José Luis Restán dice tener una mirada “exigente y tolerante, abierta y crítica” para hablar de cuestiones de fe. Es el director editorial adjunto al presidente en COPE, donde ejerce desde hace 25 años.
Este madrileño, que estudió Ingeniería aunque su “vocación” es el Periodismo, cree que España sufre el laicismo cultural y político “más primitivo y acartonado de toda Europa”. Además, analiza para Actuall la actualidad política, la lacra del aborto, habla de la eutanasia, de los cristianos perseguidos y del Estado Islámico, entre otras cuestiones.
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Suscríbete ahora¿Quién es José Luis Restán? ¿Cómo es su hogar?
He tenido la fortuna de nacer y crecer en una familia donde se vivía la fe de manera natural y cotidiana. Creo que eso me ha dado una mirada a la vez exigente y tolerante, abierta y crítica.
Me casé hace treinta años y tengo tres hijos. Para mí la casa, el hogar, es el lugar de la memoria, el lugar donde recuperar una y otra vez el sentido de la vida, la esperanza que me sostiene.
¿Por qué decide dedicarse al Periodismo?
Estudié ingeniería y estoy muy contento de haberlo hecho, pero después las circunstancias me hicieron entender que estaba llamado a otra cosa. La vocación es eso, reconocer a través de los hechos que suceden que eres llamado. Yo estoy en el periodismo por eso, no porque quisiera salir huyendo o por cualquier forma de romanticismo.
25 años en COPE, diez en Contenidos y Línea editorial….
En COPE he podido trabajar y aprender, crecer profesionalmente y servir a la misión de la Iglesia, y además ganarme el pan… No es poca cosa. Llevo 25 años en esta casa, quince como directivo, responsable de la Línea Editorial y de la Programación religiosa. Menuda aventura, no tengo espacio aquí para agradecer todo lo que debería.
¿Cómo vive la cadena su nueva temporada con Herrera en la franja de la mañana?
La presencia de Herrera en la mañana es una grandísima oportunidad, está colocando a COPE en el candelero, nos está permitiendo incidir de una manera mucho más eficaz en el debate público, no sólo a través de su programa, porque tiene una gran fuerza de arrastre. Naturalmente todo esto tiene su reflejo en la marcha económica de la empresa, lo cual es también una buena noticia.
¿Cómo afronta la radio esta temporada en la información sociorreligiosa?
La Programación Religiosa sigue siendo una pieza clave dentro de una programación generalista. Siempre digo que COPE no va a ser más fiel a su vocación porque tengamos más horas de programación religiosa (aunque en ocasiones yo puedo desearlo), sino porque nuestro ideario sea adecuadamente reflejado en toda la programación, en cada caso de acuerdo con el formato correspondiente.
¿Se notan los cambios en la cadena cuando hay nombramientos en la Conferencia Episcopal o en el Arzobispado?
La línea maestra de la programación religiosa es la que marcan los obispos españoles y el Papa a través de sus prioridades pastorales, su magisterio y su actividad. La vida de la Iglesia es siempre renovación en la continuidad, así que eso se puede aplicar exactamente igual para nuestra programación.
¿Se está comunicando bien la fe?
Comunicar es siempre una aventura, un intento, una aproximación. También cuando se comunica la fe. Es algo que estamos aprendiendo siempre, es un diálogo que tiene en cuenta la realidad permanente de la fe y la situación cambiante de la historia. No hay reglas fijas ni formularios. Por lo que se refiere a COPE creo que ese intento constante viene dando sus frutos desde hace años, lo que no significa que no hay siempre que mejorar.
“La iglesia está siempre necesitada de reformas, siempre en camino de purificación. Benedicto XVI ha sido un maestro y ahora Francisco, con su estilo, lo está llevando a cabo”
¿Cree que los cambios en la Iglesia van en línea con la realidad social? ¿Está de acuerdo con ellos?
En cuanto a los cambios en la Iglesia, lo que destaco es que siempre han existido. La Iglesia es un cuerpo vivo, está en la historia y san Juan Pablo II decía en su primera encíclica, Redemptor Hominis, que “el hombre es el camino de la Iglesia”. Hoy como ayer la Iglesia tiene que moverse (estar en salida, le gusta decir al papa Francisco), no para adaptarse al mundo y a sus modas, sino para encontrar al hombre y comunicarle a Jesucristo como respuesta.
Por lo demás, ya los antiguos Padres decían que la Iglesia está siempre necesitada de reforma, siempre está en camino de purificación. Benedicto XVI ha sido un maestro de todo eso y ahora Francisco, con su estilo, con su fuerza de testimonio impresionante, lo está llevando a cabo. Pero siempre será una tarea inacabada.
¿Cree que quienes aconsejan al Papa está haciendo bien su trabajo?
Al Papa le aconsejan muchas personas, no sólo un grupo. Él quiere escuchar a los obispos de todo el mundo, pero también a los fieles, a las asociaciones y movimientos, a la Órdenes religiosas. No sé si todos hacen bien su trabajo, ¿quién puede medirlo? En todo caso yo estoy muy tranquilo, muy sereno al respecto. La Iglesia en su camino puede accidentarse (ya lo dice Francisco), pero es el Señor quien la lleva adelante. Y lo peor que puede hacer un fiel sencillo como yo, es alimentar reservas o escepticismos. Pedro es siempre el lugar de la última paz para un cristiano y Pedro ahora se llama Francisco.
¿Cree que en España se está viviendo con división la realidad eclesial?
Creo que el buen pueblo de Dios, también en España, vive esto cotidianamente de un modo sencillo, sin crearse falsos problemas.
¿Qué opina del ataque laicista que sufre España?
Lo que me preocupa del laicismo no son tanto los actos grotescos, la cerrazón patética y la miopía de quienes lo encarnan, sino la debilidad de los católicos para estar realmente presentes, con todo el espesor, la riqueza y el alcance de su fe en la plaza pública. Algo que, por cierto, nadie puede impedirnos. Sigo pensando, como nos dijo Benedicto XVI en Compostela, que España debería ser un laboratorio para el encuentro (no para el choque) entre la tradición católica y el pensamiento laico.
Desde luego, la primera responsabilidad de que eso no suceda ahora es del laicismo cultural y político, quizás el más primitivo y acartonado de toda Europa. Pero reconozcamos que los católicos españoles también tenemos tarea y no siempre sabemos afrontarla.
“La cabalgata fue una bufonada pero, además de quejarnos, ¿por qué no ponemos en marcha una forma alternativa de celebrar la bellísima fiesta de los Reyes?”
¿Fue con sus hijos a la cabalgata? ¿O prefirió buscar belenes en Madrid esta Navidad?
Desde luego no fui a la cabalgata, ¡mis hijos ya son adultos!, pero en cualquier caso puedo decir con conocimiento de causa que fue una bufonada de muy baja calidad. Por cierto, además de quejarnos de nuestra administración municipal, ¿por qué no ponemos en marcha una forma alternativa de celebrar la bellísima fiesta de los Reyes? Hablamos mucho de sociedad civil, pero al final esperamos demasiado de la Administración, también en cosas como ésta.
¿Qué balance hace de la realidad política española?
En este momento concreto, una vez que los españoles se han pronunciado el 20-D con los resultados que conocemos, yo apuesto por un pacto de las fuerzas constitucionalistas (PP, PSOE y Ciudadanos) porque me parece la solución más realista y eficaz para proteger el bien común de los españoles, para salvaguardar la herencia de la Transición en lo más valioso que tiene. Y ya que Rajoy es de largo el candidato que más votos ha obtenido, parece razonable que le corresponda liderar el intento, al menos en principio.
¿Cree que Rajoy es la única tabla de salvación?
En primer lugar yo no creo que Rajoy sea ninguna tabla de salvación. Ni lo es él ni ningún otro líder político y tampoco partido alguno por magnífico y coherente que fuera con los valores que yo pretendo defender. La política no es tabla de salvación. La política tiene la noble función de salvaguardar del modo más adecuado posible el bien común, con los condicionantes del momento histórico, con la cultura y la sociedad en las que ejerce su función. Ni más ni menos, y siempre de una forma contingente y aproximada.
Si gobernara PSOE-Podemos, ¿cree que se tomaría conciencia de lo nefasto de este tipo de gobierno y serviría para recapacitar?
En cuanto a un posible gobierno PSOE-Podemos (que no descarto), creo que sería negativo para muchas cosas: para la economía y el empleo, para la libertad de educación, para lograr una laicidad positiva y también para la unidad de España. Sin embargo no creo mucho en las terapias sociales, ya vimos lo que sucedió tras la primera legislatura de Zapatero: la mayoría volvió a preferirle. Yo nunca he sido ni seré marxista, así que no me gusta nada eso de “cuanto peor, mejor”.
“En este momento histórico el problema de fondo está en nuestra sociedad, mucho antes y mucho más profundamente que en los partidos”
Pero ve una tabla de salvación en un partido que no ha recapacitado sobre leyes socialistas como la del aborto o el matrimonio homosexual…
Insisto en que no veo tablas de salvación, la salvación sólo puede venir de otro lugar, no de un partido. Otra cosa es que critiquemos (yo lo he hecho sin descanso) que un partido no cumpla sus compromisos electorales y pierda progresivamente la savia cultural que le permitiría apoyar un cambio en esta materia.
En este momento histórico el problema de fondo está en nuestra sociedad, mucho antes y mucho más profundamente que en los partidos. El trabajo principal es el trabajo en la base social a través del testimonio, la educación, la acogida, el debate cultural… también la movilización inteligente en la calle y también la interlocución con los políticos (de diversos partidos) para conseguir avances en la custodia eficaz y la promoción de la vida humana. En todo caso, insisto, en las coordenadas actuales (que son las que son, no las que nos gustaría) la solución política que yo prefiero también sería la mejor para evitar una radicalización en temas como la eutanasia.
¿Cree que es posible el aborto cero? ¿Para cuándo?
El trabajo para promover una auténtica cultura de la vida es para varias generaciones, requiere paciencia, inteligencia, compasión… Será como plantar olivos, como cambiar la cultura de los bárbaros en Europa durante la época benedictina.
“El órdago independentista catalán se mantendrá y crecerán nuevas ramificaciones en el País Vasco, Galicia y Comunidad Valenciana. Atención a las alianzas de Podemos con las Mareas y Compromís”
Saque la bola del futuro de nuevo. ¿Qué cree que va a pasar con el órdago independentista? ¿Y qué consecuencias tendrá?
El órdago se mantendrá y crecerán nuevas ramificaciones en el País Vasco, quizás también en Galicia y la Comunidad Valenciana. Atención a las alianzas de Podemos con las Mareas y Compromís. No me hago ilusiones a corto plazo. Hay que combinar la defensa rigurosa de la legalidad con la necesidad de un trabajo social y cultural (¡volvemos siempre al mismo tema!), recuperar una idea-imagen de España como proyecto apasionante y conveniente.
Me ha impresionado escuchar a Teo Uriarte, antiguo militante de ETA en los 70, que España es el espacio de verdadera libertad, que tiene a la espalda un fundamento muy sólido de convivencia, de relaciones y de cultura para construir un futuro en paz y libertad. ¡Qué suicidio sería ir contra eso, en todos los sentidos!
¿Cómo cree que se puede combatir al islamismo radical?
Es un combate en varios planos que no son excluyentes. Hace falta una respuesta policial y jurídica, naturalmente; una respuesta política, buscando sostener a países como Jordania, Líbano, Túnez, Egipto, que están combatiendo al terrorismo y favoreciendo una convivencia plural; y forzando a algunos “aliados” como Arabia Saudí y Qatar a cambiar de política. Pero también forma parte de la respuesta un diálogo claro y sincero con las autoridades musulmanas.
El islam vive un desgarro interno de enormes proporciones, necesita evolucionar en la buena dirección, cambiar los sistemas educativos y clarificar la relación de la fe y la razón como pidió Benedicto XVI en Ratisbona.
¿Cree que España y la comunidad internacional están haciendo lo que deben?
Para luchar contra el yihadismo Europa necesita reencontrase a sí misma, recuperar su verdadera cultura con los elementos de razón abierta, de búsqueda de la verdad, de afirmación de la dignidad humana y de apertura al infinito. Aunque a algunos les parezca paradójico, el nihilismo occidental abona el avance del yihadismo.
¿Qué opina de una intervención militar?
Sobre intervenciones militares sólo digo que deben estar dentro de este cuadro y al servicio de estos objetivos. Porque si no, pueden incluso empeorar la situación, como ha sucedido en Irak a pesar de las proféticas advertencias de Juan Pablo II.
¿Está tomando conciencia la sociedad española de la realidad de los cristianos perseguidos en el mundo? ¿Qué se puede hacer sobre la cuestión desde las instituciones?
Quiero creer que sí, pero una sociedad que se preocupa poco por el verdadero significado y alcance de la libertad religiosa en su propia convivencia, es difícil que comprenda lo que está en juego con la persecución en países como Irak, Pakistán o China.
Europa ha empezado a moverse algo, países como Alemania e Italia tienen este tema en su agenda internacional y ahí tenemos el reciente discurso de Cameron. Aquí en el Congreso fue escuchado el testimonio del Director de Ayuda a la Iglesia Necesitada, algo impensable hace unos años. Son pequeñas luces que indican un despertar. Pero, como siempre, toca a la sociedad civil, a las comunidades cristianas, mantener vivo este reclamo y esta exigencia.
Por lo demás, tenemos mucho que agradecer al testimonio de estos cristianos que nos recuerdan cuál es el tesoro de la vida, la perla por la que merece la pena perder incluso tu propia casa. Son testigos de la fe, claro, pero también de esa ciudadanía de la que algunos se llenan la boca sin saber siquiera qué significa realmente.