El movimiento empresarial, político y social que promueve el aborto se presenta en el mundo anglosajón como ‘pro choice’, es decir, pro elección. Pero esta aparente apuesta por la libertad es, obviamente, sólo para aquellos que apuestan por acabar con la vida humana antes del nacimiento.
La multinacional del aborto Planned Parenthood, que además de enriquecerse con esta práctica ha desarrollado un negocio paralelo de venta de órganos de bebés abortados tal y como ha desvelado David Daleiden, quiere obligar a todos a financiar su negocio.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraEn especial a los cristianos de diferentes denominaciones que comparten la defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y que son los beneficiarios de la modificación del Obamacare que respeta la objeción de conciencia respecto al Obamacare.
Para la multinacional del aborto «negar el control de natalidad a la mujer es inmoral e ilegal»
El sistema sanitario diseñado por Barack Obama obligaba a los hospitales y centros de asistencia a ofrecer cobretura de aborto y contracepción a los empleados. Con la llegada de Donald Trump al poder, dicha disposición fue anulada.
El gobierno federal apostó por «poner fin a los más de cinco años de litigio» sobre el mandato que obliga a muchas organizaciones a favorecer el aborto y la anticonmcepción contra sus principios.
La presidenta de Planned Parenthood en el estado de California, Crystal Strait, así lo ha expresado en una tribuna publicada en The Sacramento Bee titulada «Negar el control de natalidad a la mujer es inmoral e ilegal. California tiene razón al demandarlo».
En él, defiende que «negar el acceso a la anticoncepción es ilegal e inmoral» y respalda al fiscal general de California, Xavier Becerra, en su batalla judicial contra la decisión de apoyar la libertad de conciencia de los cristianos en este asunto.
Strait obvia en su argumento que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos anuló las sentencias que obligaban a la Hermanitas de los Pobres a ofrecer aborto y contracepción en sus instalaciones.