se podría no haber acatado y se acató). En cuestión de días y de una manera muy torticera se puso en la calle a casi más de 70 asesinos terroristas sin cumplir sus penas íntegras. Además el caso Bolinaga ha agudizado el trastorno psicológico en muchas víctimas.

    Pues apenas hemos escuchado esto en los medios.

    Han vuelto a recaer un aluvión de víctimas y hemos sufrido muchísimo por parte doble: por ver a los asesinos en la calle y porque el Gobierno no lo ha frenado. Nos han querido vender que el Gobierno tenía que respetar la sentencia de Estrasburgo. Mentira. En España no se han acatado otras sentencias de tipo económico y no ha pasado nada.

    «El caso Bolinaga ha agudizado el trastorno psicológico en muchas víctimas; nos hemos sentido utilizados por el Gobierno»

    ¿Y por qué no se han producido manifestaciones tan multitudinarias cuando ha sido excarcelado Bolinaga como las que hubo por De Juana Chaos durante el zapaterismo?

    Hay muchísima gente que cree que cuando hacemos una manifestación contra el Gobierno la hacemos contra todo el PP. Y no es así, tenemos a muchísima gente del PP que nos apoya. Creo que hay mucha gente que no está preparada para protestar contra el partido que ha votado siempre.

    Mientras tanto Bildu y Amaiur están en las instituciones. ¿Cómo os ha justificado el Gobierno no haber hecho nada para evitarlo?

    Tenemos una lista elaborada con indicios justificables para instar a esa ilegalización. Hemos entregado más de 100 indicios al Gobierno y al fiscal general del Estado. No hemos recibido respuesta. Gente del PP nos dice: ‘Tenéis que hacer algo, que Bildu está gobernando en Pamplona’. Es dramático, pero Bildu está ahí porque el Gobierno no ha hecho nada.

    ¿Se ha sentido utilizada por el Gobierno?

    Sí. Menos mal que cuando nos dimos cuenta nos apartamos de ese camino. Nunca nos hemos callado, como en el caso Bolinaga. De hecho a partir de ahí comenzó el suplicio de la AVT.

    ¿Represalias?

    Nos han criticado y también nos han vetado. Por ejemplo, en la presentación del libro Relatos de Plomo en Navarra. Muchos de los datos del libro los aportó la AVT, porque además es la asociación que tiene más víctimas de aquella época. Esa presentación se hizo hace unos meses y la AVT no fue invitada. En cuanto dices lo que te parece mal, te vetan.

    Memoria, justicia, dignidad y verdad son los valores de la asociación. ¿Ha pisoteado el poder político esos valores?

    Sí, y no hablo de personas concretas. No se puede decir que se ha acabado con ETA cuando los terroristas ni se han entregado ni están colaborando con la Justicia. No han entregado las armas y aún quedan más de 300 casos por resolver. La etapa en la que se ayudó de verdad a las víctimas fue durante el Gobierno de Aznar.

    Pero ya han pasado 11 años desde entonces y los últimos años han sido muy duros, ¿conserva las mismas ganas de lucha que al principio?

    Sí, porque yo tengo un problema que no sé si es una virtud: cuanto más me intentan pisotear para que esté callada, más me revuelvo. Como no le debo nada a nadie, no debo puestos, no debo sueldos, no debo nada y como no tengo nada que ocultar, pues más voy a luchar en favor de todas las víctimas del terrorismo.

    «No se puede decir que se ha acabado con ETA cuando los terroristas ni se han entregado ni están colaborando con la Justicia»

    ¿Qué le pediría al próximo presidente del Gobierno?

    A Rajoy no le pediría nada, porque ya se lo pedí en Moncloa y no me lo ha concedido. A todos los políticos les pido que piensen que yo daría mi vida por no tener la condición de víctima, que daría mi vida por no tener que hacer ninguna manifestación.

    Más de 1.000 personas asesinadas y heridas es mucho…

    Nos lo deben los políticos. El único motivo por el que murieron las víctimas fue por ser españoles y haber luchado por la libertad.

    ¿Rajoy ha hecho lo mismo que Zapatero?

    No ha hecho nada mejor que Zapatero, porque el anterior presidente dijo abiertamente que había negociado. Creo de verdad que el actual Gobierno no ha negociado, pero no ha hecho nada por solucionar que los asesinos estén en la calle.

    ¿Ha sido el mayor error de Rajoy?

    Se nos prometió a bombo y platillo que podrían votar todos los exiliados del País Vasco. Si hubieran podido votar, Bildu no habría llegado al poder. Al final nada.

    ¿Hay víctimas de primera y segunda?

    Cuando se habla tanto de los refugiados, y yo estoy de acuerdo en que se les ayude, pienso: ‘¿Quién ayuda a todos los que tuvieron que salir del País Vasco amenazados por los terroristas? ¿Quiénes les han devuelto su derecho a voto en el lugar en el que nacieron?’ Hay que ocuparse de los de fuera, pero antes de los nuestros.

    «Se nos prometió a bombo y platillo que podrían votar todos los exiliados del País Vasco. Si hubieran podido votar, Bildu no habría llegado al poder»

    El 11-M también cambia la forma de enfrentarse al terrorismo en España ¿Fue un doble castigo lo que ocurrió tal día?

    Sí, porque ese día descubrimos que el terrorismo yihadista es peor que el de ETA. Me explico: los etarras son unos cobardes, de tiro en la nuca y salir corriendo o detonar una bomba a distancia. El problema del terrorismo yihadista es que son tan fanáticos que no les importa morir. Ese día descubrimos que había otro tipo de terrorismo.

    Usted no sólo lucha por las víctimas del terrorismo, sino que lo hace también contra una enfermedad. ¿De dónde saca tantas fuerzas?

    La enfermedad la puede padecer cualquiera, con ella me pasó un poco como con ser presidenta: no me hizo quedarme en casa, sino que había que seguir luchando y pensar que no me iba a derrotar.

    Aún así hay quien le critica.

    A mí me critican y me acusan de vivir de esto, pero la realidad es que yo he vivido siempre de mi trabajo en una empresa privada. Los puestos aquí son altruistas, no se cobra. Estoy en la AVT todos los días dando muchas horas de mi vida encantada, pero que encima no me digan que estoy pagada. Aquí tienes que estar porque de verdad sientas que te han matado lo que más querías en tu vida, y eso es lo que te da fuerzas para seguir, no otras cosas.

    Ahora se habla mucho de Podemos. ¿Les afectaría su llegada al poder?

    Espero que Podemos no llegue a la Moncloa. Cuando estuvo el PSOE hemos visto lo peor, aunque he de decir que en la Dirección de Víctimas se nos trató muy bien. No tengo ninguna confianza en que Podemos nos trate bien. Hace cuatro años tenía esperanzas en los políticos, hoy ya no la tengo en nadie.

    ¿Acaso teme que recorten las subvenciones a la AVT?

    Eso ya está pasando, nos están recortando las subvenciones para que cerremos.

    ¿No se van a rendir?

    Saldremos a la calle siempre que suelten a terroristas o los detengan para dar el notición y a la semana siguiente los dejen en libertad y vuelvan a escapar de la Justicia.

    Hace poco detuvieron a la enésima cúpula de ETA.

    Cuando detienen a un terrorista el político se cuelga la medalla. Luego se echa mano de la ingeniería jurídica para concederles la libertad provisional.

    Para una víctima las cosas no son fáciles.

    Vemos a muchas víctimas que reclaman sus derechos de víctima y tienen que estar tres o cuatro años en contenciosos hasta que la Audiencia les da la razón. No nos gustaría ser víctimas.

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    Licenciado en periodismo por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Tomó la alternativa en Intereconomía -semanario Alba, La Gaceta, Los Últimos de Filipinas, Dando Caña, 12 Hombres sin vergüenza- de la mano de Gonzalo Altozano y Kiko Méndez-Monasterio, de los que aprendió incluso algo de periodismo. Más tarde escribió para los digitales La Información y Periodista Digital. Viajó a Irak antes que a Roma, le apasionan la Historia y la tauromaquia. Nazareno de Sevilla.