El primer ministro Justin Trudeau es un hombre de palabra, sobre todo si se trata de un avance progresista para su país, Canadá. Y prometió hace unos meses que su país no se quedaría atrás en el avance de los derechos LGTBI y permitiría a los personas trasngénero ir a la prisión según su identidad sexual y no conforme a su sexo biológico.
Dicho y hecho. Ahora, las cárceles en Canadá ficharán a las personas según cómo se sienten y no por sus cromosomas, un avance progresista al que busca acogerse el reo Fallon Aubee, un hombre transgénero condenado a cadena perpetua por asesinato que quiere pasar su tiempo en una prisión femenina.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEste traslado todavía no es oficial, pero todo hace indicar que se llevará a cabo en las próximas semanas en el que se convertiría en el primer traslado de prisión del país de un hombre transgénero a una cárcel femenina.
La nueva política penitenciaria de Trudeau vigilará que nadie sea discriminado por su identidad sexual
El primero de Canadá pero no del mundo, ya que hace un mes también un hombre transgénero, condenado por violación, logró entrar en una penitenciaria de mujeres en el Reino Unido.
Esta nueva política penitenciaria de Trudeau vigilará que nadie sea discriminado por su identidad sexual, y revisará todos los casos previos para corregir errores y colocar a cada preso en su lugar.
«El Servicio Correccional de Canadá se ha comprometido a asegurar que todos los presos que se identifican como transgénero reciban el mismo trato y protección que los demás», declaró la portavoz gubernamental Lori Halpern.
El protagonista de la historia, el preso transgénero Aubee, se muestra muy optimista con estos avances progresistas: «Es una oportunidad de hacer historia, supongo, pero sobre todo porque así otros transgéneros podrán satisfacer sus necesidades e ir a la prisión que les corresponde, y ese es mi objetivo», reconoció a CBC News en una entrevista telefónica.
Aubee, que admite que se plantea someterse a una operación de cambio de sexo aunque no todavía, denuncia que sufre maltrato y discriminación en la prisión, e incluso que ha recibido llamadas amenazadoras y ha pensado en el suicidio.
«La discriminación no ha cesado y, tristemente, los que evalúan estos hechos no están entrenados en las necesidades de las personas transgénero», alegó.
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