Barack Obama impulsó desde su llegada a la Casa Blanca una agenda gay que pretendía no sólo instaurarla en Estados Unidos sino imponerla en el resto del mundo. Y para ello puso a disposición de este empeño el potente Departamento de Estado y sus influyentes embajadas.
El ejemplo de esta política agresiva se ha producido en República Dominicana, país muy religioso y completamente favorable a la familia. En connivencia con el lobby gay, Barack Obama ha intentado imponer esta agenda a través de su embajador. James Webster, conocido homosexual y casado con Bob Satawake, fue nombrado para el cargo en 2012. Y desde entonces las presiones a los políticos caribeños han sido notables para adecuar la legislación a las leyes de ingeniería social exportadas desde Estados Unidos.
Sin embargo, ni el embajador ni la propia administración Obama se esperaban una resistencia tan feroz por parte de la sociedad dominicana. Encabezando esta oposición ha estado siempre el cardenal de Santo Domingo, Nicolás de Jesús López Rodríguez, que se ha enfrentado abiertamente a Brewster por querer “introducir una agenda en el país que no tiene nada que ver con sus funciones diplomáticas, tales como la promoción del activismo LGTB”.
Esta posición del prelado provocó que incluso senadores demócratas de Estados Unidos escribieran al Papa Francisco para que callara al cardenal americano pues no podían soportar este freno a la expansión de la agenda gay.
Pero la resistencia en el país sigue aumentando. El embajador de Estados Unidos ya no sólo se enfrenta al cardenal Rodríguez sino que la Iglesia de República Dominicana ha hecho piña en torno a la defensa de la familia.
Frente común de la Iglesia
En un comunicado, la Conferencia Episcopal del país caribeño ha denunciado el fuerte activismo de Webster ajeno a sus funciones diplomáticas y ha pedido a las autoridades del país que presente una protesta formal a Washington.
los obispos advierten: «El señor embajador se ha extralimitado en sus funciones, mostrando poco respeto a los usos y costumbres de nuestra sociedad»
“Durante los últimos años hemos visto una y otra vez como el señor embajador se ha extralimitado en sus funciones, mostrando poco respeto a los usos y costumbres de nuestra sociedad, y violando tanto la Constitución de la República como la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que rige la diplomacia internacional actual y que fue ratificada por EEUU y República Dominicana”, asegura el texto de los obispos del país.
Los prelados explican “el malestar en los padres de familia” después de que en numerosas ocasiones Webster acudiera “exhibiendo al señor Bob Satawake como su esposo” a escuelas públicas y privadas, en torneos deportivos y otras actividades juveniles e infantiles”.
Ante esto, los obispos consideran que los padres tienen “el derecho a definir cómo educar a sus hijos, y sienten esta visita como una intromisión de valores contrarios a los que ellos quieren inculcar a sus hijos”.
“Ellos están tratando de confundir a nuestra juventud y niñez presentándoles un modelo distorsionado de familia, menospreciando, de esta manera, la autoridad de nuestras leyes”, afirma el texto.
Además, los obispos dejan muy claro que “nuestro rechazo no es a la persona del embajador y su pareja, ni a su condición de homosexuales, pues los respetamos. Lo que rechazamos es el abuso de poder en su modo de actuar, que es contrario a sus competencias como embajador”.
La Iglesia Católica no es la única que se ha defendido ante Brewster sino que una parte importante de la clase política del país también se niega a postrarse ante los postulados del embajador.
Brewster amenazó al presidente de la Comisión Electoral del país, Roberto Rosario Márquez, con retirarle la visa para entrar a EEUU si no realizaba las reformas propuestas por él. Algo con lo que también amenazó al cardenal. De manera irónica el purpurado le respondió: “Tengo dos visas, una para por mi papel diplomático que me reconoce como cardenal y otra que no ha caducado. Con gusto me gustaría entregar el visado al embajador”.
Obama utiliza su red de embajadas a favor del lobby gay
La utilización de la red de embajadas por parte de Obama para expandir la agenda gay se ha convertido ya en costumbre. De hecho, ha iniciado una ofensiva diplomática para contentar al lobby LGTB.
Obama creó el cargo en el Departamento de Estado de enviado especial para los Derechos Humanos de las personas LGTB
Incluso ha creado en el Departamento de Estado la figura del enviado especial para los Derechos Humanos de las personas LGTB que tiene como objetivo “la defensa y promoción de los derechos de los LGTB como núcleo de nuestro compromiso con la promoción de los derechos humanos en todo el mundo”.
En este momento hay hasta seis embajadores de Estados Unidos abiertamente homosexuales. Se trata además de James Brewster de James Costos (embajador en España), Ted Osius (Vietnam), John Berry (Australia), Rufus Gifford (Dinamarca) y Daniel Baer (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, OSCE).
Destaca, sobremanera, que la gran mayoría de estos embajadores carece de experiencia diplomática. Varios de ellos proceden de lobbies gays con gran influencia en el entorno de Obama.
En el exterior el Ejecutivo de Obama ha utilizado métodos como la presión a países en vías de desarrollo y fuertes subvenciones a aquellas naciones que se plieguen a dicha ideología. Aunque no en todos los países lo está teniendo fácil pues por ejemplo África ya ha denunciado los intentos del gobierno de Estados Unidos para que se realicen ciertas leyes y políticas.
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