Desde hace unos años, la institución central de toda sociedad, la familia, está siendo gravemente atacada en toda Iberoamérica. No son pocos los procesos en los que se vislumbra un afán de destrucción de la organización humana natural más primigenia y necesaria para el desarrollo de la sociedad.
Se ataca a la familia en su función de acogida de nuevas vidas humanas, con la extensión de las leyes despenalizadoras del aborto; se mina su realidad equiparando su origen, el matrimonio natural entre hombre y mujer a otro tipo de uniones, fundamentalmente entre dos personas del mismo sexo; se dinamita la complementariedad entre hombre y mujer negando la realidad biológica del sexo masculino y femenino; se usurpa el derecho de los padres a determinar el tipo de educación que desean para sus hijos, aún en asuntos tan sensibles e íntimos como la sexualidad y la moralidad.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraFrente a estos ataques, no han sido pocas las iniciativas ciudadanas que han dado respuesta en las calles: la Ola Celeste de Argentina que logró frenar una ley del aborto que el propio presidente Macri se había comprometido a no llevar adelante es el ejemplo de éxito más reciente. Pero también se han dado fuertes movimientos ciudadanos en defensa de la familia y la vida en otras naciones como México, Chile, Perú, etc.
Sin embargo, los gobiernos resultantes de los procesos electorales de los últimos años han ignorado esta realidad. La prueba más evidente es que ninguno de los países iberoamericanos ha puesto en marcha una política integral con perspectiva de familia liderada desde un Ministerio.
En concreto, sólo dos países (Argentina y Guatemala) tiene un organismo de sefundo nivel dedicado a la familia. En concreto, Argentina cuenta con la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del ministerio de Desarrollo Social, mientras que Guatemala tiene una Subsecretaría de Preservación Familiar, Fortalecimiento y Apoyo Comunitario.
Además, en un tercer nivel, tan sólo Brasil, Costa Rica, Ecuador y Honduras cuentan con organismos dedicados a velar por la familia.
Así se refleja en el informe ‘Evolución de la Familia en Iberoamérica 2018‘ al que ha tenido acceso Actuall en primicia y que se presentará próximamente.
Dicho informe está elaborado por el Instituto de Política Familiar (una institución con estatus consultivo en el Consejo Económico y Social de la ONU), en colaboración con la Asociación Familia, Desarrollo y Población (FADEP) de Guatemala.
Tal y como denuncian los autores, no sólo hay una falta de reconocimiento de la familia en la estructura administrativa iberoamericana, sino que además tiene dos inconvenientes añadidos.
El primero, es que se trata de organismos «claramente asistenciales», lo que supone que sólo se prevé ayuda de último recurso o de rescate a aquellas familias que han llegado a niveles de pobreza, ruptura de la convivencia, dificultad para el acceso a la educación, etc.
Por otro lado, la tercera parte de las naciones analizadas sí cuentan con un Ministerio dedicado a la mujer, a través de los cuales se introducen e imponen los criterios de la ideología de género, el feminismo, las políticas de promoción del aborto, etc.