Leonor Tamayo es madre de 10 hijos, presidenta de Profesionales por la Ética y de Women of the World. Además, ha tenido tiempo de escribir un libro que acaba de publicar, Mi historia y once más, de la editorial Áltera, en el que desde su experiencia vital aboga por la identidad femenina, el matrimonio y la maternidad.
Y en medio de todo su trajín diario, ha tenido tiempo de conceder una entrevista a Actuall, justo antes de la huelga feminista del 8 de marzo, que ella no hará porque no quiere renunciar a sus hijos, como ellos cuidan de ella con sus abrazos, sus besos y sus «buenos días».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora10 hijos, marido… ¿cómo se organiza una madre el horario para llevar adelante una casa y una familia así?
Es exactamente igual que en cualquier otra familia pero con más cantidad de todo. Es exactamente igual. El horario es el mismo, la compra, la comida, los deberes… todo es lo mismo pero mucha más cantidad. Y hay que dedicarle quizás más tiempo, pero nada más.
¿Cuentan con alguna ayuda externa o sólo lo hace usted y su marido?
Nosotros. Lo de no trabajar y tener 10 hijos no da para tener una ayuda en casa. Pero entre todos nos apañamos, sobre todo, porque se rebaja el listón. La casa no está muy ordenada y a lo mejor la comida no es súper natural y maravillosa y estupenda todos los días, pero se llega a lo que se puede.
«Lo mejor a lo que aspiro es a la felicidad de mis hijos y de mi familia. Y para lograr eso pongo a mis hijos en primer lugar»
¿Cómo encaja uno el ‘bajar el listón’? A todos nos han educado a llegar a la cúspide y limitarse uno, ¿cómo lo lleva uno?
Cuando quieres algo, cuando tienes 10 hijos, cuando tienes la casa, el marido, comemos los 12 en casa todos los días… Cuando tienes todo eso y ves que no llegas; querer llegar y no poder, te supone frustración interna, te pone de mal humor, acabas viendo que lo pagan los demás. Porque quieres que esté todo ordenado, todo perfecto y alguien de repente se vuelve a dejar la mochila tirada en el suelo y eso te supone dar un grito a destiempo, no tener tiempo para estar con ellos cuando llegan los pequeños o no irte de excursión el fin de semana porque tienes que ordenar o tienes que limpiar, es cuando entonces dices: «lo mejor a lo que aspiro es a la felicidad de mis hijos y de mi familia«. Y para lograr eso pongo a mis hijos en primer lugar. El resto es completamente secundario.
¿Tienen tiempo su marido y usted para tener vida de pareja?
Una cosa que cuento siempre y creo que es fundamental es que nosotros todos los días, cuando se han acostado los niños, a las 10 preparamos una cena especial. Yo me pongo a preparar una cena especial, no la misma de los niños, la que sea mientras Paco (su marido) pone la mesa, enciende las velas, pone la música correspondiente, enciende la chimenea y cenamos los dos con nuestra copa de vino. Todas las noches cenamos los dos solos tranquilamente y echamos ahí todo el rato.

¿Qué le parece la huelga del 8M?
Me da pena. Sobre todo me da pena porque sigue vigente el enfrentamiento entre hombres y mujeres, que parece que somos enemigos. Como si tuviéramos que estar peleándonos. Eso que es lo que se transmite y lo que más se ve pues la gente lo asimila sin darse cuenta, y al final están peleándose, el marido y la mujer, para ver quién hace, quién no hace y transmite una imagen de tristeza. Es enfrentamiento, es frustración. No creo que eso trasmita una idea alegre, que te pueda llevar a ser feliz, pisar al que sea con tal de subir yo, que al final es un poco lo que se transmite con estas cosas. Este feminismo radical da una idea de la mujer que no necesita a nadie, y nadie necesita de ella. ¿Y eso da felicidad? La felicidad está en darse a los demás, el entregarte, el querer y que te quieran.
Una de las propuestas es que la mujer, ese día, dejara de cuidar a las personas a las que tuviera a cargo…
Ahora me enfado y no respiro. No tiene sentido. Yo quiero hacerlo, me gusta hacerlo, me quieren, me necesitan, les quiero y les necesito. Y claro que les cuido y ellos me cuidan a mí. A ver si no es cuidarme que de repente se tiren en brazos y te digan te quiero y me den besitos. Así, sin más. A ver si voy a hacer huelga de eso.
¿Comparte algo de lo que defienden: no discriminación en el trabajo, brecha salarial…?
No. El tema de la brecha salarial que se está hablando tanto… Es cierto que la hay, pero está manipulado. Efectivamente hay una brecha salarial. Si tú miras el conjunto de las mujeres y el conjunto de los hombres, las mujeres ganan menos. Porque las mujeres voluntariamente han asumido el tener una reducción de jornada, una jornada menor, hacer menos dobles turnos. Ese tipo de cosas que evidentemente les lleva a ganar menos. Es una elección. La brecha salarial está motivada por la maternidad. Pero no en sentido negativo, porque la eligen.
Si mi hija decidiese dedicarse al trabajo y dejase de lado la maternidad, le diría que viera que eso que va a hacer lo hace porque le hace feliz y que decida en plena libertad
¿Siempre había deseado tener una familia tan numerosa?
No. Yo jamás lo pensé, en ningún momento. A mí me gustaba. Nosotras éramos cuatro hermanas y siempre me hubiera gustado tener más hermanos. Jamás lo pensé. Cuando nació la cuarta siempre había tenido la sensación de que era la última. Me parecía razonable: dos chicas, dos chicos. Estupendo. Todo muy bien, todo muy organizado. Y lo viví como si fuera la última. Luego nació Isabel y de repente fue darnos cuenta de que somos unos privilegiados.
¿Qué pensaría si alguna de sus hijas decidiera dedicarse al trabajo y dejase de lado la maternidad?
Yo lo que le diría es: “Decide, pero que sea en plena libertad, no forzada por unos modelos que vienen de fuera. Ni tampoco forzada por el modelo que ves en casa, pero en libertad. Que realmente tú veas que eso es lo que quieres hacer porque lo que te hace feliz, porque es lo que crees que de verdad te va a hacer feliz”.
Si volviera a empezar de cero… ¿repetiría su historia de vida?
Por supuesto. Estoy absolutamente feliz y si hubiese podido tener más hijos los tendría encantada de la vida. No tengo ninguna duda y estoy absolutamente satisfecha. Yo dejé de trabajar por una situación laboral muy tensa en la que al final dije “ya no puedo más”, y dejé de trabajar. Y luego lo agradecí. Y dije “realmente estoy haciendo lo que de verdad quería hacer”. Que era quedarme en casa. Es lo que quería pero a lo mejor no me atrevía, pensábamos que con un solo sueldo no íbamos a poder vivir y luego ves que sí. Y además, creo que el dejar de trabajar es lo que me ha permitido tener tantos hijos. Si no, hubiera sido incapaz de volverme a enfrentar a decir que estaba embarazada, que si una excedencia, que si una reducción. No creo que hubiera sido capaz y hubiese tenido menos con tal de no volver a pasar por eso.
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