El doctor Paul W. Hruz es especialista en Endocrinología Pediátrica y miembro del Programa de Atención Multidisciplinar de Trastornos del Desarrollo Sexual de la Universidad de Washington en Saint Louis (EE. UU.). Es licenciado en Química, en Bioquímica y doctor en Filosofía.
A lo largo de su larga trayectoria profesional ha acumulado una larga experiencia clínica en todo el espectro de los trastornos endocrinológicos pediátricos, incluidos los relacionados con el desarrollo sexual.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn una entrevista a la Contra TV, ha asegurado que no se conocen los efectos positivos de los tratamientos hormonales y pide precaución ya que el malestar en la pubertad es algo inherente a todos los niños y que con estos tratamientos solo se evita ese malestar a corto plazo. «A la pregunta de si la intervención hormonal es un buen tratamiento para individuos con disforia o disconformidad, con discrepancia entre la identidad de género y el sexo, en realidad no ha sido respaldada por evidencias médicas», asegura.
«se debe considerar el tratamiento de direccionar a los niños hacia la disforia de género, ya que la evidencia no respalda un beneficio a largo plazo»
El doctor admite que «hay una información que dice que al administrar bloqueadores puberales para suprimir el desarrollo puberal normal y seguirlo con hormonas sexuales cruzadas puede aliviar a corto plazo la incomodidad«, refiriéndose a los sentimientos de las personas.
«No hay duda de que a largo plazo no tenemos un buen enfoque. De hecho, la única duda que no tenemos cuando el cambio se inicia más tarde en la vida con los adultos es que siguen teniendo muchos problemas», confirma.
Hruz previene sobre los tratamientos hormonales y defiende que «se debe considerar cuidadosamente el nuevo modelo de tratamiento de direccionar a los niños hacia la disforia de género», ya que «si fuera un verdadero beneficio, la evidencia no respalda un beneficio a largo plazo».
«Lo que hacemos con estos tratamientos a corto plazo es ‘aliviar’ el malestar que tiene el niño en la pubertad, algo que es inherente a ellos»
«A corto plazo lo que estamos haciendo al bloquear la pubertad normal es aliviar la incomodidad que realmente tiene cualquier niño en el proceso puberal que siempre es un momento difícil inherente a casi todos los niños. Y aliviando o previniendo estos cambios normales a corto plazo es fácil entender por qué podrían sentirse mejor con esa forma particular de tratamiento, pero debemos preguntarnos todos los riesgos que están asociados con ese tratamiento, muchos de ellos son completamente desconocidos, de muchos de ellos tenemos información de respaldo para saber que son dañinos para las personas».
«Creo que debemos hablar al menos con médicos y científicos para prestar ese nivel de atención. Lo más apropiado para nosotros es que tengamos la precaución para proceder en este tipo de tratamiento», concluye.
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