Tras el éxito del primer recorrido del bus della libertà que recorrió varias ciudades italianas durante el pasado año, durante la pasada semana, el bus de CitizenGO recorrió de nuevo 11 ciudades italianas para llevar el mensaje a miles de familias sobre el peligro del adoctrinamiento de los grupos LGTBI en las escuelas.
Durante ocho días el bus recorrió 4.000 kilómetros y visto las ciudades de Reggio Calabria, Catania, Nápoles, Livorno, Turín, Milán, Verona, Bolonia, Césena, Pescara y Roma, recibiendo en cada unas de ellas un caluroso recibimiento por parte de cientos de familias.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLos miembros de CitizenGO han repartido en estos días a las familias el Manual para Padres protagonistas en las escuelas en el que se informaba del adoctrinamiento de la ideología de género y con el bus han pedido «no confundir la identidad sexual de los niños«.
Como ocurrió el pasado septiembre en varias ciudades han tenido que enfrentarse a insultos y agresiones por parte de colectivos de izquierdas y del colectivo LGTBI. En la ciudad de Bolonia, tras la intervención personal del senador Carlo Giovanardi, la Policía ha escoltado al autobús al punto en el que se iban a encontrar con simpatizantes. Pese a que las fuerzas del orden querían que fueran a otro lugar, la presencia del senador ha permitido que el autobús alcanzara su meta.
Pese a tener permiso para detenerse en Turín, el ayuntamiento revocó el permiso a petición del ex presidente del Arcigay, y asesor del consistorio
También en Turín los miembros de CitizenGO han encontrado dificultades, similares a las vividas en ciudades como Madrid o Barcelona. Pese a tener todos los permisos del ayuntamiento para detenerse en un lugar público y repartir los manuales a las familias, finalmente se les revocó el permiso -pese a haber pagado la tasa debida. ¿La razón? El concejal para Igualdad de Oportunidades, Marco Giusta, y anterior presidente local del Arcigay, una de las asociaciones LGTBI más importante de Italia, pidió al ayuntamiento que se revocase el permiso.
Es decir, en un claro caso de límites a la libertad de expresión, el ayuntamiento retiró el permiso por no estar de acuerdo con las ideas de CitizenGO. Es decir, que porque según el ayuntamiento «la campaña no asegura el respeto a los valores de la Constitución italiana», se negó uno de los valores principales de la misma: la libertad de expresión.
Pese a ello, el bus della libertà, acudió al lugar indicado, conscientes de que podrían ser multados por la Policía local, como así fue. Desde CitizenGO en Italia han definido ese gesto como «desobediencia civil«, y la multa «como una tasa a la libertad de pensamiento, de expresión y de opinión«.
Pero no ha sido así en todas las ciudades ya que en Verona, por ejemplo, les recibió el alcalde Federico Sboarina, el teniente de alcalde Lorenzo Fontana y una nutrida representación de consejeros del ayuntamiento. También la presidenta del partido Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni ha manifestado su apoyo por las redes sociales al bus della libertà, que finalizó en Roma el pasado martes.