El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 89 de Barcelona ha desestimado el recurso presentado por HazteOir.org contra la sanción de 60.000 euros impuesta por el Ayuntamiento de Barcelona contra la entidad cívica.
Los hecho se remontan al 4 de marzo de 2019, cuando la asociación llevó a la Ciudad Condal su campaña #StopFeminazis con un autobús que denunciaba la discriminación contra los hombres provocada por las leyes basadas en la ideología de género: «No es violencia de género. Es violencia doméstica»; «Las leyes de género discriminan al hombre» y «Casado, Rivera, Abascal: Derogad las leyes de género», son los lemas que se podían leer en el vehículo, en el que también aparecía una caricatura de Hitler con los labios pintados y un símbolo feminista en su gorra.
El autobús fue vandalizado por miembros de Arran y requirió la protección de la policía regional catalana, los Mozos de Escuadra, y de la Guardia Urbana. Al menos una docena de personas vinculadas a la CUP y grupos ultraizquierdistas, embozados para ocultar su rostros, impidieron la libre circulación del autobús, lanzaron piedras, realizaron pintadas, colocaron pegatinas y arrancaron el vinilado.
Tres meses después de lo hechos violentos que impidieron la libertad de expresión de la entidad y puso en riesgo físico la integridad del conductor del vehículo, los responsables de la campaña y otros viandantes al asaltar el autobús en mitad de la Avenida Diagonal, el Ayuntamiento de Barcelona notificó una sanción.
El Gobierno municipal regido por la podemita Ada Colau con apoyo de los antisistema de la CUP, inició un procedimiento sancionador a través del Instituto del Paisaje Urbano y la Calidad de Vida en el que se apreciaba una infracción «muy grave» y dos calificadas como «graves» relacionadas con la Ordenanza de Usos del Paisaje Urbano.
Según está dispuesto en la norma, las graves son sancionadas con hasta 6.010 euros y las muy graves con multas de hasta 60.000. El Ayuntamiento entendió que «atendida la conexión de causa efecto y la concurrencia de infracciones derivadas del mismo hecho, se propone la sanción más grave, en su grado máximo, es decir 60.000 euros».
Según el consistorio barcelonés la asociación habría incurrido en «la difusión de mensajes que atenten contra la dignidad de la persona, vulneren los valores y los derechos reconocidos por la Constitución Española, especialmente en aquello que hace referencia a la infancia, la juventud, la mujer y los sectores sociales más marginados», calificado como infracción muy grave.
Asímismo, se le adjudican dos infracciones graves relacionadas con la prohibición según las cuales «no se admiten las actividades publicitarias que comporten la colocación de material en los vidrios u otros elementos de los vehículos» y tampoco son permitidas «las actividades publicitarias en los casos en que afecten de forma relevante los intereses públicos generales».
HazteOir.org presentó en diciembre de 2019 unas alegaciones que fueron rechazadas por lo que se presentó un recurso de alzada que tampoco fue atendido por el Ayuntamiento.
En paralelo, el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona dictó un auto archivando una denuncia del Servicio de Delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía contra el autobús, que posteriormente fue reabierta por la Audiencia Provincial y remitida a los juzgados de Madrid.
En un correo remitido en los últimos días a sus seguidores, el presidente de HazteOir.org Ignacio Arsuaga ha denunciado la situación: «Nos persiguen, quieren acabar con la disidencia, cerrarnos (cerrarte) la boca… Y si o consiguen, en España o lo que quede de ella, sólo cabrán ellos».
Arsuaga subraya que en España «las libertades comienzan a ser el coto privado de unos pocos para decir lo que les plazca para insultar y mofarse de ti y de mi por defender nuestras ideas… Pero ni tú ni yo podemos expresarnos, porque entonces nos aplastan con su maquinaria brutal».
Arsuaga pide ayuda, no ya para pagar la multa, sino «para defender la libertad y desenmascarar la gestión totalitaria de Colau en el Ayuntamiento de Barcelona» porque «si no nos enfrentamos a esta increíble injusticia, si no nos rebelamos ante este abuso de poder, si no defendemos nuestra libertad y la de todos (…) la ideología de género habrá conseguido sentar un precedente gravísimo y la libertad de España estará (todavía más) muy seriamente amenazada y en peligro», argumenta.
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