El Observatorio Legislativo Cristiano y su directora Marcela Aranda; el presidente de la ONG Padres Objetores, Francisco Fritis y el director de CitizenGO, Luis Losada, además de los senadores Manuel José Ossandón e Iván Moreira, los diputados José Antonio Kast e Ignacio Urruria y el ex alcalde de Talca, Juan Castro Prieto, y una lista más extensa de personas y organizaciones han sido señaladas por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), el mayor grupo gay de Chile.
Su delito: no estar de acuerdo con la ideología LGTBI y el intento de implantación de leyes que difunden esa ideología e impidan que sean los padres quienes decidan cómo educar a sus hijos.
Al menos, en el XVI Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género que ha publicado Movilh, dentro de su orden de homófobos, han situado por delante de todos ellos a personas que han matado a una persona, algo que todos los incluidos en esa lista han repudiado.
«No justifico ni justificaré nunca el asesinato ni la agresión física de nadie. Nadie es nadie. Incluido Rolando Jiménez y sus ultrahomosexalistas repartidores de carnets de demócrata», ha afirmado Luis Losada, director de CitizenGO.
El Bus de la Libertad, con el lema #Con mis hijos no se metan, solicitaba que los padres y no las escuelas o el Estado regulen la educación de los hijos
Según el Movilh, en 2017 las agresiones a homosexuales han aumentado un 45% y por ello han calificado ese año como el «año de la furia». Según el lobby gay, senadores, diputados, grupos de padres objetores o CitizenGO, por ejemplo, «han torpedeado la legislación favorable a la diversidad sexual», cuando lo único que han hecho ha sido defender otros valores y defender que la educación de los hijos debe depender de los padres y no debe ser impuesta por el Estado.
Otra de las muestras de esa supuesta homofobia y que le ha valido a CitizenGO y Luis Losada la medalla de plata ha sido la circulación por las calles de Chile del Bus de la Libertad, que desde Movilh llaman el Bus del odio, con el que según el lobby gay provocó una «odiosidad en cadena». El Bus de la Libertad, con el lema #Con mis hijos no se metan, solicitaba que los padres y no las escuelas o el Estado regulen la educación de los hijos. Y curiosamente, cerca de 40 personas fueron detenidas durante los días que circuló el autobús por intentar atacar a quienes iban en él o por romper las lunas del vehículo.
Luis Losada ha manifestado que CitizenGo ha «dado la batalla contra la Ley Mordaza» y ha «defendido abiertamente el matrimonio entre hombre y mujer y el derecho de los padres a educar a sus hijos». «Más que ultracatólicos o ultraevangélicos -como nos llaman- nos hemos convertido en unos ultraconstitucionalistas defendiendo a capa y espada el contenido el art. 10 de la Constitución chilena: el derecho preferente de los padres en la educación de sus hijos», ha afirmado.
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