Cuando la censura aprieta, hay que ingeniárselas para sortearla. Lo saben todos los que se han rebelado a lo largo de los siglos ante el intento de ser silenciados por cualquier poder fáctico o ambiente social dominante. Así lo ha entendido Darío Campomanes o, mejor dicho, el hombre que tras ese pseudónimo decidió crear Campomanes Editores.
Se trata de una editorial con menos de dos años de vida, puesta en marcha sin ánimo de lucro y con una particularidad: tiene la osadía de editar algunos libros que, hoy por hoy, están proscritos por la corrección política, al igual que sus autores.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSe trata de volúmenes que suponen una enmienda a la totalidad a la ideología de género y cuyos autores elaboraron desde su experiencia profesional clínica para ayudar a comprender la proyección hacia personas del mismo sexo y, en su caso, ayudar a quienes viven estas experiencias a recuperar a una sexualidad acorde con la biología.
Campomanes reconoce en conversación con Actuall que se puede estar metiendo en un lío – «Mis amigos consideran que me estoy equivocando, pero yo no opino lo mismo»-, pero no se arredra, a pesar de que sabe que corre riesgos, como ser denunciado por uno de los múltiples observatorios de la llamada LGTBIfobia: «Estoy preparado, y mi familia lo sabe, para que se pongan en la puerta de mi casa con pancartas».
Descatalogados por presiones del lobby LGTBI
A pesar de los peligros, ¿qué lleva a un empresario a poner en riesgo parte de su dinero, de su paz familiar y quién sabe si de algo más debido a las leyes mordaza LGTBI por editar unos libros?
Desde hace años, Campomanes se ha dedicado junto a su mujer a acompañar a matrimonios y a la orientación familiar. Y de un tiempo a esta parte, cada vez eran más padres preocupados por los comportamientos homosexuales de sus hijos: «Cada vez más, los casos de atracción hacia el mismo sexo eran más habituales y solíamos recomendar libros de distintas editoriales», explica.
Pero llegó un momento en que cada vez era más complicado encontrarlos: «Los libros de pronto desaparecieron. Pensando en que se habían agotado, ingenuamente, me puse en contacto con las editoriales. Al principio no querían decirlo, pero finalmente confesaron que los habían descatalogado por evitar presiones del lobby gay o porque tenían presiones del lobby gay«, detalla Campomanes.
Y se pudo manos a la obra, a la búsqueda de los derechos de los autores para poder editarlos. Uno de ellos Homosexualidad y esperanza, está escrito por catedrático en psicología holandés y miembro del Comité Asesor Científico de NARTH (Asociación Nacional de Investigación y Tratamiento de la Homosexualidad), Gerard van den Aardweg autor de otros títulos sobre la misma materia como Homosexualidad y pedofilia homosexual como neurosis sexual, Sobre los orígenes y el tratamiento de la homosexualidad, La batalla por la normalidad: autoterapia de la homosexualidad o La ciencia dice no: el engaño del «matrimonio» gay.
Al respecto del título de van den Aardweg, Campomanes asegura que las personas con proyección al mismo sexo «viven desesperanzados porque no lo entienden. Algunos se agarran al mensaje del llobby gay porque en ese momento los ven como alguien que les pude entender. En el fondo, se dan cuenta de que están atrapados en un círculo que les hace sufrir, que no les transmite ninguna plenitud».
A su entender, la situación de dependencia afectiva y emocional es parecida a la que sufren personas adictas al juego o la pornografía, con la consecuente insatisfacción: «No han tenido una relación plena ni una satisfacción afectiva. Entonces es una frustración, lo cual lleva a una vida de mucho sufrimiento».
«En una vida así no existe donación, no existe generosidad, porque al final es un egoísmo», concluye.
«Les duele que les digan que son homosexuales y encuentran alivio cuando se dan cuenta de que lo que tienen es un problema de inmadurez en su afectividad»
El otro volumen que echaba en falta Campomanes era La confusión de la identidad sexual en la infancia, del psicólogo clínico fallecido en 2017 Joseph Nicolosi, fundador de NARTH, que dedicó casi toda su carrera profesional a desarrolar la llamada terapia madurativa mediante la que las personas logran reducir o anular los sentimientos no deseados de atracción por el propio sexo y a desarrollar el potencial heterosexual personal.
«La viuda de Nicolosi entendió la misión que estamos cumpliendo y accedió a cedernos los derechos por un precio muy simbólico», explica Campomanes. Lo mismo hizo van den Aardweg.
Sobre este libro, el editor explica la importancia del papel del os padres y las madres. «Los chicos encuentran que no son plenamente masculinos y se les genera esa confusión. Pero es remediable cuando la madre sabe actuar de madre y cuando el padre sabe actuar de padre. Lo que ocurre es que cada vez menos madres saben actuar de madres y menos padres saben actuar de padres porque cada vez hay más familias monoparentales».
«Vivimos en una sociedad donde la figura masculina está postergada y la figura del padre también. Si socialmente esto es así y además la madre está dañando la imagen del propio padre del chaval, pues lo está confundiendo», refiere Campomanes.
De Nicolosi también ha editado este verano Vergüenza y pérdida de apego, después de revisar la traducción, «evitando el léxico que ha impuesto el lobby LGTBI». Se trata, afirma el editor, de «un libro muy potente, muy utilizado por psicólogos y psiquiatras. Es una especie de «biblia» sobre la «praxis en el acompañamiento de la homosexualidad no deseada», tal y como reza su subtítulo.
En la web de la editorial se dice de este libro: «Los testimonios que aparecen en el libro son de una extraordinaria potencia y corroboran la teoría científica de que se nace heterosexual, frente a las nuevas creencias políticas y mediáticas que nada tienen de ciencia y sí de ideología».
La cuestión de la retraducción del libro ha sido importante para Campomanes, que pone el ejemplo del término ‘persona homosexual’: «No existe. La persona nace heterosexual. El término persona homosexual es una falacia», incide.
En su experiencia, Campomanes describe que «cuando conoces a decenas de personas con estos problemas te das cuenta del sufrimiento tan grande que tienen. Les duele que les digan que son homosexuales y encuentran alivio cuando se dan cuenta de que lo que tienen es un problema de inmadurez en su afectividad, tanto la masculina como la femenina».
De ese proceso de sufrimiento y alivio dan buena cuenta las decenas de testimonios que publicó Actuall de personas agradecidas al centro de atención que el Obispado de Alcalá de Henares tiene a su disposición y que fue objeto de una gran polémica después de ser denunciado por un observatorio de LGTBIfobia.
Distribución gota a gota
En un ambiente hostil para este tipo de publicaciones y con el peligro de las altísimas multas y consecuencias incluso penales derivadas de las leyes LGTBI aprobadas en numerosas comunidades autónomas, las distribuidoras y las librerías no están dispuestas en general a trabajar con estos libros.
Campomanes sólo ha encontrado una distribuidora dispuesta, pero con la que no se ha podido llegar a un acuerdo económico. En todo caso «si las librerías no lo quieren tener…» lamenta Campomanes.
Así que se anuncian en la página web, pero su venta -aun siendo aprecio de coste- «es un goteo. Cada vez son más, pero sabemos que es una labor lenta, boca a oreja».
La sumisión en el matrimonio
Que Campomanes tiene decidido seguir adelante con el proyecto parece un hecho claro. Y no sólo por la apuesta por los títulos antes mencionados, sino porque la editorial también pisa charcos con su estilo contracultural en otras áreas.
Próximamente, Campomanes Editores inaugurará su catálogo en el área de ‘Persona y Familia’ con un título sugerente, Te querré sin esperar nada a cambio, y un subtítulo de impacto: La sumisión en el matrimonio.
El editor considera que «al final lo más importante de todas estas cosas es el matrimonio. Es decir, una buena educación de los hijos, unos hijos sanos espiritual y mentalmente hablando, son fruto de un matrimonio sano, que se quiere y que se respeta». Pero reconoce que para esta labor y con esta orientación tan clara les está costando encontrar autores.
La editorial cuenta también cn secciones de narrativa, Historia e Hispanidad y Pensamiento y Tradición con las que pretenden hacer buena la misión a la que se sienten llamados: «Defendemos la dignidad de la persona como bien supremo».
Y si en esta labor encuentran injusticias, obstáculos, ataques y desprecios, ya saben qué responderse a sí mismos, con palabras de San Francisco de Sales: «Si el mundo no tuviera nada en contra de nosotros no seríamos verdaderos servidores de Dios».