Por su interés reproducimos el artículo publicado por Elentir el pasado lunes en su blog Contando Estrelas:

El llamado Observatorio contra la LGBTfobia lanzó ayer una nueva caza de brujas en contra de la libertad de expresión, esta vez contra el diario Abc, por distribuir una publicación de HazteOir.org.

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«¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio?» Así se titula el libro editado por HazteOir.org para denunciar los contenidos que imponen en los colegios, tanto públicos como privados, las leyes de adoctrinamiento sexual aprobadas en varias comunidades autónomas.

El libro, que se puede descargar aquí en PDF, no contiene ninguna incitacion a la violencia, ni a la vejación ni al maltrato contra ningún colectivo, sino que se limita a defender un derecho amparado por el Artículo 27 de la Constitución Española, cuyo punto 3 es muy claro: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».

Pues bien: el domingo el diario Abc distribuyó este libro de HO, en el ejercicio de otro derecho fundamental, la libertad de expresión, amparado por el Artículo 20 de la Constitución. Ante ello, el citado Observatorio -que recibe subvenciones del Ministerio de Sanidad- ha denunciado al diario Abc y a HO a la Fiscalía de Delitos de Odio por «una incitacion a la discriminación, la humillación, la vejación y el desprecio de todo un colectivo poblacional como son las personas LGBTI», una acusación falsa que se adentra de lleno en el terreno de la calumnia.

Ku-klux-klan

Además, dicha organización LGTB quiere que las comunidades de Madrid, Cataluña, Extremadura, Región de Murcia y Baleares se salten todo procedimiento juridical sancionando al Abc y a HO por la vía administrativa, un mecanismo sancionador abiertamente inconstitucional y propio de una dictadura.

Lo más surrealista es que el comunicado de dicho Observatorio afirma lo siguiente: “La libertad de expresión no se puede confundir con la libertad de agresión, de insulto, humillación y menosprecio de la dignidad de las personas LGBTI.” Es más bien al revés. Estos grupos LGTB tachan sistemáticamente toda discrepancia de sus tesis ideológicas como «odio», «discriminación» y «menosprecio», incluso la mera afirmación de evidencias biológicas como que los ninos tienen pene y las ninas tienen vulva.

Criminalizan a todo el que les contradice, recurriendo a la mentira y a la difamación, poniendo en boca de todos los disidentes cosas que no dicen como si fuesen delincuentes

Están criminalizando sin tapujos a todo el que les contradice, recurriendo a la mentira y a la difamación, poniendo en boca de todos los disidentes cosas que no dicen, para tratarles como si fuesen delincuentes. Sin ir más lejos, en ese comunicado comparan las legítimas críticas a la ideología de género con el «Ku-klux-klan» y el «Mein Kampf» de Adolf Hitler, una forma burda y rastrera de estigmatizar a todos los que no opinamos como ellos.

No es la primera vez que dicho Observatorio es pillado lanzando acusaciones falsas. En agosto de 2016 ese grupo acusó a HO de dirigirles una «brutal amenaza de muerte», atribuyendo a la plataforma cívica el comentario de un tuitero que no tenía ninguna relación con HO. Por si quedaba alguna duda de que se trataba de una calumnia en toda regla, el propio Observatorio publicó la denuncia que hizo, en la que no aparecía ninguna mención de HazteOir.org.

Una denuncia archivada

En febrero de este año la víctima de las acusaciones falsas de ese Observatorio fue el Arzobispo de Granada, Monseñor Javier Martínez, al que el citado grupo LGTB atribuyó palabras que el prelado nunca pronunció. El 30 de junio de 2015 ese Observatorio denunció al sacerdote Santiago González Alba, un párroco de Sevilla, acusándole de vulnerar el Art. 510 del Código Penal. La denuncia fue archivada, igual que han sido archivadas hasta la fecha todas las denuncias presentadas por grupos LGTB contra obispos que no cometieron otro “delito” que discrepar de la ideología de los denunciantes.

De hecho, Colegas -el grupo gay que promueve el citado observatorio- recibió en 2014 una reprimenta de un juez tras una denuncia contra el Obispo de Málaga, denuncia archivada por el magistrado al señalar que el prelado se encuentra amparado por la libertad de expresión y libertad religiosa». El juez incluso cuestionó la veracidad de la denuncia: «No se tiene certeza de que la versión aportada se ajuste a la realidad».

Espero que HazteOir.org emprenda acciones legales contra el citado Observatorio, en vista de su propensión a emprender cazas de brujas contra todo el que discrepa de sus planteamientos, sirviéndose de acusaciones falsas y difamaciones para desprestigiar a los denunciados.

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