Therese Hargot
La sexóloga francesa Therese Hargot / L´amour a la place

Es una voz contra el relativismo y la ideología de género. Se llama Thérèse Hargot, es francesa y acaba de publicar Una juventud sexualmente liberada (o casi), un ensayo sobre la sexualidad en el mundo moderno frente a las ideas preconcebidas por la ideología feminista dominante.

Diplomada en Filosofía y Sociedad por la Sorbona de París, máster en Ciencias de la Familia y de la Sexualidad y sexóloga, Hargot se ha convertido en todo un fenómeno en su país por denunciar que aunque creemos haber sido liberados por la revolución sexual, «nunca como hasta ahora la sexualidad ha estado tan reglamentada».

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Hargot señala que la revolución sexual ha impuesto el culto a la prestación impuesta por la industria pornográfica y la ansiedad difundida por una moral higienista. En una entrevista concedida a Le Figaro y que recoge Religión en Libertad, asegura que «hemos pasado simplemente del deber de procrear al de alcanzar el orgasmo, es decir, del ‘no hay que tener relaciones sexuales antes del matrimonio’ al ‘hay que tener relaciones sexuales lo antes posible'».

El ‘momento justo’ para tener hijos

Para la joven sexóloga, lo que la revolución sexual ha implantado es que antes la norma la establecía la institución religiosa mientras que hoy lo hace la industria pornográfica. «La pornografía es el nuevo vector normativo en materia de vida sexual».

Además Hargot cree que antes de esta revolución las normas eran externas y explícitas, mientras que hoy se han interiorizado y son implícitas. «Ya no tenemos necesidad de una institución que nos diga lo que tenemos que hacer, pues lo hemos integrado muy bien nosotros mismos».

Por ello sistiene que «ya no nos dicen explícitamente cuándo tenemos que tener un hijo, pero todas hemos integrado muy bien el ‘momento justo’ para ser madres: sobre todo que no sea muy pronto y cuando las condiciones económicas sean buenas. Es casi peor: como nos creemos liberados, no tenemos conciencia de estar sometidos a normas«.

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