La semana pasada fue de contrastes que evidenciaron el fondo de las concepciones que se manifestaron.
Por un lado el 8 de marzo se realizó la marcha feminista en el país, con especial fuerza en Bogotá en donde Claudia López, la alcaldesa, permitió las marchas a pesar de la emergencia sanitaria que se vive por la Pandemia del covid 19.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa marcha fue como todas las de la izquierda, agresiva y violenta, llena de odio, destruyendo y asaltando locales comerciales, además de la propiedad pública y privada. En esta ocasión además no solo hicieron grafitis contra las iglesias en el trayecto, sino que en un acto terrorista incendiaron las puertas de la Iglesia de San Francisco en Bogotá, joya arquitectónica virreinal, monumento histórico y lugar de culto muy querido por los Bogotanos. Al grito de «la iglesia que ilumina es la que arde», y «muera la cultura patriarcal», procedieron al incendio, ante la ausencia de la policía por órdenes precisas de la alcaldesa que hasta el último momento permitió su intervención. Milagrosamente no se extendió la conflagración al resto de la iglesia que seguramente hubiera ardido en minutos
En contraste dos días después se realizo el foro provida en el Congreso de la República de Colombia, convocado por el Dr. Germán Blanco, presidente de la Cámara de Representantes, para analiza proyectos de ley que promuevan y defiendan la vida en todas sus etapas. Ante el desafío de tres proyectos de ley que en simultáneo están promoviendo la eutanasia, se convoco este foro que tuvo participación de Congresistas no solo de Colombia sino de todo el continente. En el foro se dieron respuestas científicas y legales para oponerse a estos proyectos que serán debatidos en los próximos días. Existe una razonable confianza en que puedan ser derrotados y en su lugar se están preparando iniciativas de apoyo a los enfermos y a las personas mayores, en especial se buscará poner en práctica la ley de cuidados paliativos que fue aprobada hace algunos años y que da una respuesta adecuada al desafío de la eutanasia.
Entre las intervenciones de este foro llamaron especialmente la atención las intervenciones de la sociedad civil en cabeza de Jeison Aristizábal, un joven con discapacidad que ha mostrado el valor y la belleza de cada vida, el que era un candidato para la eutanasia, se ha convertido en un ejemplo nacional por su trabajo en favor de las personas que sufren cualquier tipo de discapacidad a través de la fundación que el dirige. Esta labor ha sido reconocida por ejemplo con el premio héroes que otorga la cadena de noticias CNN. Jeison proclamo con todas sus fuerzas que la vida debe protegerse siempre y que la eutanasia es un crimen simple y sencillamente.
Igualmente fue muy impactante el testimonio de Verónica, que después de haber sido violada por su propio padre y quedar embarazada a los 14 años, decidió tener a su bebe a pesar de todas las presiones que recibió de su entorno. Con gran amor presento a su hermosa y vivaz hija, ahora adolescente y nos dio a todos una gran lección del valor que representa cada vida y la importancia de luchar por su defensa.
Qué contraste, el 8 de marzo el mensaje de odio y resentimiento feminista generó destrucción, caos y frustración; el mensaje del 10 de marzo generó por el contrario esperanza, entusiasmo, ilusión, amor, y muchas ganas de trabajar para que la vida surja con más fuerza en Colombia.