El Ayuntamiento de Barcelona ha notificado a la asociación HazteOir.org la incoación de un procedimiento sancionador a cargo del Instituto del Paisaje Urbano y la Calidad de Vida del consistorio que prevé la imposición de una multa de 60.000 euros por haber infringido la Ordenanza de los Usos del Paisaje Urbano.
Según se detalla en la notificación, el Ayuntamiento de Barcelona estima que la presencia de un autobús fletado por HazteOir.org el pasado mes de marzo par expresar con libertad la oposición de las leyes ideológicas y en especial la ley de violencia de género que discrimina al varón en función de su sexo, elimina la presunción de inocencia en la práctica e invierte la carga de la prueba.
El autobús llevado a la Ciudad Condal estaba recubierto de color morado, con la leyendas «No es violencia de género. Es violencia doméstica»; «Las leyes de género discriminan al hombre» y «Casado, Rivera, Abascal: «Derogad las leyes de género».
Estos mensajes se acompañaban de una imagen de Adolf Hitler con los labios y las mejillas maquilladas, el símbolo feminista en la prenda de cabeza militar y el lema «#StopFeminazis».
Tres infracciones concurrentes
A juicio del Ayuntamiento de la Ciudad Condal HazteOir.org habría cometido una infracción «muy grave» y dos calificadas como «graves» relacionadas con la Ordenanza de Usos del Paisaje Urbano.
Según está dispuesto en la norma, las graves son sancionadas con hasta 6.010 euros y las muy graves con multas de hasta 60.000. El ayuntamiento entiende que «atendida la conexión de causa efecto y la concurrencia de infracciones derivadas del mismo hecho, se propone la sanción más grave, en su grado máximo, es decir 60.000 euros«.
Según la notificación recibida por HazteOir.org, la asociación habría incurrido en «la difusión de mensajes que atenten contra la dignidad de la persona, vulneren los valores y los derechos reconocidos por la Constitución Española, especialmente en aquello que hace referencia a la infancia, la juventud, la mujer y los sectores sociales más marginados», calificado como infracción muy grave.
Asímismo, se le adjudica dos infracciones graves relacionadas con la prohibición según la cual «no se admiten las actividades publicitarias que comporten la colocación de material en los vidrios u otros elementos de los vehículos» y tampoco son permitidas «las actividades publicitarias en los casos en que afecten de forma relevante los intereses públicos generales».
El plazo máximo para la resolución del procedimiento es de seis meses. HazteOir.org dispone ahora de diez días para formular las alegaciones que considere pertinentes y, si desistiera y reconociera ser responsable de tales infracciones, podría acogerse a un pago reducido en un 20%, al que se le podría sumar otra rebaja de igual entidad por pronto pago. En total, un 40% sobre el total, que dejaría el montante final en 36.000 euros.
Violencia y piedras contra el autobús
El paso del autobús de HazteOir.org por Barcelona llevó a grupos radicales a ejercer violencia contra el vehículo y acoso a sus ocupantes. Al menos una docena de personas vinculadas a la CUP y grupos ultraizquierdistas, embozados para ocultar su rostros, impidieron la libre circulación del autobús, lanzaron piedras, realizaron pintadas, colocaron pegatinas y arrancaron el vinilado.
Las acciones violentas de estas personas obligaron a los Mozos de Escuadra a desplegar una columna de agentes ‘antidisturbios’ para disolver la acción coactiva y violenta, mientras que miembros de la Guardia Urbana recogieron las piedras usadas a modo de proyectil contra el autobús de HazteOir.org.
Denuncia de la Fiscalía
La presencia del autobús en Barcelona también llevó a la Fiscalía a denunciar por un presunto delito de odio al considera que sus mensajes atancan «la dignidad, los derechos y la libertad de las mujeres, creando un clima que normaliza la discriminación contra las mujeres y las insulta al vincular sus ideas con el régimen nacional socialista”.
Para el Ministerio Público adscrito al Servicio de Delitos de Odio y Discriminación se trataría de acciones que “entrañan humillación o cuando menos descrédito contra el colectivo de mujeres y contra las organizaciones que defienden la igualdad entre hombres y mujeres, sin que dichos hechos estén amparados por la libertad de expresión”.
“Los responsables de la campaña no se limitan a pedir la derogación de lo que ellos denominan leyes de género, opción legítima dentro de la Constitución, sino que lo hacen en términos ofensivos, humillando y desacreditando al colectivo de mujeres”, argumenta.
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