Cocinero antes que fraile, José Antonio Martín Otín ‘Petón’ fue futbolista del Huesca, Alcorcón y Carabanchel, entre otros, antes que representante de estrellas del fútbol como Fernando Torres.
Petón es de los que piensa que el fútbol no está reñido ni mucho menos con los libros, otra de sus grandes pasiones junto al Atlético de Madrid.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSi ser del Atleti es preguntarse cada temporada aquello de ¿por qué somos del Atleti?, Petón se hace la misma pregunta al estudiar a dos figuras de la historia de España tan incomprendidas y llenas de incógnitas como José Antonio Primo de Rivera y Federico García Lorca. Al primero dedicó un libro «El hombre al que Kipling dijo sí», y al segundo espera hacerlo muy pronto.
Hay pocos que cuenten las historias como Petón (incluso por escrito, como en «El fútbol tiene música»), así que cuando termina nuestra entrevista de casi una hora con el consejero delegado de Bahía Internacional en su majestuoso despacho con vistas a la Plaza de Colón de Madrid, es como si el árbitro hubiera pitado antes de tiempo y no hubiera descontado más minutos, como exige la grada.
Es curioso que el nacimiento del Atlético de Madrid (26 de abril) y el de José Antonio Primo de Rivera (24 de abril), sus dos grandes pasiones, se produjeran casi al mismo tiempo.
José Antonio nace el 24 de abril de 1903 a última hora y el Atlético se registra el 26, pero se funda el día anterior por estudiantes de la Facultad de Minas. Un club no nace cuando se registra, sino cuando se dice ‘nace el Athletic club de Madrid’. La fecha que se ajusta más es la de la ‘casi’ confluencia del 25.
«Propuso un gobierno de concentración nacional para detener la guerra con Martínez Barrio como presidente y una amnistía general para los combatientes de ambos bandos»
Usted no se llama José Antonio por casualidad. ¿Los españoles de hoy conocen de verdad a Primo de Rivera? Da la impresión de que se ha tergiversado quién fue José Antonio.
La figura de José Antonio la tengo bastante investigada y no desisto porque siempre aparecen cosas nuevas. Pero se ha manipulado intencionadamente quién fue. Ahora hay esfuerzos por levantar la voz y aclarar las cosas, pero la cantidad de mugre es tan grande que alzar la voz es un contradiós porque la Memoria Histórica ha dejado a José Antonio sin calles ni plazas en España.
A pesar de que se opuso a la guerra…
José Antonio es el primer español notable que se rebela contra la guerra documentalmente. Propuso un gobierno de concentración nacional para detener la guerra con Diego Martínez Barrio como presidente y una amnistía general para los combatientes de ambos bandos. Es que Azaña tarda dos años más que José Antonio en pronunciar su famoso discurso «paz, piedad y perdón» del 18 de julio de 1938 en la plaza de Toros de Valencia. José Antonio quiso parar la guerra y ahora no tenemos la serenidad para decir: «Vamos a aislar a este elemento de unos y otros porque se ha colocado en una tercera vía», que era la de la paz.
«Loquillo tras leer a josé Antonio reconoció que vio lo mismo que Rosa chacel o Madariaga, ¿por qué nos lo han ocultado? se preguntaba chacel?»
¿Imposible, entonces, reivindicar a José Antonio?
Yo, que soy cabezón y políticamente osado, porque me la traen al pairo todas las tendencias políticas del momento, digo que la Falange es un producto frustrado que muere con José Antonio y que ser falangista hoy es un sinsentido, como ser mosquetero, a ver si crees que José Antonio iría hoy con camisa azul y levantando el brazo por la calle. Haría cosas totalmente distintas. Pero también digo que la figura de José Antonio es hoy reclamable y muy necesaria estudiarla para entender mejor que siempre hay alternativas y salidas. Quien ha acudido serenamente a la figura de José Antonio de un lado y otro, especialmente del otro, la ha entendido bien: de Rosa Chacel a Salvador de Madariaga. Loquillo, tras leer a José Antonio, reconoció que vio lo mismo que Chacel o Madariaga. ¿Por qué nos lo han ocultado?, se preguntaba Chacel.
Pues se lo pregunto yo a usted: ¿por qué?
Porque hay una connivencia entre poderosos, y no hablo de esoterismo o gobiernos en la sombra. No, hablo de asuntos en los que convergen los poderosos y les interesa que esos personajes que enlazan con alternativas no salgan adelante.
En su opinión, ¿qué es lo que molesta tanto de José Antonio?
De José Antonio nos tenemos que quedar con tres cosas: primero, la defensa del desposeído («no se puede hablar de patria en casa del famélico»); segundo, la realidad de España como un proyecto común que una generación estúpida no tiene derecho a romper porque es algo que viene del origen de los tiempos. España es la nación más vieja del mundo, forjada con el esfuerzo de tantos hombres y mujeres a lo largo de siglos («recibimos un proyecto conjunto, el de España, y se lo tenemos que dejar a nuestros hijos hermoseado», dice José Antonio), no vale con enterrar los talentos en la tierra y luego entregarlos tal cual, porque luego llega Dios y te mata, que es lo que dice el evangelio
¿Y tercero?
Y tercero, el eje del sistema no es el Estado ni los partidos, ni los intereses de clase o los grandes lobbies, el gran eje es el ser humano. Quienes no están de acuerdo con esto sepultan la figura de José Antonio.
Usted, autor de «El hombre a quien Kipling dijo sí”, asegura que posee abundante documentación sobre la relación con la princesa Bibesco.
Tengo todos los datos de la relación de José Antonio con la princesa Bibesco. Fue su relación más cálida y carnal, pero el verdadero amor largo y duradero con vocación al matrimonio fue el primero: Pilar Azlor, duquesa de Villahermosa. Pero hubo más. Fíjate si seré torpe que cuando tenía veintitantos años estuve delante de Marichu de la Mora en Radio Huesca… y luego, ya demasiado tarde, me enteré de que fue otro gran amor de José Antonio.
¿Qué otros personajes históricos le interesan?
Lo que me atrae es la investigación más que el personaje. Al final uno se convierte a un adicto al proceso de búsqueda, pero ahora me interesa mucho saber qué pasa en los últimos días de Federico García Lorca en La Barraca. Me interesa mucho, casi una obsesión, Federico, porque también nos lo han contado mal a conciencia.
La de Federico también es una figura manipulada.
La derecha cerril y asesina hizo todo lo posible por manipularla y la izquierda más oportunista, que tampoco amaba en exceso a Federico, trató de apropiarse su figura. Federico nunca fue comunista.
Por eso fue expulsado de La Barraca…
Los comunistas del Bloque Escolar de Oposición Revolucionaria (BEOR) le expulsan de una forma contundente. Hay testimonios escritos sobre el asunto. Me interesa encontrar más datos y angustias de esos días que al final tienen que ver con la decisión de Federico de irse a Granada, que fue fatal, porque allí estaba lo más negro de la reacción española.
¿Por qué matan a Federico?
Le matan por envidias entre familias, pero además porque rompía con todos los clichés de la época: era homosexual e incorrectísimo políticamente (en su última entrevista concedida a Luis Bagaría, dijo: «Yo soy un patriota español, pero prefiero un chino bueno que un español malo»). Al español malo eso le tiene que joder, y entonces había bastantes españoles malos. Federico era además un pozo de luz, pero en algunas ocasiones sabía ser hiriente. Había desafiado a unos y otros. Para conocer bien a Federico yo ni siquiera me limito a lo que he estudiado: sobrepongo la opinión de José Bello.
Ruiz Alonso fue el que delató a Federico porque se enteró de que Luis Rosales, al que odiaba, lo tenía a resguardo en su finca en Granada.
Ahí la culpa la tuvo el propio José Antonio. Ruiz Alonso, un activista de derechas, quiso ser unos años antes militante de la Falange cuando la Falange amanecía y parecía que iba a ser una fuerza de choque de la derecha -algo que a José Antonio le repugnaba tan íntimamente que rechazó vivir con holgura para poder caminar de forma independiente en la pobreza-, al expulsar a la patulea monárquica y violenta que tenía dentro o a derechistas como el marqués de la Eliseda.
Volvamos a Ruiz Alonso.
Hubo aspirantes a quedarse la Falange desde la derecha reaccionaria y Ruiz Alonso era uno de ellos. José Antonio dijo que en la Falange no cabía Ruiz Alonso, que era «el obrero amaestrado de la CEDA». Y aquello, claro, no le sentó muy bien, y al final aquella herida que José Antonio abrió la paga al final su amigo Federico García Lorca y a punto estuvo también de pagarla el poeta Luis Rosales. Si no es por Narciso Perales, Luis Rosales está muerto. Si Perales llega dos días antes a Granada también hubiera salvado al propio Federico. Pero llegó tarde.
«Reclamar odios a voz en grito quienes no vivieron aquello… Se dice que una Guerra Civil deja abierta una herida durante un siglo y en nuestro caso tiene pinta de que la va a dejar más»
Una curiosidad, ¿es verdad que Lorca era futbolero?
Sí. Es una sorpresa para mucha gente que Federico fuera aficionado a cualquier otra cosa que no fuera la cultura. Es un error. Curiosamente el primer partido que juega formalmente José Antonio Primo de Rivera en su vida es en el equipo de la facultad de Derecho contra la Residencia de Estudiantes en la propia residencia. José Antonio jugaba de delantero centro. ¿Quién siguió ese partido como espectador? Federico, y precisamente ese día le presentan a José Antonio, que tenía 18 años y Federico unos pocos más. Lo cuenta Díaz-Ambrona a Margarita Saénz de la Calzada.
¿Encuentra similitudes hoy con la España años 30? ¿Nos queremos poco los españoles?
Reclamar odios a voz en grito quienes no vivieron aquello… Se dice que una Guerra Civil deja abierta una herida durante un siglo y en nuestro caso tiene pinta de que la va a dejar más. Es dramático. Claro que todo el mundo tiene derecho a reclamar a sus muertos y honrarlos, faltaría más, pero anular a los contrarios por esto mismo es una barbaridad. Lo de esta ley es una Guerra Civil entre muertos, una locura de primer orden. Pero no estamos en los años treinta porque la situación económica no es la de entonces. Joder, es que los campesinos de Andalucía vivían con un adamuz de aceite al día, es una cosa acojonante. No les daban ni un real, mojaban el aceite en el pan y muchas familias no tenían nada más. Por eso la reforma agraria era tan necesaria.
Usted estuvo dos veces preso durante el franquismo.
El primero fue por torpe. Hicimos unas pintadas y después pasó la policía. Como se fueron seguimos pintando y volvieron. Nos cazaron porque algunos llevaban las manos manchadas de tinta de spray. Nos fuimos al calabozo un día. La segunda vez fue más grave. Fue justo después de la muerte de Franco y tenía que ver con los fusilamientos a miembros del FRAP: nosotros reclamamos la paz entre españoles. Tuvimos un lío gordo porque nos sacaron ametralladoras y nos dieron palos a mansalva. Estuvimos tres días encerrados.
Usted no es periodista, pero colabora en radio y televisión. ¿Cómo ve la profesión, ha degenerado el periodismo?
No soy muy optimista respecto al futuro de los medios. El papel tiende a la desaparición y emerge el periodismo en la red. Eso implica rapidez, y a veces tanta que no hay meditación. Lo que hay es la necesidad de colocar un titular muchísimas veces sin contrastar. Un minuto ha matado. Mientras no encontremos el modo, y confío en la condición moral del individuo para defender la pureza en los medios, no veo tampoco una fuerza represora que castigue con dureza a quienes escriben mentiras para vender. Hay periodismo serio en la red, pero el otro le hace daño.
¿Sigue jugando al fútbol? Fue profesional.
Sigo jugando y me operé de la cadera para poder seguir haciéndolo (dentro de un rato, nos anuncia, tiene partido). El futbolista cuando se hace viejo no deja de ser futbolista, pero sí deja de estar sano. Los futbolistas no vivimos mucho, pasar de los 80 años como Di Stefano no es sencillo. Si miras el porcentaje de futbolistas longevos hay poquísimos. Tiene una explicación: hacemos trabajar mucho al corazón y cuando los músculos, huesos y tendones te obligan a la inacción tu corazón deja de trabajar con la misma fuerza, así que ese corazón musculado entra en crisis, por eso morimos antes.
¿Cómo era vd. como futbolista?
Jugaba en la posición de 10, acerté con mi sitio, cerca de los puntas, al final de mi carrera. Luis Costa, un entrenador que tuve y que luego fue campeón de España dos veces con el Zaragoza, me decía: ‘Tu problema es que no te dosificas, es que quieres estar siempre cerca del balón’. Jugué en segunda división.
Hay quien dice, con tono melancólico, que el fútbol negocio de hoy ha acabado con las esencias. ¿El negocio lo destruye todo?
La pasión es el primer motor del fútbol y es difícil que incluso el fútbol moderno pueda acabar con el fútbol de siempre. Es verdad que no es tan puro como hace 60 años, y digo hace 60 porque hace 40 circulaban las pirulas porque no había controles anti doping. Los futbolistas entonces se dopaban y especialmente en las competiciones internacionales.
«Hasta los años 80 había un circuito de pastillas tremendo. Todo esto lo cuenta Isacio Calleja, procurador de los tribunales y lateral izquierdo histórico del Atlético de Madrid»
¿Doping, dice?
Al menos hasta los años 80 había un circuito de pastillas tremendo. Todo esto lo cuenta Isacio Calleja, procurador de los tribunales y lateral izquierdo histórico del Atlético de Madrid. En las semifinales de la Copa de Europa hubo que jugar un desempate en Zaragoza entre el Atlético y el Real Madrid. Antes de la final se rumoreaba que el entrenador del Atlético, Ferdinand Daucik, ya estaba fichado por el Madrid, cosa que al final no sucedió. Ese día a los jugadores del Atlético les dan una pastillita colorada. Eran jugadores muy jovenes en su mayoría y nunca habían tomado nada parecido. Calleja cuenta que el único que no la tomó fue el capitán Miguel, 36 años. Los demás, unos críos, tenían precisamente en la fuerza la posibilidad de derrotar al Real Madrid. Pues los chavales no podían ni andar. Al final ganó el Madrid 1-0 con gol de Puskas. El doping se ha dado en el fútbol constantemente. También en Italia, ¿cómo crees que ha habido una cincuentena de casos de esclerosis lateral amiotrófica allí? En Italia hacían barbaridades con el cuerpo de los futbolistas.
¿Qué le falta al fútbol español actual? ¿Un Luis Aragonés? ¿Un Juanito?
Cada día tiene su afán y cada época su voceras. Ahora tenemos a Piqué, es otra cosa porque cada época tiene su estilo. Hay redes sociales y te acoplas a eso. No creas que los mitos eran siempre impulsivos. Por ejemplo, aquello del Madrid de las remontadas y las declaraciones de Juanito de «90 minuti en el Bernabéu son molto longo». El propio Luis Aragonés a veces se llamaba a sí mismo Peter O’Toole, lo que ya lo dice todo. Había cosas que él tenía meditadas.
¿Por ejemplo?
Cuando cogió del cuello a Samuel Etoo. Creo que pensó ‘al negrito este le tengo que coger algún día del cuello para darle un escarmiento y hacerle mejor y no se me venga arriba’. Para dar ejemplo a los demás. Y aprovechó la primera que pudo para hacerlo.
¿Cómo funciona la agencia de representantes Bahía Internacional de la que usted es consejero delegado?
Esta una no es una empresa en la que haya un dueño que se lleve todo el capital, a mí me parece mejor que el primero de los ingresos sea destinado a la supervivencia de la propia empresa, me parece bien que el consejo de administración tenga otra parte del beneficio y que los trabajadores tengan la otra. Nuestra empresa trabaja así. Lo hacemos con un montón de personas, seguramente esto se podría hacer con menos trabajadores, pero preferimos hacerlo de este modo.
¿El fútbol por dentro es diferente?
Ahora estoy apartado de la primera línea desde hace 7 u 8 años, ya no me relaciono con jugadores, técnicos, presidentes… Igual que las empresas no se manejan del mismo modo que hace medio siglo, pues el fútbol de ahora también ha cambiado, pero su objetivo final es el mismo.
Entrevista realizada a: José Antonio Martín Otín 'Petón'