Si el Gobierno de Angela Merkel aprueba esta posibilidad, el dinero de los contribuyentes alemanes servirá para financiar ‘pornografía feminista’ bajo excusa de la lucha por la igualad y contra el sexismo.
Según informa el Daily Mail, un grupo de legisladores progresistas está impulsando una ley que permita financiar pornografía ‘igualitaria’ que represente a “gordos, flacos, jóvenes y ancianos”. Las cadenas públicas ARD y ZDF serían las encargadas de transmitir esas películas para adultos pero a la que podrían acceder todos los ciudadanos, menores de edad incluidos. La sexualización total de la sociedad alemana está a un paso de ser real.
Estos legisladores cree que “la pornografía existente generalmente muestra esterotipos sexistas y raciales en los que el consentimiento no es un tema y ciertos tipos de cuerpos se fabrican como estándares”. También se quejan de que no muestra el “uso responsable de métodos anticonceptivos”. Es decir, quieren usar un producto de consumo masivo para seguir adoctrinando con sus posturas antinatalistas.
¿Por qué en vez de limitar el acceso a la pornografía online –algo sumamente fácil de conseguir- plantean producir más?
Sánchez Acosta: «Los niños que consuman porno entenderán las relaciones como un puro intercambio de placer»
María Jesús Sánchez Acosta, educadora social en AVIVACAN, se muestra contraria a dicha medida porque “el cerebro de un niño es como una esponja, todo lo que ve desde pequeño su cerebro lo absorbe y lo procesa, asentándose un comportamiento para el futuro”, es decir, “en el futuro habrá muchísimas más personas con unos impulsos sexuales mucho más fuertes y viciados de lo que naturalmente deberían ser”, explica.
“¿Por qué hay que enseñar a un niño de cinco o seis años algo que no es necesario que lo conozca a dicha edad?”, se pregunta, “la pornografía, sea cual sea, no es recomendable en personas que no tienen un criterio formado para ser capaces de discernir la realidad de lo que no es”. El daño a los más pequeños es evidente.
El objetivo parece ser de nuevo la introducción de elementos que sirvan para romper la convivencia intrafamiliar, así como desligar al individuo de lazos afectivos. “Los niños que consuman porno entenderán las relaciones como un puro intercambio de placer -cuanto más lo vean más sentirán ese impulso y más necesitarán satisfacerlo- y eso dificultará o imposibilitará el tener relaciones personales basadas en el entendimiento del otro”, sentencia.
Gabriele Kuby, socióloga alemana experta en la revolución sexual implantada en Occidente desde mediados del siglo XX, partició en el I Congreso Internacional sobre Género, Sexo y Educación organizado por CitizenGO y HazteOir.org donde expuso los fundamentos de esa revolución sexual que parece ir a más.
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