Alberto Bárcena: la exhumación de Franco es “contra la Monarquía y la religión”

Alberto Bárcena: "Están pidiendo la demolición de la cruz, no solo profanar la tumba de Franco. Quieren desacralizar una basílica, a lo cual llaman resignificar el monumento". Alberto Bárcena es el historiador que con mayor detalle y precisión ha estudiado el sentido y la realidad del Valle de los Caídos.

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Alberto Bárcena (Madrid, 1955), licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Historia Contemporánea de España por la Universidad San Pablo CEU de Madrid, dedicó su tesis doctoral a la investigación sobre el Valle de los Caídos. Siete años de trabajo en los documentos originales del archivo institucional del Valle le han convertido en la voz más autorizada en esta materia.

A las puertas de una nueva recesión que ya nadie niega, de una nueva avalancha independentista en Cataluña y la cuarta repetición de elecciones generales en 2 años,  el gobierno socialista de Pedro Sánchez ha elevado a la categoría de urgente prioridad la exhumación de los restos mortales de Francisco Franco.

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Ante semejante hito histórico, calificado por la vicepresidenta Calvo como “broche de oro de un ciclo democrático inigualable”, Actuall contacta con uno de los más reconocidos expertos en la construcción y gestión del Valle de los Caídos en busca de respuestas y cordura.

¿Existió violencia previa al alzamiento nacional o es un mito para justificar el golpe de estado de 1936?

Violencia existió desde la propia proclamación de la Segunda República. El 11 de mayo del 31, no hacía un mes de la proclamación del nuevo régimen, ya se produjo la quema de conventos en Madrid sin que el gobierno moviera un músculo. Hacia las cuatro de la tarde de ese mismo día la anarquía era tal que se declaró el estado de guerra.

Ya la propia constitución de 1931 contemplaba un escenario político totalmente contrario a la Iglesia, que según la mentalidad republicana (y en eso estaban de acuerdo todos) era el gran problema de España.

Con la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas de 1933 se consolidó lo que estaba previsto en la Constitución: la Compañía de Jesús fue expulsada y las demás órdenes fueron sometidas a una inspección absoluta por parte del Estado. Desde entonces no pudieron dedicarse a la enseñanza. Sacar de la enseñanza a la Iglesia a la primera oportunidad de hacerlo fue su gran victoria, para forjar, como decía León XIII, “unas generaciones tal y como quieran forjarlas”. También Pío XI en la encíclica Dilectísima Nobis (“Queridísima Nuestra”),  dirigida a España, y en la que, ya en 1933, está denunciada la persecución religiosa que sufre la Iglesia española.

Un miliciano se burla del cadáver profanado de una monja durante la Guerra Civil española

¿Se trató de una escalada de violencia mal gestionada por la jerarquía de la República o fue un proceso dirigido y orquestado desde las propias instituciones?

La Segunda República nació de un golpe de estado. En primer lugar, el golpe de estado fallido conocido como el pronunciamiento de Jaca, para el que se habían unido grupos de republicanos, como son la izquierda jacobina y la izquierda marxista. Posteriormente, lo volvieron a intentar gracias a la absolución que se les ofreció, a pesar de que habían matado gente; como al propio gobernador militar de la plaza de Huesca.

«La soledad del Rey era absoluta. Pero el pueblo todavía estaba con él«

En seguida se convocaron elecciones municipales para ir normalizando la situación, y ellos supieron convertirlo en un pseudoreferéndum en relación a la Monarquía o la República. De hecho proclamaron la República el 14 de abril, consumando el golpe de estado, a pesar de que las candidaturas republicanas perdieron abrumadoramente las elecciones. Solo ganaron en las zonas urbanas.

¿Estuvo la Monarquía a la altura del desafío republicano planteado en San Sebastián?

Alfonso XIII  ya habla de abdicar en 1927 porque la lucha entre las dos Españas, liberales y conservadores, que se habían estado disputando el poder a lo largo del sistema de la restauración, se recrudeció de forma alarmante. El turnismo se quiebra cuando asesinan a Cánovas y muere Sagasta. En ese momento comienza una lucha a muerte entre los partidos dinásticos de manera que el partido liberal, que es un partido revolucionario y visceralmente anticlerical, se radicaliza. El sistema fracasa en dos puntos tan vitales como son la Guerra de Marruecos y el orden público y condena a España a la Dictadura de Primo de Rivera.

Sin embargo, esta dictadura puso de acuerdo a todas las facciones sociales. Es más, el socialista Largo Caballero fue ministro de Trabajo de la dictadura, lo que aprovechó para extender las estructuras de la UGT por toda España.

Para Alfonso XIII llega un momento en el que, después de la renuncia y exilio de Primo de Rivera, no encuentra ni los mecanismos ni las persona para intentar recuperar la normalidad anterior. ¿Por qué? Porque la clase política postergada durante los siete años de la dictadura no se lo perdona.

De hecho, llega al extremo de encargarle formar gobierno a  los presos del golpe de estado contra su propia persona; contra la Corona. La soledad del Rey es absoluta. Pero el pueblo estaba todavía con él, porque cuando se hizo el recuento definitivo de los votos quedó en evidencia que la izquierda había ganado en las ciudades, pero que en el conjunto de España habían ganado abrumadoramente los monárquicos.

La persecución religiosa existió. Le planteo otros dos pilares del alzamiento: la persecución política y los nacionalismos independentistas. ¿Cuál de los tres pesaron más en la justificación del golpe contra el frente popular?

Fundamentalmente, la cuestión religiosa. Porque fue capaz de unir a todos los grupos implicados en el Alzamiento, en mayor o menor medida. No solo se sublevó el Ejército, sino también voluntarios; como los carlistas y el requeté tradicionalista. Desde el 31, muchos sectores sociales comprendieron que aquello no podía acabar bien, porque la Iglesia, estuvo perseguida desde el principio.

«El principal valedor de la legalidad republicana durante el golpe de estado de 1934 fue Francisco Franco, aunque no se diga»

En cuanto a Falange, por ejemplo, no puso tanto el acento en la religión como los tradicionalistas. Ellos ponían el acento claramente en la unidad de España. Porque de hecho la unidad de España estuvo amenazada en  las sublevaciones catalanas de 1931 y 1934 por la Generalitat, como la mayor parte de los militares que se unieron a Franco.

¿Y qué importancia tuvo la sublevación catalana de 1934?

En 1934 ya se vio lo que iba a pasar en el 36, y además se vio que aquel pacto republicano original había fracasado, porque el propio golpe se produce contra el gobierno republicano de Lerroux, que era considerado de centro en aquel momento. Se produjo en primer lugar un golpe de estado de carácter revolucionario, orquestado por el Partido Socialista y las organizaciones sindicales. Este golpe a la República fue aprovechado por la Generalitat para declarar la independencia. El golpe se saldó con 1500 muertos y el principal valedor de la legalidad republicana durante el golpe de estado de 1934 fue Francisco Franco, aunque no se diga.

Puede parecer contradictorio que fuera considerada centrista una persona que incitaba a la violencia contra la Iglesia, que llegó a decir “entrad en los conventos y levantad el velo de las novicias para elevarlas a la categoría de madres”. Ese era Alejandro Lerroux. En lo económico, era compatible con el centro derecho-derecha, pero en lo religioso era igual de radical que el Partido Socialista. Hay que entender el contexto. La tensión era insostenible y terminó de estallar en el 34, no en 1936.

«Equiparar el régimen del 31 con la concepción de la democracia que compartimos hoy en día es una aberración histórica; un error mayúsculo o una tergiversación abominable»

¿Es un hecho histórico contrastado la organización de fuerzas paramilitares y el tráfico de armas entre partidos políticos y organizaciones sindicales durante la Segunda República?

Es un hecho histórico irrefutable, tanto en torno al Movimiento Nacional, con la Falange y los requetés tradicionalistas, como en torno al PSOE, con el MAOC (Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas), donde el teniente Castillo participaba como instructor, y cuyo asesinato se utiliza como pretexto  para el asesinato de Calvo Sotelo.

En la Dehesa de la Villa de Madrid, donde ahora tomamos helados, era donde el MAOC se preparaba y se armaba para la guerra. Ya en el 34 Castillo se subleva junto a los revolucionarios de octubre, pero tampoco hubo problema porque la izquierda entera hizo causa común de liberar a los presos de Asturias, en cuanto recuperaron el gobierno. A pesar de todo lo ocurrido allí. A pesar de los muertos y el golpe contra el estado republicano.

¿Se puede hablar entonces de la República como un proyecto democrático fallido?

Sí. No fue una democracia liberal como la actual. Equiparar el régimen del 31 con la concepción de la democracia que compartimos hoy en día es una aberración histórica; un error mayúsculo o una tergiversación abominable.

No compartían en absoluto un proyecto de república. El que mejor lo explica es Largo Caballero: “Antes de la constitución de la república, nuestra obligación era traerla, pero asentado el régimen debemos hacer la revolución”. Se refiere a la imposición del marxismo mediante la violencia. La unión de centristas y revolucionarios en la Segunda República fue la unión de perros y gatos por un mismo hueso. Querían una república, pero una vez alcanzada, entre ellos también estalla una guerra interna.

«Lo que Franco piensa al hacer ese monumento es hacer un lugar de enterramiento y homenaje a los caídos. A todos los caídos»

Una vez ganada la guerra, ¿Con qué significado y por qué motivo proyectó Franco la construcción del valle de los caídos?

Cuando Franco tiene la idea de construir el Valle, con el decreto que redacta en 1957, por el cual nace la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, dice claramente que los lustros trascurridos desde el final de la guerra y la convivencia pacífica entre españoles avala el carácter monumental en homenaje a todos los caídos de la Guerra Civil. Lo que él piensa al hacer ese monumento es hacer un lugar de enterramiento y homenaje a los caídos. A todos los caídos.

Lo importante es que él tiene muy claro que quiere elevar un monumento religioso para proteger a España en un sentido trascendente. Para poder reclamar la clemencia de Dios frente al mal en un sentido religioso. La función de la comunidad benedictina es rezar por los caídos y por España continuamente, a perpetuidad, y celebrar la Misa por ellos y por España a diario. Él está obsesionado con la paz, con que se recuerde el drama de la guerra y que se recuerde a los muertos.

Y otra cosa muy importante, de la que la izquierda ni la derecha quieren hablar, es de que se crea el Centro de Estudios Sociales, que es el edificio situado en frente de la abadía, y que según el decreto fundacional del 57, tiene por objeto “seguir al día la evolución del pensamiento social en el mundo, su legislación y realizaciones, recopilar la doctrina de los pontífices y pensadores católicos sobre la materia, mantener una biblioteca especializada en materia religiosa y católico social, y llevar a cabo la redacción y en su caso divulgación de aquellos trabajos que sobre materias sociales realizase el propio centro”.

¿Fue la religión católica un pilar del franquismo?

Como dijo Pio XII, durante el Franquismo se puso en práctica lo que la Iglesia pide a los gobernantes de todos los tiempos, que aplique los principios de la doctrina social de la Iglesia si es que son católicos. Que sean coherentes en la vida pública con sus creencias religiosas. A Franco se le concedió la máxima condecoración vaticana, la Orden Suprema  de Cristo. Que no se le da a cualquiera como usted puede comprender.

¿Por qué la tumba de un católico, que además ha recibido esa condecoración, ahora ha sido abandonada por la que debería ser su madre que es la Iglesia?

Esto se ha hecho sin prisa pero sin pausa. La labor de demolición del Franquismo comienza ya en la Transición. Primero se olvida su figura, el debate viene más tarde. Se van quitando las calles, como la avenida del generalísimo en Madrid. A partir de la transición cualquier juicio positivo hacia el franquismo desaparece y se legalizan los partidos del frente popular.

Los que habían combatido contra la Iglesia, y también contra Franco; el PSOE, que eso sí, renunció al marxismo porque se lo impuso la socialdemocracia alemana, pero también el comunismo, y con el comunismo las figuras más significadas en la persecución religiosa, como Santiago Carrillo (que es el protagonista principal del genocidio de Paracuellos) y la Pasionaria [Dolores Ibárruri].

¿Cree que esta cuestión importa tanto a los españoles como al Partido Socialista?

Yo creo que quien no tenga las ideas muy claras, incluso dentro de la propia derecha,  sobre lo que fue la Guerra Civil y el Franquismo, esta cuestión no es prioritaria. El problema del asunto es que nadie de los que vivieron el primer Franquismo -y sobre todo el cambio de la España del 36 a la de los 50 y 60- vive todavía para contarlo.

«¿Alguien cree que la cruz, la monarquía, y la religión católica se van a salvar de esta persecución?«

Especialmente la gente que está ahora mismo en política no lo ha vivido. No recuerdan lo que era aquello y lo que se les ha ido enseñando, es una versión opuesta a la verdad histórica. Por tanto, es muy fácil, ya que dentro del Partido Popular se llega a la condena del Franquismo. Y en materia social, porque de las crisis económicas se puede salir, pero de una crisis espiritual es mucho más difícil. Esa nueva evangelización de la que hablaba Benedicto XVI, ese grito de Juan Pablo II: “Europa sé tú misma” se produjo porque en los años 70 y 80 se vivía esa descristianización sistemática. Existe una degeneración profunda en todas las capas de la sociedad, hay miedo a salirse de la corrección política.

Francisco Franco y el futuro Rey Juan Carlos I

¿Cree que este tipo de posiciones ideológicas son antisistema actualmente?

Yo soy mucho más antisistema que la gente que se considera a sí misma alternativa. Al final se están convirtiendo en anormales muchas cosas de sentido común. El respeto a los muertos nunca podrá ser votado ni legitimado por una mayoría social. Es algo anterior. Es algo fundamental. A muchas personas que tampoco tienen porqué saber historia puede repelerles toda esta operación en su conjunto, quitando estos grupos que controlar y agitan ellos.

«Este golpe se dirige realmente contra la Monarquía y contra la Religión. Una vez Franco sea desacreditado la Monarquía está desacreditada»

Una conciencia rectamente formada, tiene que darse cuenta de que lo que está pasando contra la familia, contra los derechos fundamentales, contra la libertad religiosa y contra esta persona muerta hace más de 40 años; por más que no se la quiera reconocer es una cobardía y un abuso.  

Yo creo que muchos católicos, de izquierda y derechas, deben plantearse si esta cuestión es moralmente aceptable. Tienen que darse cuenta de que estas políticas, financiadas incluso con fondos públicos, son rechazables.

¿Esto se acaba con la exhumación de Franco? ¿Cerraremos por fin las heridas con este decreto?

No. ¿Alguien cree que la cruz, la monarquía y la religión católica se van a salvar de esta persecución? La religión católica ha sido presentada como cómplice del exterminio republicano por parte de Franco, la explotación de los presos en la construcción del Valle, etc. Yo hice mi tesis sobre el Valle y he leído a todos los autores que han manipulado el propósito y el proceso de construcción del Valle.

Este golpe se dirige realmente contra la Monarquía y contra la Religión. Una vez Franco sea desacreditado la Monarquía está desacreditada, porque hay una Ley de Sucesión y hay una Constitución desacreditada. La Ley para la Reforma Política aprobada por las Cortes de Franco sustenta la Transición.

Están pidiendo la demolición de la cruz, no solo profanar la tumba de Franco. Quieren desacralizar una basílica, a lo cual llaman resignificar el monumento. Qué triste que desenterrar a un muerto sea el ‘broche de oro del ciclo democrático’ [como dijo la vicepresidenta Carmen Calvo]. Una vez desacralizado el monumento, los benedictinos serán expulsados.

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