El presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, se mantiene firme: ”Los políticos no nos callarán. Vamos a seguir contando cómo obligan a adoctrinar a los niños en las aulas”. De esta forma responde al inicio del procedimiento sancionador contra la asociación ‘Valores en Baleares’ que invitó a Arsuaga a hablar a Palma el pasado 2 de junio.
En esa fecha, algunos políticos de Baleares presionaron a medios de comunicación y empresarios de hostelería para boicotear la conferencia que iba a pronunciar el presidente de HazteOir.org en la isla con el título ‘¿Sabes lo que van a enseñarle a tu hijo en el colegio? Las leyes de adoctrinamiento sexual’.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraFinalmente. Arsuaga se vio obligado a hablar en la calle dado que el segundo local contratado para su intervención no abrió debido a las amenazas. Por su parte, la presidenta del Gobierno autonómico, Francina Armengol, afirmó en redes sociales que los representantes de HazteOir.org “no eran bienvenidos” a las islas.
«Nuestra denuncia les molesta pero España, mal que les pese a algunos, es una democracia en la que hay libertad de expresión”, asegura Arsuaga.
La asociación HazteOir.org, con su campaña #HOBus, ha estado cinco meses informando de cómo en Baleares y en otras comunidades autónomas se impone a los menores una educación sexual obligatoria que confunde a los niños y vulnera la libertad de los padres.
A pesar de las presiones, amenazas y denuncias recibidas, la justicia, concretamente los Juzgados de Instrucción nº 46 y nº 42 de Madrid, ha reconocido que los mensajes de HazteOir.org no incitan al odio.
Por el contrario, miembros del sindicato LAB, próximo a ETA, han sido multados por atacar el #HOBus en Pamplona el pasado 21 de marzo. El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez, condenó también el uso de la violencia contra el vehículo de HazteOir.org en Pola de Lena (Asturias).
“Los violentos nos tiran piedras y los políticos nos quieren sancionar. Resulta desproporcionada su reacción frente a una campaña pacífica que únicamente informa sobre un conjunto de leyes que recortan las libertades. Nuestra denuncia les molesta pero España, mal que les pese a algunos, es una democracia en la que hay libertad de expresión”, concluye Arsuaga.