Agustín Laje y Nicolás Márquez, coautores de
Agustín Laje y Nicolás Márquez, coautores de "El Libro Negro de la Nueva Izquierda" / Cortesía de Fundacion para la Familia (FAM)

Tras una exitosa gira en Perú en la que lograron “desenmascarar” la ideología de género, los politólogos argentinos Agustín Laje y Nicolás Márquez explicaron por qué el mal llamado “matrimonio” homosexual y el aborto no pueden ser considerados derechos humanos.

Los coautores del bestseller de Amazon El Libro Negro de la Nueva Izquierda conversaron con ACI Prensa durante su gira del 12 al 17 abril en la que asistieron a un debate, tres universidades, el Congreso de la República, dos conferencias abiertas al público, y en la que recibieron a cerca de medio centenar de medios de comunicación.

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Un total de 1.500 personas asistieron a sus conferencias que sirvieron para mostrar que la ideología de género es una nueva careta del movimiento político de izquierda al que denominan «neomarxismo».

1. No es matrimonio porque ‘matri’monio viene de ‘madre’ 

El joven politólogo y escritor, Agustín Laje, explicó que el «matrimonio homosexual» no es un derecho humano, sino «una avanzada político-ideológica en el terreno de la lengua para deformar lo que matrimonio significa».

El autor resaltó que la palabra matrimonio proviene del latín mater, es decir, «de la capacidad de ser madre, de la potencia de engendrar que tiene el matrimonio como institución social».

Por su parte, el abogado, politólogo y escritor, Nicolás Márquez, añadió que el matrimonio no puede ser homosexual «porque el matrimonio por definición es un vínculo en donde está la potencialidad de ser madre».

Complementando lo dicho por su colega, Márquez dijo que la raíz latina mater (de donde proviene la palabra matrimonio) viene a su vez de «matris», la cual está «relacionada al útero y la concepción».

«La maternidad es un requisito inherente al matrimonio»

En ese sentido, indicó que «la maternidad es un requisito inherente al matrimonio».

«Es cierto que un matrimonio heterosexual no necesariamente puede tener hijos o porque tienen alguna disfunción orgánica, no lo desean o por cuestión de edad. Es cierto, no necesariamente del matrimonio habrán hijos, pero sí está la potencialidad de la maternidad», aseguró.

Sobre la unión homosexual afirmó que «no puede ser un matrimonio», porque existe en ella una «potencialidad para la maternidad nula». Asimismo, destacó: «Llámenle X pero ya no es un matrimonio».

Además, Márquez precisó que para el Estado hay un interés real y práctico para legislar en favor del matrimonio, porque este «es una institución de orden público».

«Del matrimonio proviene la prole, que son criaturas indefensas y que solamente pueden estar a merced de los padres. El Estado sabe que esa es la futura generación de una comunidad política, entonces éste subsidiariamente protege a un nino en situación de desamparo, pero además le otorga a los cónyuges y a los padres derechos y obligaciones entre sí», espetó.

2. Es una discriminación justa: ¿puede pedir un ciego carné de conducir?

Sobre aquellos que acusan de «discriminación» el no permitir casarse a personas con atracción del mismo sexo, Márquez dijo que esto es falso.

«Puede que sea una discriminación, pero es una discriminación justa. La discriminación no es algo malo en sí. Por ejemplo, ¿un ciego le puede pedir al Estado un carné de conducir? El Estado no le tiene que dar al ciego el carné porque esa persona tiene una discapacidad que le impide manejar. ¿Es el Estado discriminador ‘ciegofóbico’? ¿Soy yo ‘ciegofóbico’ por sostener que esta decisión es sensata? No, es decir, no es una discriminación injusta», sentenció.

En ese sentido, expresó que lo que sí debe hacer el Estado «es respetar a aquel que quiere vivir con alguien de su mismo sexo y llevar adelante un proyecto de vida, tenga plena libertad de hacerlo. Sin embargo, pretender derechos que la naturaleza les niega es atentar contra el sentido común y toda noción de orden natural».

3. Adopción: debe prevalecer el derecho del nino

Sobre la adopción de ninos por parte de parejas del mismo sexo, el abogado indicó que cuando la unión homosexual busca fabricar artificialmente qué es un matrimonio –aunque no lo sea objetivamente– y el Estado lo permite, esa pareja tendrá los derechos inherentes al vínculo matrimonial, entre estos, el de adoptar.

«Ya no se trata de la intimidad de dos personas sino que se está afectando a terceros», recalcó.

La adopción no es solo el derecho de una pareja, sino «el derecho de una pareja subordinado a los derechos e intereses del nino»

Márquez dijo que la adopción no es solo el derecho de una pareja, sino “el derecho de una pareja subordinado a los derechos e intereses del nino”.

Tanto es así que no siempre una pareja puede adoptar un nino, porque puede ser que algunos de los esposos tengo uno o varios problemas que se lo impidan o no cumplan con los requisitos, subrayó.

Márquez recordó que cuando el Estado no permite una adopción, eso no lo convierte en un agente «discriminador o ‘heterofóbico’», porque el «nino debe ser ambientado en una réplica de aquello que le fue quitado por circunstancias de la propia vida, que es una familia conforme vino al mundo».

Los ninos que «han sido educados y formados por parejas homosexuales, tienen mayor tendencia a la homosexualidad, crisis de angustia, de identidad, depresión»

El experto indicó, reafirmando las tesis y estadísticas descritas en su libro, «que los ninos que han sido educados y formados por parejas homosexuales, tienen mayor tendencia a la homosexualidad, crisis de angustia, de identidad, depresión», etc.

«Hay estadísticas incipientes porque este experimento es nuevo, de que además, al nino no le sale gratis satisfacer los caprichos de una pareja que quiere parodiar una relación heterosexual adoptando a un tercero», concluyó.

4. El primer derecho humano es vivir, el aborto no es un derecho

Sobre el tema del aborto, el politólogo Agustín Laje aseguró tajantemente que «no puede ser un derecho humano en cuanto el primer derecho humano es el de vivir».

«Alguien que no tiene vida no tiene ningún tipo de derecho. Por eso, en una escala, es lo primero que tenemos que salvaguardar».

Laje ratificó que aquellos que defienden la vida del nino por nacer, no aseguran que en el vientre de la madre hay vida «solo porque lo dice la Biblia», sino porque la ciencia lo dice.

«Aquello que la mujer lleva en su vientre tiene un ADN distinto al de la madre, es una vida independiente que parte de su ciclo vital se encuentra en el vientre materno por un periodo de 9 meses. Como luego estará en una cuna y seguirá siendo parte de la vida de la madre, a tal punto que ésta tiene que hacer un trabajo multiplicado exponencialmente a lo que tenía que hacer antes, porque ahora tiene que hacer cambio de pañales, darle leche, etc», señaló.

Laje destacó –reafirmando las tesis de su libro– que la ciencia ha encontrado que allí hay un ser independiente: «¿Qué tipo de ser? ¿Es un perrito que después se convierte en humano cuando sale del útero? No, es un ser humano».

Tanto la ciencia como la razón indican que un bebé en gestación «es un cuerpo diferente del de la madre»

Por su parte, Nicolás Márquez añadió que tanto la ciencia como la razón indican que un bebé en gestación «es un cuerpo diferente del de la madre. Ni siquiera es un ser humano en estado potencial, sino que es un ser humano actual que tiene mucho potencial, porque tiene toda la vida por delante”.

Laje expresó que los abortistas intentan convencer a través del lenguaje que el aborto es un derecho. Asimismo, denunció que los grupos afines a la ideología de género, como el feminismo radical, buscan realizar una «transmutación de lo que las palabras significan».

Ejemplificando, el joven escritor indicó que lo que hoy se llama «interrupción del embarazo» no es tal como se plantea, porque estas palabras deberían significar en la realidad un «cese momentáneo de una actividad para que se reanude luego».

«¿Se interrumpe el embarazo o se mata una vida? La muerte no vuelve a ser vida. La muerte es el acto final de la vida», aseguró.

5. Es un crimen doblemente grave porque la víctima no tiene posibilidad de defenderse

En ese sentido, Márquez afirmó que el aborto no solamente es un crimen, sino que es un crimen agravado por dos circunstancias: «primero porque la víctima tiene imposibilidad absoluta de defenderse y segundo porque la víctima es tu hijo».

«Los ideólogos de género, todos abortistas, se preocupan por la mujer golpeada, pero quieren que la mujer mate al hijo. Una cosa bastante contradictoria»

Finalmente, el politólogo resaltó que «los ideólogos de género, todos abortistas, se preocupan por la mujer golpeada, pero quieren que la mujer mate al hijo. Una cosa bastante contradictoria».

«Desde el punto de vista racional el aborto es indefendible. Por eso los abortistas siempre apelan a argumentos distractivos como ‘la capacidad de elegir’, ‘interrupción del embarazo’ o argumentos sentimentales”, concluyó.

*Este artículo ha sido publicado originalmente en ACI Prensa por Diego López Marina.

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