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Las feministas, en pie de guerra contra la Ley Trans

Gran parte del movimiento feminista se encuentra en pie de guerra ante la pretensión de Podemos, Más País y varios partidos separatistas de sacar adelante una Ley Trans que reconozca eso que han venido a llamar autodeterminación de género

Lidia Falcón ha anunciado que su partido se presentará a las próximas elecciones de la Comunidad de Madrid, en una alianza republicana feminista, uno de cuyos principales compromisos será la derogación de la Ley Trans Autonómica.

“Las mujeres somos mujeres. Ni género, ni cis, ni trans, ni mutantes”. Con este impactante título el Partido Feminista de España celebró el pasado jueves 18 de marzo un interesante evento en el Hotel Vinci Las Cortes de Madrid.

El evento, en el que intervinieron ocho mujeres, estuvo presidido por Lidia Falcón, líder del PFE, que realizó una magistral introducción del evento y habló de las principales amenazas que la Ley Trans suponía para mujeres y niños. Entre las participantes, destacó la presencia de Amelia Valcárcel, catedrática de Filosofía Moral y Política, miembro del Consejo de Estado y una de las feministas más influyentes de nuestro país.

Y es que gran parte del movimiento feminista se encuentra en pie de guerra ante la pretensión de Podemos, Más País y varios partidos separatistas de sacar adelante una Ley Trans que reconozca eso que han venido a llamar autodeterminación de género, que no es otra cosa que el derecho de cualquier persona de cambiar a su arbitrio su sexo en el Registro Civil sin que sea necesario ningún tipo de informe médico ni tratamiento alguno de cambio de sexo.

De entre todas las ponentes me gustaría destacar a Teresa García-Noblejas, que hace cuatro años fue portavoz del famoso autobús naranja de HazteOir.org y que nos habló de la razón de ser de aquella campaña, que no pretendía otra cosa que reivindicar el derecho fundamental a decir lo que aparece en los libros de biología.

Modelo afirmativo

Por su interés, me detendré un poco más en explicar la intervención de la psicóloga Cruz Torrijos que centró su intervención en el impacto de lo que llamó modelo afirmativo en la salud y bienestar de nuestros niños y niñas.

El modelo afirmativo es la filosofía subyacente a todas estas nuevas leyes trans según las cuáles si un niño de cinco años afirma que es una niña, todo su entorno debe ayudarle a culminar su proceso de cambio de sexo, sin que quepa cuestionarse su percepción por medio de pruebas médicas o psicológicas, ni poner ningún tipo de cortapisa o traba a su voluntad.

Según Cruz Torrijos, actuando de esta forma estamos robándole la infancia a nuestros niños, que tienen todo el derecho a fantasear y mezclar imaginación y realidad, como hemos hecho todos de niños sin necesidad de que los adultos que nos rodeaban se vieran obligados a reafirmar todas nuestras fantasías.

Torrijos denunció la actuación de las asociaciones transexuales que, al amparo de las leyes actuales, acuden a los colegios a impartir sesiones de “educación afectivo-sexual” y que se comportan como auténticas fábricas de niños transexuales. Cómo expresó muy gráficamente, no hay derecho que se siembre la duda sobre algo tan sensible como su identidad sexual a niños que aún creen en el ratoncito Pérez.

Torrijos relató el caso de un padre canadiense que estaba actualmente cumpliendo pena de prisión por negarse a dirigirse en femenino a un hijo varón que había decidido autodeterminarse como mujer. Teniendo en cuenta que entre un 85% y un 90 % de los casos de disforia de género infantil revierten de forma natural al ser superada la adolescencia, cabe preguntarse por qué un padre tiene que verse obligado a prestar su consentimiento para que su hijo menor sometido a un tratamiento de cambio de sexo. Tratamiento que supone una mutilación irreversible y que es causa de graves perjuicios para la salud como la detención del crecimiento, infertilidad, atrofia genital, osteoporosis o incluso, tal y como están demostrando algunos estudios recientes, algunas formas de cáncer.

Llegados a este punto, la psicóloga hizo un especial hincapié en la situación de las niñas. Si tradicionalmente ha sido mayor el número de mujeres trans (hombres que se sienten mujeres), durante los últimos años se está disparando de forma exponencial el número de niños trans (niñas que quieren convertirse en niños). La psicóloga apuntó como una de las posibles causas de este fenómeno el acceso de niños y niñas a la pornografía desde edades muy tempranas. Una pornografía que es cada vez más violenta y misógina, y que convierte a las mujeres en objeto de todo tipo de vejaciones y actos violentos por parte del varón. Viendo estas escenas, parece normal que algunas niñas rechacen una femineidad que las convierte en sujeto pasivo de semejantes actos de violencia.

Aunque el motivo del evento es el borrador de Ley Trans que el Ministerio de Igualdad pretende convertir próximamente en proyecto de ley, nos equivocaríamos si pensáramos que esta es la única amenaza que afrontamos. Tal y como nos recordó la jurista Elena Rábade, perteneciente a la Junta del Partido Feminista, en la actualidad hay varias leyes autonómicas que reconocen la autodeterminación de género.

Entre ellas la Ley 2/2016, de 29 de marzo, de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid, aprobada durante los años en los que Cristina Cifuentes presidió la Comunidad y que ha sido mantenida durante este año y medio en el que Isabel Diaz Ayuso ha gobernado en coalición con Ciudadanos.

En el cierre del evento, Lidia Falcón agradeció la participación de las ponentes y anunció que su partido se presentará a las próximas elecciones de la Comunidad de Madrid, en una alianza republicana feminista, uno de cuyos principales compromisos será la derogación de la Ley Trans Autonómica.

Está campaña electoral que está a punto de arrancar será una buena ocasión para exigir a Isabel Diaz Ayuso y a Rocío Monasterio ese mismo compromiso.

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