La aplicación iSex pretende dar una cobertura legal a aquellos varones que mantienen relaciones sexuales esporádicas con mujeres y que no quieren verse sorprendidos por futuras denuncias en las que se asegure que la relación no fue consentida.
Creada por el abogado especializado en Derecho de Familia José Luis Sariego, esta aplicación está disponible desde esta semana para dispositivos con sistema operativo Android y pronto estará disponible para IPhone.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraISex permite al usuario enviar, recibir y almacenar un consentimiento mutuo antes de una relación sexual. A través de la tecnología Blue Tooth, muestra todos los dispositivos que también tienen instalada la aplicación.
Una vez que se ha conectado con la otra persona, tan sólo hace falta poner el nombre y apellidos de las personas implicadas y se almacena el consentimiento. En el caso de que una de las partes no tuviera descargada la aplicación, también se puede hacer llegar por correo electrónico.
«Podrá ser muy útil como prueba en un juicio. Es en todo caso, un consentimiento mutuo y libre», explican
Además de almacenarse dicho consentimiento en el dispositivo, ISex envía una copia a los implicados por correo electrónico al tiempo que registra la localización GPS del dispositivo en el momento de prestar consentimiento.
Según se explica en un mensaje difundido a través de WhatsApp, en Occidente se ha extendido la idea de que «los hombres en general, tanto homo como heterosexuales, son violadores de mujeres en potencia».
A juicio de los impulsores de la aplicación esta idea «ha logrado que en distintos países se aprueben leyes que establecen que un chico joven y un hombre en general, deba demostrar que existe un consentimiento expreso por parte de la chica o de la mujer, cuando ha mantenido una relación sexual con ella, en caso de denuncia«.
«Ante la normalización tanto legal, política como social del establecimiento de la presunción de culpabilidad en estos casos hemos desarrollado esta aplicación a fin de favorecer uno de los derechos humanos que está en peligro: la presunción de inocencia», inciden.
El objetivo, «evitar denuncias instrumentales o falsas de agresiones sexuales y hacer a más conscientes a las personas jóvenes y no tan jóvenes, tanto chicos como chicas de que sean responsables de sus actos».
«Podrá ser muy útil como prueba en un juicio. Es en todo caso, un consentimiento mutuo y libre», aseguran.
