El Pleno del Parlamento regional ha aprobado este lunes la Ley de Cantabria de Garantía de Derechos de Personas Lesbianas, Gais, Trans, Transgénero, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI) con el apoyo de todos los grupos de la Cámara excepto Vox, que ha votado en contra porque, a su juicio, la ve «innecesaria», considera que «atenta contra derechos fundamentales» y se «introduce» en el ámbito privado de las personas.
En contraposición, el resto de grupos de la Cámara (PRC, PSOE, PP y Ciudadanos) ha votado a favor de esta ley, que ha atravesado numerosas vicisitudes y costado varios años
aprobar (en 2017 se presentó el primer anteproyecto, se ha aprobado dos veces en Consejo de Gobierno y se ha aprobado tras dos trámites parlamentarios).
El vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga (PSOE), ha presentado esta ley como una «conquista social» que, según ha asegurado durante su exposición en el Pleno, recoge «muchas» de las reivindicaciones el colectivo LGTBI y que supone un «paso adelante» en la «mejora de la convivencia en Cantabria».
Zuloaga se ha felicitado de la «amplia mayoría» con la que se aprueba esta norma y ha opinado que se trata de un día «de orgullo y para el orgullo».
Tanto el Gobierno como los cuatro grupos parlamentarios que han dicho ‘sí’ a esta norma consideran que se trata de una «buena ley», que contribuye a una Cantabria «mejor», «más libre, segura, diversa y rica». También, a diferencia de Vox, consideran que es «necesaria», incluso «más que nunca», como han defendido alguno de ellos, porque «en la calle hay mucha LGTBIfobia».
Además, han subrayado que se trata de una ley «para todos» los cántabros ya que no solo busca garantizar la «igualdad legal» del colectivo LGTBI sino generar una «transformación de los marcos culturales» que es lo que, según han señalado varios de los grupos, llevará a una igualdad real.
Sin embargo, han coincidido en que la norma «no es la solución a todos los problemas» ni una «meta» sino solo un «paso adelante» para «mejorar la convivencia» y la «cohesión social» en la comunidad y han advertido que ahora se abre una «nueva etapa» con retos para garantizar la aplicación de esta norma y sacar adelante las políticas que la materialicen, informa Europa Press.
Todos los grupos que han votado a favor se han felicitado del «amplio consenso» que se ha alcanzado con esta ley y han resaltado el trabajo realizado durante la tramitación parlamentaria por cuatro partidos con «formas de pensar diferente» (PRC, PP, PSOE y Cs) en pos de un «objetivo común», que era lograr esta «buena ley».
Para ello, se han introducido en la ley 53 enmiendas que han llegado ya aprobadas por PP, PRC, PSOE y Cs a este debate final. De esta felicitación los grupos solo han excluido a Vox, al que algunos de ellos, como Cs, han reprochado su falta de trabajo y de «tolerancia». «Mientras el resto de los grupos hacían su trabajo, Vox no hacía absolutamente nada», le ha afeado el diputado de Cs Diego Marañón al grupo mixto-Vox.
Sin embargo, el diputado ‘naranja’ se ha felicitado de que el resto de grupos hayan conseguido una ley en la que se han conseguido aunar puntos de vista diferentes y formas de pensar distintas, que, a su juicio, son «las mejores» y las que «más perduran en el tiempo».
Vox vota ‘No’ a una ley «innecesaria»
En contraposición a lo expuesto por todos los grupos en cuanto a los beneficios de esta ley, el diputado de Vox Armando Blanco ha defendido que se trata de una norma «innecesaria» porque la Constitución ya recoge la igualdad de todos los españoles con independencia a su orientación sexual.
Además, a juicio de Vox, esta norma «atenta contra derechos fundamentales», como –ha dicho Blanco– la de los padres a educar a sus hijos en función de sus valores.
También Vox está en contra de la ley porque, según ha criticado, se «introduce» en ámbitos privados de la persona, como su sexualidad. «A Vox lo que nos importa son los españoles y no con quién se acuestan o se dejan de acostar o su orientación sexual porque eso forma parte de la libertad del inviduo y el Estado no es quién para introducirse en esas parcela», ha afirmado.
A juicio de Vox, la ley aprobada hoy tiene como «único objetivo crear víctimas para «eliminar derechos», como el de los padres a elegir la educación de sus hijos
Blanco ha señalado que a su partido lo que le preocupa es la «situación sanitaria, con más de 60.000 muertos a la espalda del peor Gobierno de la historia de España»; la que viven los mayores, los dependientes, empresarios, autónomos y parados; el despoblamiento rural, el «abandono» al sector ganadero, entre otras cuestiones, no la orientación sexual de los ciudadanos.
A juicio de Vox, la ley aprobada hoy tiene como «único objetivo crear víctimas para «eliminar derechos», como el de los padres a elegir la educación de sus hijos. Y es que, en opinión de Vox, cuando el resto de partidos «señalan con el dedo» a las personas gays, lesbianas, heterosexuales o transexuales «buscan fomentar la división de los españoles»; «generar desigualdad y discordia social»; «atentar contra la libertad de las familias» y contra «la libertad de educación»; «alimentar la falsa ideología de genero», y «atentar contra la libertad de pensamiento».
Tras estas afirmaciones, la diputada regionalista Emi Aguirre ha defendido que «las víctimas existen» -nos la crea la ley- y hay que «defenderlas». Por su parte, el PSOE ha acusado a Vox de tener unos «discursos medievales».
Crean el Consejo Cántabro LGTBI
La aprobación de esta ley llega más de tres años después de que el Gobierno de Cantabria (PRC-PSOE) aprobara en 2017 su anteproyecto.
De hecho, tras este anteproyecto hubo que esperar hasta octubre de 2018 para que se aprobara en el seno del Consejo de Gobierno -el mismo bipartito PRC-PSOE- como proyecto de ley para iniciar su tramitación parlamentaria.
De hecho, acabó la legislatura sin aprobar dicha ley tras el texto volvió al Gobierno, que en noviembre de 2019 lo voy a aprobar por segunda vez como proyecto de ley.
De esta forma,se volvió a iniciar de nuevo la tramitación parlamentaria –la segunda– que, esta vez sí, ha acabado casi otro año después con la aprobación de la ley.
La ley aprobada cuenta con un preámbulo, 58 artículos y varias disposiciones y pretende garantizar la igualdad de derechos y oportunidades de las personas LGTBI y promover el desarrollo de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual, identidad de género o cualquier otra forma de expresión o vivencia de la sexualidad en Cantabria.
El texto recoge medidas para amparar a todas las personas víctimas de discriminaciones y agresiones por identidad u orientación sexual en cualquier ámbito, incluyendo para ello un catálogo de sanciones e infracciones.
También, a través de esta ley, se crea el Consejo Cántabro LGTBI como órgano consultivo y «plural» que buscará «dar voz» a todo el colectivo y «no solo a una asociación», tal y como ha destacado el diputado naranja Diego Marañón.
Cantabria se une así a otras comunidades autónomas con 17 leyes similares, además de decretos, resoluciones y órdenes autonómicas sobre esta materia: Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía, Murcia, Aragón, Comunidad Valenciana, Canarias, Navarra, Extremadura, Islas Baleares y Madrid.
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