
Es la doble cara de China: por un lado los rascacielos, el glamour del bussiness y los inversores extranjeros; por otro, el horror de una dictadura comunista con un Estado voraz que impone la muerte de ninos, como la dramática historia de la joven Anxiang.
Las mujeres en China se enfrentan a una lucha continua entre defender a sus familias y honrar al Estado. Sometidas a un régimen comunista se dan casos como el de Anxiang y su marido.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl caso de este matrimonio es especial, se conocieron en el trabajo, como funcionarios del Gobierno chino en la provincia de Guangdong y en poco más de un año de relación decidieron casarse.
Para Anxiang éste era su primer matrimonio, pero su marido ya había estado casado una vez y era padre de dos ninos, gracias a la ampliación del gobierno chino de la política del hijo único.
Su familia les advirtió que debían esconder el embarazo en el trabajo
Pero el mayor deseo de Anxiang era ser madre y cómo no había tenido hijos todavía pensaron que no habría ningún problema, a pesar de que su marido ya tuviera dos hijos.
Anxiang quedó embarazada, sin embargo, la familia de la pareja les advirtió que debían esconder el embarazo en el trabajo porque al ser funcionarios públicos podrían tener problemas. El miedo se apoderó de la pareja y aceptaron esconder el embarazo.
A los seis meses de gestación, una compañera de trabajo de Anxiang se percató de su estado y la delató ante su jefe, un importante ejecutivo del partido comunista chino.
Su jefe les obligó a abortar con la amenaza de que si no lo hacían perderían sus puestos de trabajo, su casa y la custodia de sus dos hijos mayores
El matrimonio se enfrentó a la peor de sus realidades, su jefe, guiado por el gobierno chino les obligó a abortar con la amenaza de que si no lo hacían perderían sus puestos de trabajo, su casa y la custodia de sus dos hijos mayores. Además, les amenazaron con declararles como ”deshonra pública”, una de las peores categorías sociales en la sociedad china.
Debido al avanzado estado de gestación, Anxiang ya no podía abortar ni por medicación ni por succión, sino que se vio obligada a abortar por “nacimiento parcial”, considerado uno de los abortos más peligrosos y traumáticos.
Durante el aborto, la niña no falleció y le depositaron en una bandeja para que falleciera. Obligaron a su madre a mirar
El 1de agosto acudió al hospital forzada y se sometió al aborto. Anxiang vivió uno de los peores días de su vida. Durante el aborto el bebé, que resultó ser niña, no falleció cuando le clavaron el fórcepss en la base del cráneo, por lo que el abortista colocó a la niña en una bandeja hasta que falleciera sola.
La madre tuvo que contemplar este horror y quedó devastada aunque su pesadilla no había acabado.
Un día después de abandonar el hospital recibió una llamada de su jefe. Le obligó a llevarle el cuerpo de su bebé y presentarlo en su despacho como muestra de que había cumplido la voluntad del gobierno.
A las pocas semanas, Anxiang decidió acudir a la ONG “Derechos de la mujer sin fronteras” para pedir ayuda. “Vivo en un constante depresión, vi a mi hija morir, dejó de moverse me obligaron a contemplar su muerte”, les contó la madre.
La presidenta de la ONG Reggie Littlejohn, ha querido hacer pública la historia de esta mujer para concienciar a la sociedad los problemas reales que sufren las mujeres en China por el deseo de ser madres.
Littlejohn:»Cualquier aborto en contra de la voluntad de la madre se debe de considerar delito”
«Nuestros corazones están con Anxiang y su marido. Aunque no arrastraron físicamente a Anxiang para que abortara, sí que fue coaccionada psicológicamente. Cualquier aborto en contra de la voluntad de la madre se debe de considerar delito”.

Además Littlejohn ha arremetido contra las políticas de control de natalidad. “En China triunfa la tiranía de lo arbitrario. Esta mujer no había sido madre antes, por lo que no estaba incumpliendo la ley, su aborto ha sido una prueba más de la falta de uniformidad y humanidad del Partido Comunista chino”.
En China y en concreto en la provincia de Guangdong son famosos los casos de amenaza para que las mujeres aborten. Actuall contaba hace unas semanas el caso de otra mujer que fue obligada a abortar en el octavo mes de embarazo también bajo la amenaza de perder su puesto de trabajo.