La diputada finlandesa Päivi Räsänen está siendo objeto de una investigación por parte de la Fiscalía acusada de un delito de «odio» por haber criticado a través de un mensaje en la red social Twitter el apoyo brindado por la Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia a los actos de llamado orgullo LGTBI del pasado año 2019.
Räsänen es miembro del Parlamento finalndés desde 1995, dirigió el Partido Cristiano Demócrata entre 2004 y 2015 así como el Ministerio del Interior del país entre 2011 y 2015.
El mensaje difundido el pasado 17 de junio Räsänen criticaba que la iglesia finlandesa se hubiera anunciado como patrocinador asociado del Orgullo 2019 y preguntaba: «¿Cómo encaja la doctrina de la Iglesia con plantear el tema de la vergüenza y el pecado en el Orgullo?»
Esta reflexión se acompañaba de una imagen de los versículos 24, 25 y 26 de la Carta de San Pablo a los Romanos. La versión oficial de la Conferencia Episcopal Española los recoge así en español: «Por lo cual Dios los entregó a las apetencias de su corazón, a una impureza tal que degradaron sus propios cuerpos; es decir, cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y dando culto a la criatura y no al Creador, el cual es bendito por siempre. Amén. Por esto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras contrarias a la naturaleza».
El primer día de noviembre de 2019, la exministra Räsänen fue interrogada durante cuatro horas por la Policía, por un supuesto delito de odio basado en el crimen de «agitación étnica» que puede acarrear una pena de 2 años de prisión.
La Policía no halló motivos para proseguir la investigación y la archivó el mismo día. Tres días más tarde, el Fiscal General ha reactivado las acciones contra Räsänen al abrir una nueva investigación por un opúsculo que escribió hace 16 años y que versaba sobre sexualidad humana, encargado por una fundación cristiana, según ha difundido su defensa legal a cargo de ADF International.
Räsänen ha declarado el pasado día 2, si bien aún no ha trascendido el resultado de la pesquisa. Paul Coleman, director ejecutivo de ADF Internattional subraya que «en una sociedad libre, todos deberían poder compartir sus creencias sin temr a la censura. Este es el fundamento de toda sociedad libre y democrática». Por lo tanto, la criminalización de determinadas expresiones a través de las leyes sobre los llamados discursos de odio «cierra importantes debates públicos y representa una grave amenaza para nuestras democracias».
«Este tipo de casos crean una cultura de miedo y censura y se está volviendo muy comunes en toda Europa», ha subrayado Coleman.
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