Carlos González, experto en conciliación: «La solución es que los padres trabajen cuatro horas cada uno»

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    Doctor en pediatría y experto en la crianza de los hijos, Carlos González
    Doctor en pediatría y experto en la crianza de los hijos, Carlos González
    «En España hay unos cinco millones de parados (y en la mejor época, antes de la crisis, había más de un millón y medio). Pero sólo nacen al año 500.000 ninos. Que justo los padres de los bebés tengan que trabajar fuera de casa sólo muestra falta de organización».

     

    Esta es la opinión del doctor en pediatría Carlos González, experto en la crianza de los hijos y autor de los betsellers El nino no me come y Bésame mucho, casado y con tres hijos,  que se ha convertido en toda una referencia para los padres que buscan consejo en cómo criar a sus hijos.

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    La solución para este experto es mucho más sencilla de lo que los padres creen: solo necesitan «el instinto innato».

    «La conciliación laboral no existe, la vida es elección, no puedes estar en dos sitios a la vez»

    Sin embargo, en los últimos años parece que ser padre y madre se ha convertido en una hazaña muy complicada. La mayor complicación es sin duda la de compaginar la jornada laboral con la vida familiar.

    El trabajo se ha impuesto al hogar, y los padres de media, señala González, pasan menos tiempo que nunca con sus hijos pequeños.

    La realidad, según cuenta este pediatra para Actuall, la conciliación laboral no existe, es una farsa. Cuando unos padres tienen un hijo no les queda otra que decidir si trabajar o estar en casa porque «la vida es elección, no puedes estar en dos sitios a la vez».

     

    Portada del libro "Mi nino no me come"
    Portada del libro «Mi nino no me come»

    ¿Qué significa para usted ser padre?

    Es lo más importante que he hecho en la vida. Y un paso previo imprescindible para llegar a abuelo.

    ¿Qué se necesita para criar a un hijo?

    Tiempo y cariño.

    ¿Es posible llegar a la conciliación laboral?, usted asegura que no existe…

    No, si por conciliar entendemos “seguir trabajando como si no tuviéramos hijos, y seguir cuidando a nuestros hijos como si no trabajásemos”. ¿Cómo concilia un futbolista o un pianista el deporte o la música con su trabajo en un banco? No puede. Los futbolistas profesionales, los músicos de una gran orquesta, no tienen además un empleo de ocho horas al día.

    ¿Y llevarse el nino al trabajo?

    En algunos empleos podría ser posible llevarse al nino al trabajo, aceptando por supuesto una disminución de la productividad. Pero la ley de conciliación no habla de eso. En realidad, viene a decir: “¿A qué quiere dedicar más tiempo, a cuidar a su hijo o a trabajar? Si elige trabajar, le ofrecemos una guardería (pagando); si elige cuidar a su hijo le ofrecemos un permiso (sin sueldo) o una reducción de jornada (con reducción de sueldo).

    «No es una renuncia, sino una elección. Messi o Ronaldo nunca dicen “renuncié a trabajar en un banco”, simplemente eligieron hacer otra cosa»

    ¿Cuáles son las consecuencias para los padres que deciden entre trabajar o estar en casa?

    La vida es elección. Los días tienen 24 horas, y mientras haces una cosa, no puedes hacer otra. Curiosamente, sólo a los padres se les dice que están “renunciando” o “sacrificándose”. Unos renunciando a trabajar, otros renunciando a estar más tiempo con sus hijos. Creo que no es así, no es una renuncia, sino una elección. Messi o Ronaldo nunca dicen “renuncié a trabajar en un banco”, simplemente eligieron hacer otra cosa.

    Antes las madres estaban en casa hasta que los ninos iban al colegio, pero ahora se incorporan al trabajo a los cuatro meses, dejando al nino a cuidado de terceros…

    Ese “antes” requiere muchos matices. Esa familia “tradicional” en que el padre se iba a la fábrica o a la oficina y la madre se quedaba como ama de casa en realidad no es tradicional, es un invento moderno. Antes de la Revolución Industrial no había fábricas ni oficinas; la gente era campesina o artesana, los padres no se iban a un sitio a trabajar, sino que trabajaban en su casa o junto a su casa, y por supuesto las madres también trabajaban.

    La familia extensa, la comunidad de vecinos y la aceptación de que los padres de un bebé no pueden trabajar al mismo ritmo que los otros permitían la auténtica conciliación, poder seguir haciendo tus tareas sin separarte durante horas de tus hijos.

    «La Revolución Industrial abdujo al padre y dejó a la madre sola en casa con los ninos. Abducir a los dos para dejar a los ninos con un tercero no va a mejorar el problema.»

     

     

    ¿Qué ocurrió con la Revolución Industrial?

    Que nuestro sistema económico abdujo al padre y dejó a la madre sola en casa conlos ninos. Fue un error, y abducir a los dos para dejar a los ninos con un tercero no va a mejorar el problema.

    Nuestros abuelos lucharon por la jornada de ocho horas. Un trabajador debía ganar en ocho horas lo suficiente para mantener dignamente a su familia. Y ahora, con la mitad de hijos, ¿necesitamos 16 horas de trabajo? Creo que la solución es trabajar cuatro horas cada uno. O seis meses al año cada uno. Está bien repartirnos el trabajo, pero que no nos hagan trabajar el doble.

    ¿Cree que en muchos casos a la mujer no le compensa trabajar fuera por razones económicas (lo que gana fuera se lo gasta en guarderías o cuidadoras) o educativas (el pequeño crece sin su madre)?

    A la mujer o al hombre. Dependiendo de lo que ganes, casi todo el sueldo se va en guardería, transporte, comer de restaurante porque no da tiempo de cocinar… Personalmente, dejé de trabajar como médico de la sanidad pública hace unos 20 años; me compensaba económicamente pero no moralmente, y con el sueldo de mi esposa pudimos apañarnos.

    «Se nos ha engañado cuando se nos ha hecho creer que necesitamos 16 horas de trabajo para lo que antes bastaba con 8»

    El nuevo feminismo defiende a toda costa que la mujer trabaje, y parece que la que quiere quedarse en casa es o ‘machista’ o ‘retrógrada’, ¿Se le ha engañado a la mujer con el tema de la liberación laboral?

    Bueno yo diría que eso es ya “viejo” feminismo. En los países nórdicos las familias tienen todo tipo de ayudas para poder estar con sus hijos año y medio o más. Mejorar los derechos laborales de las mujeres también es feminismo. Se nos ha engañado, hombres y mujeres, cuando se nos ha hecho creer que necesitamos 16 horas de trabajo para lo que antes bastaba con 8.

    Se nos ha engañado cuando se nos dice que pasar dos horas con nuestros hijos es lo mismo que pasar ocho, porque lo importante es que sea “tiempo de calidad”. Probemos a decírselo a nuestro empresario: “vendré a trabajar sólo dos horas, pero como será tiempo de calidad, usted me pagará lo mismo”.

    Portada del libro del pediatra Carlos González, "Besame mucho"
    Portada del libro del pediatra Carlos González, «Besame mucho»

    ¿Qué le parece esta idea de Chesterton sobre el feminismo: “una mujer es libre cuando sirve a su jefe, y esclava cuando ayuda a su marido»?

    Es una ironía que se puede aplicar a todos. También a muchos varones se les hace creer que cavar la tierra o teclear en un ordenador ocho horas es un trabajo que “dignifica a la persona”, mientras que dedicar tiempo a sus hijos o a su casa (¡su propia casa!) es sacrificarse.

    «La trampa del capitalismo no ha sido reducir los salarios, sino aumentar el consumo»

    ¿No es todo esto una trampa del capitalismo?: al sacar a la mujer fuera del hogar con un salario pequeño lograron duplicar la mano de obra (marido y mujer) casi al mismo precio… 

    Creo que es una trampa pero no exactamente esa. Claramente nuestro salario es más alto que el de nuestros abuelos (después de la crisis, ya no me atrevo a decir “que el de nuestros padres”). Mi poder adquisitivo siempre fue mucho más alto que el de mis padres. La estafa no es que nos hayan bajado el salario, sino que nos han aumentado las “necesidades”.

    Mis padres jamás tuvieron coche, ni segunda residencia, ni vacaciones exóticas. No teníamos actividades extraescolares, ni piscina. No esquiábamos. La ropa se heredaba y se remendaba, y no desayunábamos bollería, sino pan (encima, más sano). Pero con ocho horas de trabajo nos enviaron a la universidad. La trampa del capitalismo no ha sido reducir los salarios, sino aumentar el consumo.

    Muchas madres no puede permitirse el lujo de coger los 4 meses de maternidad y a la semana de haber dado a luz vuelven al trabajo y ceden el permiso al padre…

    A la semana que yo sepa no es legal. Hay un mínimo de seis semanas reservados para la madre. Pero, claro, también hay mucha gente trabajando en condiciones precarias, que no pueden ejercer sus derechos laborales.

    «El empresario que no quiere contratar mujeres no lo hace por los derechos de maternidad, sino por puro machismo»

    Hasta una mujer, Mónica Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios, llegó a decir que prefería no contratar a mujeres porque se embarazan…

    Sí, y de forma similar, cuando pedimos que se alargue el permiso de maternidad (que está a la cola de Europa) siempre hay quien dice que eso perjudicaría a las mujeres, porque los empresarios no las contratarían si van a tener un año de permiso. Pero eso es absurdo. El permiso de maternidad no lo paga el empresario, sino la Seguridad Social. Con el sueldo que se ahorra puede contratar a un suplente.

    Comprendo que en algunos trabajos altamente especializados eso puede ser un problema, pero la mayoría de los trabajadores son fáciles de substituir. Curiosamente, nunca he oído el argumento equivalente referido a los varones. Varias veces he leído que en España los varones cobramos un 30% más que las mujeres. ¿No discrimina eso a los varones? ¿No preferirán los empresarios contratar mujeres, que salen más baratas?

    Por supuesto, los varones nunca vamos a pedir que nos bajen el sueldo para poder competir. No, el empresario que no quiere contratar mujeres no lo hace por los derechos de maternidad (las españolas son las mujeres con menos hijos y menos derechos de Europa), sino por puro machismo.

    Dilema: la mujer tiene que ponerse a trabajar para subsistir… pero la sociedad tiene que ponerse a procrear hijos porque si no está abocada a la muerte demográfica

    Ese es el motivo por el que los países del norte de Europa decidieron mejorar las ayudad a la maternidad. Ahora, Noruega, Suecia, Inglaterra y Francia tienen una tasa de natalidad de 12 por mil. España, sólo 10.

    Lo que usted dice sobre la necesidad de que la mujer atienda a los hijos y no trabaje suena a razonable pero ¿no es un poco utópico?

    No he dicho “la mujer”, he dicho “los padres”. Desde luego, para un nino de dos meses no es lo mismo estar con mamá que estar con papá. Pero a los dos años, durante ocho horas al día, sí que es lo mismo. Lo que no conviene es que se vayan los dos al mismo tiempo.

    ¿Utópico? En absoluto. Tenemos unos cinco millones de parados (y en la mejor época, antes de la crisis, había más de un millón y medio). Pero sólo nacen al año 500.000 ninos. Que justo los padres de los bebés tengan que trabajar fuera de casa sólo muestra falta de organización.

    «Creo que hay que ayudar de una forma u otra a las familias. No sólo a las mujeres»

    ¿Qué le parece la posibilidad de un salario social del Estado para las mujeres que trabajan en casa y tienen y crían hijos?… 

    No sé si un salario social es lo más adecuado. Alguien se tendría que sentar a comparar los sistemas de distintos países europeos y sus resultados. En todo caso, creo que hay que ayudar de una forma u otra a las familias. No sólo a las mujeres. A las familias.

    Por supuesto, al principio es importante que sea la madre la que esté con el bebé. Porque es la madre la que da el pecho, y porque para un bebé no es lo mismo estar con la madre que con otra persona. Pero los hijos no sólo necesitan a sus padres durante uno o dos años. A partir del año o año y medio, la mayoría de los ninos pueden estar felices con su papá mientras mamá va a trabajar (con su papá que no es lo mismo que en escolarizados, para eso sería mejor esperar unos tres años o más).

    O sea que no es bueno romper ese vínculo cuando crecen…

    A los cinco, diez o quince años, los hijos siguen necesitando a sus padres. No puede ser que un nino salga de la escuela y en su casa no haya nadie. No puede ser que un nino tenga tres meses de vacaciones y sus padres sólo uno. Y a esas edades tanto da que sea el padre como la madre el que pueda disfrutar de una reducción de jornada o de unos meses de permiso para cuidar a sus hijos.

    ¿Está la sociedad cambiando los roles en cuanto a la paternidad?

    Yo no pisé una escuela hasta los cinco años y no me quedé a comer hasta la universidad. Creo que el gran cambio es que los ninos de ahora, en España (no en otros países) pasan más tiempo separados de sus padres, y desde más pequeños, que nunca antes en la historia.

    Usted advertía en otra entrevista que si uno no vive como piensa acabará por pensar cómo vive. ¿Podemos vivir como pensamos tal como está el panorama?

    Podemos, pero nos hemos de esforzar. Y, en España, nos va a costar dinero. A la mayoría de los padres europeos les costaría mucho menos, porque el estado se haría cargo de buena parte de los gastos.

    «Lo que yo recomiendo es tratar a los hijos con cariño y respeto»

    Usted es defensor de ‘la crianza natural’ ¿En que se basa ese tipo de crianza?

    En realidad, nunca he usado ese término de “crianza natural”. Se supone que todo lo que hace el ser humano es, por definición, “artificial”. Lo que yo recomiendo es tratar a los hijos con cariño y respeto.

    ¿En qué se diferencia los padres de antes con los de ahora?

    Los padres del tercero izquierda son distintos de los del tercero derecha. Hablar de “los de antes” y “los de ahora” es una simplificación salvaje, cada familia es distinta. Una tendencia general, como comentaba antes, es la escolarización precoz. Los padres, como media, pasan menos tiempo que nunca con sus hijos pequeños. Pero por supuesto hay muchas excepciones. También parece existir un mayor consenso social en que no se puede pegar a los ninos.

    ¿Están los padres de ahora más desinformados en cómo criar a sus hijos?

    Aparentemente creen estar desinformados, pues se pasan el día buscando información. Nunca antes había habido tantos libros, webs, cursillos o talleres sobre cómo criar a los hijos. Antes los padres solían tener más experiencia directa, porque las familias eran más grandes: los mayores habían visto a muchos hermanitos, y los pequeños habían visto a muchos sobrinitos.

    «No hay una fórmula perfecta, porque el futuro es impredecible y no sabemos cómo van a salir los hijos (pero, por suerte, la mayoría salen bien)»

    ¿Hay una fórmula perfecta, un truco para criar a los hijos?

    Defina “perfecta”. Según la Academia «que tiene el mayor grado de bondad o excelencia en su línea».

    En ese sentido, supongo que todos los padres cuidan a sus hijos de forma perfecta, es decir, lo mejor que saben y pueden, dadas sus circunstancias, sus conocimientos y su propia biografía. Si entendemos por “fórmula perfecta” aquella que producirá hijos con las mejores cualidades (¿y cuáles serán esas cualidades? ¿Más listos, o más cariñosos, o más honrados, o mejores ciudadanos, o que ganen más dinero, o más deportistas, o más aficionados a la lectura…?), entonces no, no hay una fórmula perfecta, porque el futuro es impredecible y no sabemos cómo van a salir los hijos (pero, por suerte, la mayoría salen bien).

    Habrá conversado con multitud de padres a lo largo de su trayectoria profesional, ¿Qué es lo que más les preocupa?

    De las preocupaciones que cuentan al pediatra, “no come” parece la vencedora absoluta, seguida de “no duerme”, “llora mucho”, “tose mucho”… Pero sin duda hay preocupaciones más importantes, pero que no se cuentan al pediatra.

    La protección a la maternidad es un bien social/ Opcionis
    La protección a la maternidad es un bien social/ Opcionis

    Asegura que la guardería no es una buena solución para los pequeños…

    No. Los ninos están mejor con sus padres que en la guardería.

    Es usted fiel seguidor de la lactancia materna, ¿España la ha dejado de promocionar?

    No ha habido mucha promoción desde arriba, desde el ministerio y otras instituciones. Pero sí ha habido un fuerte movimiento desde abajo, una eclosión de grupos de madres.

    Dice usted que no pasa nada porque el nino duerma en la cama de sus padres

    Yo dormí en la cama de mis padres. Cuando doy una conferencia sobre el tema suelo preguntar “¿alguien en la sala no durmió nunca en la cama de sus padres?”, y raramente levantan la mano más de un 10%.

    «No tengamos miedo a demostrar a nuestros hijos lo mucho que les queremos»

    En realidad ¿Que necesitan los ninos de sus padres?

    Cariño y tiempo. Donde “cariño” no es una idea teórica. El cariño, en la especie humana, se demuestra con atención y contacto físico. Imagine que tiene un novio o una novia que le dice con frecuencia “te amo, te adoro, te quiero mucho”. Pero nunca le besa, nunca le abraza, nunca le da la mano. Le llama para salir y siempre contesta “no puedo, tengo cosas que hacer… ¡pero te quiero igual!”. No le acompaña al cine, a pasear, a tomar un café. No le escucha cuando intenta contarle sus preocupaciones. Sigue mirando la tele o el móvil cuando usted intenta hablarle.

    ¿Le parece que de verdad le quiere mucho? Pues un bebé ni siquiera sabe hablar. No sirve de nada decirle “te quiero”. Hay que demostrárselo. Lo tiene que notar. No tengamos miedo a demostrar a nuestros hijos lo mucho que les queremos.

     

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    Entrevista realizada a: Carlos González

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    ​Madrileña, ​G​raduada en ​P​eriodismo y ​C​omunicación ​I​ntegral por la ​U​niversidad Francisco de Vitoria. Graduada en ​L​ocución de ​R​adio y ​D​oblaje de ​C​ine. Comenzó en el periódico universitario, ​se ha formado en ​E​uropa ​P​ress​ y colabora como bloguera en The Shed Coworking​. Está ​comprometida con la vida y los valores​ ​poniendo su voz allí donde lo importante este.