Hace unos días, varios medios de comunicación italianos informaban que la mayor causa de muerte entre la comunidad LGTBI es debido a los prejuicios de la comunidad antigay; además apuntaban a que «el gran estigma social que sufren los gais aumenta el riesgo de suicidio». Los datos en los que se han apoyado los medios italianos pertenecen a un estudio realizado en 2014 por el famoso profesor Mark Hatzenbuehrer, de la Universidad de Columbia.
En el estudio, Hatzenbuehler asegura que quienes se oponen al matrimonio homosexual no tienen en realidad la «intención de herir a las personas», pero sentencia que «en una serie de estudios que mis compañeros y yo hemos llevado a cabo, hemos demostrado que las políticas concernientes al matrimonio entre personas del mismo sexo influyen en la salud mental y física de las personas LGBT«.
Regnerus ha refutado el estudio original: «Es tan sensible a las decisiones subjetivas de medición que hay que considerarlo poco fiable»
Sin embargo, se ha demostrado que los resultados de este estudio no son ciertos. Según publica el medio Religión en Libertad, Mark Regnerus otro profesor en este caso de la Universidad de Texas, ha intentado hasta en 10 ocasiones obtener los mismos resultados que Hatzenbuehler utilizando los mismos datos exactos, pero sin conseguirlo.
Regnerus ha concluido que “el estudio original es tan sensible a las decisiones subjetivas de medición que hay que considerarlo poco fiable«.
Según explica el profesor de la Universidad de Texas, la recogida de datos en los que se ha basado el autor del estudio original tenía graves carencias metodológicas (las preguntas planteadas no eran las mismas cada año).
Regnerus ha asegurado que «ninguno de los efectos del estigma social sobre la mortalidad de las minorías sexuales es estadísticamente significativo».
Mientras que el estudio original está siendo utilizado por la comunidad LGTBI el estudio de Regnerus ha recibido mucha menos atención
La refutación de esta investigación por parte del estudioso norteamericano ha sido un duro golpe para los activistas LGBT.
Y como era previsible, la investigación de Hatzenbuehler ha sido aceptada y utilizada como propaganda por el ‘establishment’ de los medios de comunicación, alimentando la desinformación ya existente en relación al tema de la homosexualidad, mientras que la refutación de Regnerus ha recibido mucha menos atención.
La violencia homosexual
En 2014, el doctor Delaney Skerrett dirigió un equipo de investigación del Australian Institute for Suicide Research and Prevention que descubrió que una de las causas principales de suicidio entre lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y personas intersexuales no era en absoluto la homofobia y el estigma social, sino el altísimo índice de conflictos domésticos con la respectiva pareja (claramente más elevado que el correspondiente a las parejas hombre-mujer).
Las personas homosexuales sufren índices más elevados de violencia doméstica que las heterosexuales
De hecho, según otros estudios, las personas homosexuales sufren índices más elevados de violencia doméstica que las heterosexuales, y ésta podría ser la verdadera causa del alto índice de suicidios y de una vida cualitativamente peor en quien tiene tendencias homosexuales. Esconderlo es la verdadera discriminación hacia estas personas.
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