El borrador de la Ley Trans que ha redactado el Ministerio de Igualdad, y que se pretende llevar al Consejo de Ministros en la primera quincena de febrero, permite someterse a procesos hormonales o quirúrgicos para suprimir las expresiones corporales del sexo genético sin necesidad de pruebas médicas o psicológicas. Asímismo, recoge como único requisito para el cambio en el Registro Civil la «declaración expresa» de la persona.
El equipo de la ministra Irene Montero, se encuentra en la actualidad negociando esta norma, a la que ha tenido acceso Europa Press, con la vicepresidenta primera de Gobierno, Carmen Calvo, por lo que es susceptible de sufrir algún cambio antes de su aprobación por parte de todos los miembros del Ejecutivo.
De hecho, el Gobierno ha querido dejar claro que el borrador de la Ley Trans redactado por el Ministerio de Igualdad sólo recoge los postulados de Unidas Podemos y que las posiciones de los dos socios en el seno del Ejecutivo en torno al contenido de esa futura norma están hoy «alejadas».
Fuentes gubernamentales han precisado a Europa Press que el texto impulsado por el departamento que dirige Irene Montero debe ahora ser estudiado por el resto de ministerios implicados, entre ellos Sanidad o Justicia (ambas carteras en manos del PSOE), por tener competencias sobre las materias afectadas.
En todo caso, insisten en que se trata sólo de un primer borrador que Igualdad ha remitido a los colectivos implicados y que, como es «lógico», sólo contempla las posiciones de Unidas Podemos, pero que después deberá someterse al trabajo de otros ministerios.
A pocos días de que el Consejo de Ministros lo apruebe, la ley sigue recogiendo algunos temas que han causado desavenencias entre los socios de Gobierno, así como a diferentes sectores del feminismo, como son las llamadas despatologización de la transexualidad y la autodeterminación de género.
En cuanto al primer tema, el borrador de la norma recoge que la rectificación registral de la mención del sexo «en ningún caso podrá estar condicionada a la previa exhibición de informe médico o psicológico alguno», algo que sí se exigía en la legislación actual, en concreto, un informe médico que diagnosticara a la persona transexual una distrofia de género.
Tampoco serán necesarias, si no hay modificaciones en la norma, «la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quirúrgicos o de otra índole, sin perjuicio del derecho de la persona interesada a hacer uso de tales medios».
Con estas medidas, el Gobierno asegura que «se restituye a la persona el derecho inherente a decidir sobre su propio cuerpo y su ser» tal y como se detalla en la exposición de motivos del borrador elaborado por el Ministerio de Igualdad.
Modificación hormonal desde los 16 años
Tanto el cambio registral mediante una mera declaración como la iniciacion en procedimientos de modificación hormonal podrán ser invocados por menores de edad a partir de los 16 años.
Según el diario El País, el borrador de la norma prevé también la posibilidad de declarar una supuesta sexualidad «no binaria», de eliminar la mención al sexo en el Documento Nacional de Identidad y de proporcionar procedimientos de fecundación artificial «a las personas trans con capacidad de gestar», esto es, mujeres que se han declarado hombres o no binarias, según el esquema ideológico propuesto por el Ministerio.
Guerra ideológica en la izquierda
Los postulados de la Ley Trans impulsada por el Ministerio de Igualdad han abierto desde hace meses una brecha entre las feministas clásicas y el feminismo de tercera ola, influido por las teorías gramscianas de la hegemonía cultural y el sustrato de la ideología de género.
Una de las principales perjudicadas por esta batalla ha sido la presidenta y fundadora del Partido Feminista de España, Lidia Falcón, que incluso se ha visto obligada a declarar ante un juzgado acusada de un delito de odio por reivindicar que un varón que dice ser mujer no es una mujer, de acuerdo a la Biología.
De alguna manera, Falcón y otras feministas, como algunas militantes del PSOE, se han subido al autobús de HazteOir.org, aquel que, como el niño que señalaba sin complejos la desnudez imperial, proclamó «Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen». Justo lo contrario de lo que pretende la Ley Trans del Ministerio de Igualdad.
Riesgos de las legislaciones trans
Legislaciones similares a la que pretende aprobar el Gobierno han sido puesta a prueba en diferentes países y de su aplicación se derivan algunos peligros que el Ministerio de Igualdad, si conoce, ha decidido ignorar:
- Maltratadores varones podrán declararse mujeres, eludiendo la acción de la Justicia en etse ámbito, ya que la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de género sólo contempla al varón como agresor.
- Hombres condenados por acoso sexual contra mujeres u otros delitos análogos podrán solicitar su inclusión en cárceles femeninas.
- Hombres declarados mujeres tendrán acceso cuartos de baño destinados al uso femenino.
- Abusos deportivos, mediante la inscripción de varones en disciplinas en las que su constitución física supone una ventaja evidente sobre la de las mujeres.
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