No sé si yo soy más feliz que los que no tienen hijos, no sé si tengo mas estrés o más posibilidades de tener depresión… No entro en comparar el nivel de felicidad, cada uno es cada uno y sus circunstancias. Pero sí entro en ese afán actual de ridiculizar el hecho de tener hijos o dar por válidos supuestos informes que miden esa felicidad.
Es una sensación de estar en medio de una campaña de acoso y derribo a la familia permanentemente y desde todos los frentes. Y, sinceramente, me parece una irresponsabilidad social hacerlo, me parece también una tontería sin fundamento y además una falta de respeto y de educación hacia los demás.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraEs como cuando alguien por la calle te ve con varios niños y te pregunta: “¿Ya pararás, no?”; a mí no se me ocurre ver a una pareja sin hijos y decirles: “¿A qué esperáis a tener hijos? ¿Empezareis ya, no?”.
Quien vive para los demás (sean hijos, padres, amigos, necesitados…) ensancha el corazón y lo multiplica porque multiplica su alegría con las de los demás
Por otro lado, el contenido de esos artículo y campañas creo que viene de no tener ni idea de qué es la felicidad, o peor aún, de querer vender, a sabiendas, un modelo de felicidad falso.
Miren, tener hijos supone darse a los demás y renunciar a uno mismo, al menos un poquito, y eso, sí o sí, ayuda a ser feliz. Quien vive para los demás (sean hijos, padres, amigos, necesitados…) ensancha el corazón y lo multiplica porque multiplica su alegría con las de los demás, y el que vive encerrado en sí mismo, sólo tiene su propia alegría.
Claro que puedes ser feliz sin hijos, evidentemente, nadie lo pone en duda, sería absurdo y ridículo, no se trata de eso, pero, por cierto, esa felicidad siempre consiste en darse a los demás. Y también puedes ser desgraciado con hijos si eres incapaz de centrar tu atención en algo que no seas tú.
La felicidad no se compra, no se encuentra en un viaje ni la llevas puesta con la marca bien visible. La felicidad está en el corazón, la felicidad la encuentras cuando te olvidas de ti mismo, de tu orgullo, de tu necesidad de tener razón, de las necesidades creadas en torno al qué dirán y a las modas.
Hace poco vi una foto de un anuncio, creo que era en Vancouver, decía “el mejor regalo que puedes hacer a tu primer hijo, es no tener otro”. Me quedé helada, no podía creerlo, ¿Cómo es posible algo así? Es increíble la irresponsabilidad, la ignorancia o la maldad de algunos… O me temo que no de algunos, sino de demasiados.
Y es que, más allá de la ingenuidad de muchos, lo que está claro es que el enemigo a batir es la familia porque es el corazón de una sociedad firme, capaz y no manipulable. Tiene claro que hay que destruir la familia y si eso supone destruir a las personas, les da igual, el nuevo orden mundial así lo exige.
Joven, no te dejes engañar, ten hijos.