El actual soberano de la Orden de Malta, el cardenal Raymond Burke, ha analizado cómo se está desarrollando el Sínodo de la Familia así como los temas más polémicos como el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar.
Precisamente, esta propuesta liderada por el cardenal Walter Kasper ha sido criticada en una entrevista a Life Site News por el purpurado estadounidense. En su respuesta, Burke aseguró que lo que pretende instaurar el propio Kasper es una falsa idea “de que, de alguna manera, la doctrina y la práctica pastoral están en conflicto mutuo”.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraDe este modo, el cardenal Burke pidió calma a los fieles ante estas propuestas y dijo que “si un obispo o un sacerdote, o cualquier otro, anunciara o declarara algo que fuera contrario a la verdad de nuestro Señor Jesucristo, tal como nos ha sido enseñada por la Iglesia, seguiremos a Cristo”.
Así, aclaró que “no podemos tener a la Iglesia enseñando, por ejemplo, que el matrimonio es indisoluble, y al mismo tiempo a alguien diciendo que por ‘razones pastorales’ una persona que está viviendo en una unión irregular está preparada para recibir los sacramentos, lo que significaría que el matrimonio ya no es indisoluble”.
Entrevista íntegra al cardenal Burke recogida por Infocatólica
¿Qué le parece la idea de la “diversidad regional” de la Iglesia? ¿Deberían los obispos locales tener autoridad a nivel pastoral para resolver los temas referentes a la “aceptación social de la homosexualidad” y “los divorcios y las personas vueltas a casar”?
Esto es contrario a la fe católica ya la vida. La Iglesia sigue las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo tal como han sido enseñadas desde el principio por Dios en la creación –lo que llamamos la ley natural; lo que todo corazón humano entiende porque ha sido creado por Dios- pero además, ha sido expuesto e iluminado por la enseñanza de Cristo y la tradición de la Iglesia.
Y esta Iglesia es una sola en todo el mundo. No hay cambio en sus verdades de una a otra punta de la tierra y de un tiempo a otro. Ciertamente, la enseñanza de estas verdades tiene en cuenta las necesidades propias de cada territorio, pero la enseñanza no se cambia. La enseñanza, algunas veces, tiene que ser aún más fuerte en aquellos lugares donde está más comprometida.
Por ello, esto no es aceptable. No entiendo de donde viene esa idea. Lo que realmente significa es que la Iglesia ya no es católica, universal. Quiere decir que ya no hay una única enseñanza en toda la tierra, en todo el mundo.
Tenemos una sola fe. Tenemos unos sacramentos. Tenemos un solo gobierno para toda la tierra. Esto es lo que significa ser “católico”. Me gustaría ahora, comentar algo sobre lo que significa “pastoral”.
En muchas de las discusiones que se han tenido, comenzando por la desafortunada presentación del Cardenal Kasper en el Consistorio extraordinario de los días 20 y 21 de Febrero de 2014, sobre el existente enfrentamiento (conflicto) recíproco entre la doctrina y la práctica pastoral.
Esto es absurdo. La práctica pastoral existe para ayudar a vivir las verdades de la fe; para vivir la doctrina de la fe en nuestra vida diaria. No puede haber un conflicto entre estos dos conceptos.
No podemos tener a la Iglesia enseñando, por ejemplo, que el matrimonio es indisoluble, y al mismo tiempo a alguien diciendo que por “razones pastorales” una persona que está viviendo en una unión irregular está preparada para recibir los sacramentos (1), lo que significaría que el matrimonio ya no es indisoluble.
Esto son, sin duda, falsas distinciones, falsos contrastes, que necesitamos aclarar por completo porque se está causando una inmensa confusión a los fieles y, desde luego, en última instancia pueden llevar a los fieles a errores graves con gran daño para su vida espiritual e incluso para su eterna salvación.
¿Qué pueden pensar y hacer los fieles cuando ven a los Padres Sinodales sugerir posturas heréticas sobre la homosexualidad y el divorcio?
Nosotros seguimos a Nuestro Señor Jesucristo. Él es nuestro Maestro. Y todos nosotros debemos mantenernos fieles y obedientes a Él y a Su palabra, empezando por el Papa y los Obispos.
Si un obispo o un sacerdote, o cualquier otro, anunciara o declarara algo que fuera contrario a la verdad de Nuestro Señor Jesucristo, tal como nos ha sido enseñada por la Iglesia, seguiremos a Cristo.
Yo le digo a la gente, que se encuentra ansiosa ciertamente, porque parece que en este tiempo hay una gran confusión y afirmaciones que son realmente sorprendentes, que hay que mantener la calma.
Todo ello, porque en la Iglesia Católica tenemos una autoridad que enseña, que se expresa, por ejemplo, en el Catecismo de la Iglesia Católica, y sencillamente, necesitamos estudiar con mayor hondura todas estas cosas, adhiriéndonos a ellas con mayor ardor (entusiasmo), y no dejarnos extraviar por falsas enseñanzas, sea cual sea la fuente de la que brotan.
Muchos sugieren que hay muy poco desacuerdo en el Sínodo y que la prensa (los medios) son los culpables de crear un conflicto inexistente, ¿qué piensa de esto?
Antes de nada debo matizar mis afirmaciones, ya que yo no formo parte del Sínodo. Carezco de misión dentro del Sínodo. Yo he leído, no solo lo que publica la prensa, sino también los informes oficiales del Vaticano. Y he tenido conversaciones con unos y otros Padres Sinodales.
Yo entiendo, por otra parte, que hay un fuerte desacuerdo dentro del Sínodo. Dadas las discusiones que han precedido al Sínodo y también, dado el Instrumentum Laboris, con las múltiples dificultades que en él se presentan, yo consideraría muy difícil que no hubiera un gran desacuerdo.