Katrina Tait es una madre de cuatro hijos de Nueva Gales del Sur (Australia) cuya suerte (la propia, la de sus hijos y la de su marido) puede cambiar a peor en los próximos meses por haber expresado su criterio contrario a un evento en el que drag queens leyeron cuentos a niños pequeños.
El pasado mes de enero, Tait compartió en su perfil personal de Facebook una campaña impulsada por una entidad local en oposición a la convocatoria Drag Queen Story Time organizada por una biblioteca ubicada en la ciudad de Brisbane el pasado mes de enero.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraJunto al enlace a la campaña, explicó: «No puedo creer que haya tenido que firmar una petición para tratar de detener el Drag Queen Story Time en las bibliotecas de nuestro país. ¿Dónde queda la protección de la inocencia de los niños y dejarlos ser niños?»
Un activista LGTBI llamado Garry Burns, dedicado profesionalmente a acosar judicialmente a cualquiera que discrepe de la ideología de género o de los criterios sostenidos por los grupos de presión LGTBI en Australia, presentó una queja la Junta Antidiscriminatoria de Nueva Gales del Sur.
Burns ha interpuesto numerosas demandas y denuncias ante organismos como el que investiga a Tait contra personas anónimas, pero también reconocidas en el país como el locutor radiofónico Joghn Laws y la estrella de fútbol americano Israel Folau
Tait, que se enfrenta a una posible multa que no ha de ser pequeña, ha recibido el respaldo del líder del partido australiano One Nation Party Mark Latham.
La polémica en torno a los eventos de lectura infantil a cargo de drag queens tuvo su lado más oscuro cuando uno de los líderes juveniles del conservador Partido Liberal Nacional, homosexual, que protestó contra estos eventos, termino suicidándose.
Wilson Gavin fue objeto de una campaña de acoso en redes sociales que, en menos de 24 horas, doblegó su voluntad y le llevó a suicidarse en una estación de tren.