Sheila Michel lleva veinte años dedicada al mundo de los títeres. En las obras que representa junto a Daniel Vilela con la compañía Claviqueño aparecen personajes como el poderoso señor Malacara, Mamerto, que roba a su vecino don Pedro y Malandrino. Tambuién cobran vida, en sus manos y sus voces el Diablo de las tres colas, la bruja Pocopelo y Diente Solitario.
A pesar de sus nombres, ninguno de ellos agitará jamás una pancarta vitoreando a ningún grupo terrorista, como sucedió con los titiriteros contratados el quipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, liderado por Manuela Carmena.
Sheila Michel explica a Actuall cómo es el procedimiento de contratación de estos espectáculos y cómo aparece reflejada la «violencia» del cachiporrazo, la única admisible para el público infantil.
¿Qué opina de la polémica surgida en Madrid sobre la obra de títeres representada esta cuaresma en la que se violaba una monja, se ahorcaba a un juez y se daban vítores a organizaciones terroristas como ETA?
¿Cómo es el procedimiento habitual de contratación de este tipo de espectáculos por parte de los ayuntamientos?
Puede ser de diversas maneras. Por lo general el concejal de Cultura nos contacta por alguna referencia. Siempre se pide título y sinopsis del espectáculo, fotos, vídeo o simplemente se informan en la página web. A algunos no les parece suficiente la sinopsis y piden un video completo del espectáculo. En otras ocasiones nos contacta una agencia de espectáculos que trabaja con el Ayuntamiento, pero también piden los informes mencionados.
¿Cree posible, como alega el Ayuntamiento de Madrid, que no se conociera el contenido de la función previamente?
No, imposible. Creo que no habrán visto el espectáculo en concreto, pero sí conocían su ideología y por eso seguramente fueron contratados.
¿Cuál cree que es la esencia del espectáculo de títeres?
Siempre suponiendo que es para público infantil, las obras deben ser divertidas, dinámicas, con mensajes positivos claros y directos , resaltando los valores que se aprenden en la escuela y en casa, como la amistad, generosidad, respeto, la paz, etcétera.
«En los títeres para ninos no se puede ser satírico. Es un lenguaje que ellos no entienden»
¿Cómo aparece normalmente la violencia en estas representaciones?
No es propio hablar de violencia. La característica de los títeres es que representa situaciones disparatadas donde un personaje puede volar, caerse, recibir un cachiporrazo, pero siempre en un marco donde se mueve a risa y no a desagrado., como ocurre en el cine mudo, donde también se dan caídas y golpes graciosos.
¿Deben tener las funciones de títeres un carácter educativo?
Preferentemente sí, aunque no es necesario.
¿Cuáles son los límites del carácter satírico en la función de títeres?
En las funciones de títeres para ninos no se puede ser satírico. Es un lenguaje que ellos no entienden.
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