Los continuos éxitos cosechados en innumerables investigaciones con células troncales adultas -que, sin embargo, no suelen llegar a la opinión pública-, en contraposición con los poco fructíferos ensayos con células troncales embrionarias -pese a que estos últimos sí que cuentan con un amplio apoyo mediático- llaman a abordar de nuevo un debate que no debe ser olvidado: la diferencia real entre investigaciones y ensayos clínicos con unas y otras células.
Una de las voces más autorizadas en la materia es Mónica López Barahona, doctora en Ciencias Químicas con más de 20 años en investigación de Oncología Molecular en diferentes centros de Alemania, España, Austria o Estados Unidos.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraComo resultado de sus investigaciones ha publicado más de 300 comunicaciones en congresos nacionales e internacionales y ha sido galardonada por organizaciones como la Asiociación Española contra el Cáncer. También es Máster en Filosofía.
En su extenso currículo destaca además su labor como vocal en el Comité Asesor de Ética en la Investigación Científica y Técnica; miembro del Comité Director de Bioética del Consejo de Europa; decana de la Facultad de Ciencias Biosanitarias de la Universidad Francisco de Vitoria (1996-2006), donde impartía Oncología Molecular y Bioética; directora general académica del Centro de Estudios Biosanitarios; y miembro ordinario de la Pontificia Academia para la Vida.
Aunque lo habitual es hablar de «células madre», la doctora advierte de que el término correcto es «células troncales» y con, esa premisa, entramos de lleno en la cuestión:
«La obtención de células troncales adultas no implica matar al individuo del que se obtienen»
Doctora, ¿la investigación con células troncales embrionarias implica siempre destrucción de vidas humanas?
Las células troncales embrionarias se obtienen a partir de embriones que se han generado in vitro. En la fase de desarrollo embrionario en que las células embrionarias se obtienen, éstas son parte constitutiva del embrión, por lo que hay que destruir al embrión para obtenerlas. Por tanto, la investigación con células troncales embrionarias conlleva la muerte del embrión en el proceso de obtención de las mismas. Siendo el embrión humano una vida humana, implica por tanto destruir vidas humanas en las primeras fases de su desarrollo.
Por el contrario, ¿cómo se obtienen las células troncales adultas?
Las células troncales adultas están presentes en prácticamente la totalidad de los tejidos humanos. Hay células troncales adultas en la piel, en el sistema nervioso central, en la sangre, en el aparato digestivo, etc. La obtención de estas células no implica matar al individuo del que se obtienen. En función del tejido a partir del cual se extraigan, la técnica será más o menos invasiva, pero en ningún caso mortal.
¿Podemos saber exactamente cuántos ensayos clínicos existen a día de hoy con células troncales adultas?, ¿y cuántos con células troncales embrionarias? ¿Cualquier ciudadano puede tener acceso a esos datos? ¿Dónde están publicados?
Sí, existe una página web que recoge los ensayos clínicos en marcha con ambos tipos de células. La web es www.clinicaltrials.gov. Y a día de hoy, el número de ensayos clínicos que recoge la mencionada fuente con células troncales adultas es 5.565 y con células troncales embrionarias es 48.
¿Cuáles son las enfermedades que más se están beneficiando de la investigación con células troncales adultas?
Son muchas las enfermedades beneficiadas a día de hoy de esta investigación. Entre ellas cabe destacar enfermedades cardiovasculares, enfermedades neoplásicas, fundamentalmente hematológicas, fístulas, enfermedades hepáticas y enfermedades pulmonares entre otras.
¿Cuáles con células troncales embrionarias?
La gran mayoría de los ensayos clínicos con esta células están en fase de reclutamiento de pacientes. Las enfermedades que a día de hoy se han beneficiado de esta investigación son enfermedades degenerativas de retina o mácula.
¿Podemos decir, entonces, que las células troncales adultas son las únicas con resultados probados en la curación de enfermedades?
Podemos decir que [las células troncales adultas] son las que tienen una eficacia probada en la cabecera del enfermo y las que han aportado terapias eficaces en un amplio número de patologías.
[Por el contrario], las células troncales embrionarias crecen de forma descontrolada cuando se tratan de diferenciar fuera del embrión y generan tumores muy agresivos que impiden que puedan emplearse como estrategia terapéutica eficaz.
«Ninguna vida humana debe ser eliminada por otros seres humanos por muy loable que pueda ser el fin que se persigue»
¿Por qué se ha admitido, como si de un dogma se tratase para la sociedad y en los medios de comunicación, que es imprescindible la investigación con células troncales embrionarias, y que quienes se oponen a la destrucción de embriones humanos están en contra del avance científico en la curación de muchas patologías?, ¿a quién le interesa mantener esa mentira?
Considero que, como consecuencia de la práctica de la fecundación in vitro hay miles de embriones congelados para los que muchos consideran que la mejor opción es matarlos y utilizarlos para investigar.
Sin embargo, la evidencia de los datos documentados anteriormente, pone de manifiesto que las células troncales embrionarias no son una alternativa terapéutica válida. A pesar de ello, quienes no aceptan la evidencia científica de que en el embrión hay una vida humana o quienes aceptando esta realidad consideran que la vida del embrión es disponible y tiene menor valor que la vida en otras fases de desarrollo, apoyan la investigación con embriones y argumentan que la investigación a pesar de no aportar a fecha de hoy alternativa terapéutica no puede ni debe detenerse y que el bien de la investigación justifica la destrucción de embriones.
Sin embargo, una vida humana tiene un valor infinito independientemente del estado de desarrollo en el que se encuentre y de las características de salud, raza, genes, etc. que tenga. La dignidad del ser humano está en el mero hecho de ser un individuo de la especie humana y su vida debe protegerse y respetarse siempre y de forma especial en las fases más vulnerables.
¿Qué podemos hacer quienes tratamos de buscar la verdad?
Tenemos el deber de informarnos y de formarnos y de alzar la voz de forma clara y rotunda en defensa de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural.
Ningún ser humano en ningún momento de su vida debe ser instrumentalizado ni utilizado como medio, pues cada hombre es un fin en sí mismo. Y ninguna vida humana debe ser eliminada por otros seres humanos por muy loable que pueda ser el fin que se persigue eliminándola.