Este lunes el diario católico francés La Croix ha publicado una entrevista al Papa Francisco en la que repasa los temas de mayor actualidad tanto política como religiosa, desde la crisis de los refugiados a la promulgación de leyes injustas pasando por su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia.
Preguntado sobre leyes como la del aborto, Francisco asegura que “en el Parlamento hay que discutir, argumentar, explicar, razonar. Así crece una sociedad. Una vez que la ley ha sido votada, el Estado debe respetar las conciencias”. Por ello, deja claro que “en cada estructura jurídica, la objeción de conciencia debe estar presente porque es un derecho humano”, incluyendo a los funcionarios del Gobierno.
El Papa considera clave que el Estado respete las “críticas”. “No se puede menospreciar los argumentos de los católicos diciéndoles: ‘Habláis como un sacerdote’. No, ellos se apoyan en el pensamiento cristiano”, agrega Francisco. Eso es lo que él considera una “auténtica laicidad”.
Sobre este aspecto, Francisco cree que “un Estado debe ser laico. Los Estados confesionales acaban mal. Eso va contra Historia. Creo que una laicidad acompañada de una ley sólida que garantice la libertad religiosa ofrece un cuadro para avanzar”.
“Debe poderse profesar la fe, no paralelamente a la cultura, sino en el seno de ella. La pequeña crítica que yo haría a Francia a este respecto es exagerar la laicidad”, sentencia el Papa al periódico francés.
Francisco: “No creo que haya hoy miedo al islam en cuanto tal, sino a Daesh y su guerra de conquista, en parte extraída del islam…La idea de conquista es inherente al alma del islam»
Durante la entrevista, Francisco también habló del islam. Sobre este aspecto fue muy claro: “No creo que haya hoy miedo al islam en cuanto tal, sino a Daesh y su guerra de conquista, en parte extraída del islam…La idea de conquista es inherente al alma del islam, es cierto. Pero con la misma idea de conquista se podría interpretar el final del Evangelio de Mateo, donde Jesús envía a sus discípulos a todas las naciones”.
De este modo, el Papa también valora la democracia en Oriente Medio y afirma que “teniendo en cuenta al terrorismo islamista actual, deberíamos preguntarnos la forma en que se exporta un modelo de democracia muy occidental a países como Irak o Siria, donde había una estructura tribal fuerte”.
Igualmente, el Pontífice quiso abordar la crisis de los refugiados y la llegada masiva de éstos a países europeos. Dijo que es “una cuestión justa…y responsable, porque no se pueden abrir las puertas de par en par de manera irracional”. Sin embargo, Francisco agrega que “la cuestión de fondo es por qué hay tantos migrantes hoy” y citó las guerras en Oriente Medio y África así como el subdesarrollo del continente africano.
Respecto a la inmigración que vive ya en Occidente, el Papa considera que “la peor acogida es confinarlos a un gueto, cuando, al contrario, hay que integrarlos”. Y puso varios ejemplos: “En Bruselas, los terroristas eran belgas, hijos de migrantes, pero venían de un gueto. En Londres, el nuevo alcalde prestó juramento en una catedral y será recibido sin duda por la reina. Esto muestra a Europa la importancia de recuperar su capacidad de integrar”.
El Papa dice que en Amoris Laetitia «no se encuentran precisiones canónicas sobre lo que puede hacerse o lo que no»
También fue preguntado por su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia que ha publicado tras los sínodos de la familia. El Papa deja claro que ha intentado “respetar al máximo el sínodo”. “No se encuentran en ella precisiones canónicas sobre lo que puede hacerse o lo que no. Es una reflexión serena, pacífica, sobre la belleza del amor, cómo educar a los hijos, cómo prepararse al matrimonio”, asegura.
En este sentido, el Santo Padre añade que la exhortación apostólica “valora posibilidades que podrían ser acompañadas por el Consejo Pontificio para los Laicos, bajo la forma de líneas directrices”.
“Más allá de este proceso –agrega el Papa- debemos pensar en la auténtica sinodalidad, al menos en los que significa la sinodalidad católica. Los obispos están cum Petro, sub Petro (con Pedro, bajo Pedro). Esto difiere de la sinodalidad ortodoxa y de las Iglesias greco-católicas, donde el patriarca es sólo una voz más”.
Comentarios
Comentarios