Los familiares de Francisco Franco portan su féretro en el Valle de los Caídos. /EFE
Los familiares de Francisco Franco portan su féretro en el Valle de los Caídos. /EFE

Los moderados son esos que te dicen que no creen que el Gobierno nos está llevando a la ruina y que apagan la tele en cuanto aparece Fernando Simón porque saben que miente como respira, y a continuación se quejan de la irresponsabilidad de los jóvenes que montan botellones en los parques.

Los moderados te aseguran que ellos no están de acuerdo con la ‘memoria histórica’, que a una tía abuela suya la violaron y asesinaron en un pueblo aragonés unos milicianos socialistas, pero que a Franco hay que sacarle de la tumba en que le colocó Juan Carlos I en el valle de los Caídos porque no era caído en la guerra y, además, una vez que se haga los rojos se calmarán.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Regla sin excepción: los moderados nunca aciertan.

Con el cadáver de Franco puesto bajo siete llaves en la tumba privada de su familia en el cementerio de Mingorrubio, Pedro y Pablo, en vez de calmarse, se han tomado unos carajillos y van a por el siguiente objetivo: demoler la cruz.

Carmen Calvo nos recordó que se ha cumplido un año de la victoria de los socialistas sobre un señor que se murió hace 45 años

Ya observó –cómo no- Nicolás Gómez Dávila, la izquierda carece de grandes hombres –y mujeres- porque se los niegan la naturaleza y la historia; por eso, su prensa ha de fabricárselos. Desde luego, si la mayor heroicidad que han realizado los socialistas desde que los mejores de entre ellos se rebelaron en marzo de 1939 contra el Gobierno de su compañero Juan Negrín, marioneta de los comunistas, ha sido vengarse de un muerto que en vida les dio una paliza, se cumple el aforismo del genial colombiano.

Tanto les ha gustado el chou que amenazan con celebrarlo todos los años. Carmen Calvo, cuya tesis y cuya plaza de profesora indican la putrefacción de la universidad pública española, escribió un tuit alegre y faldicorto en que se anunciaba el primer aniversario de la victoria sobre Franco.

“Hoy hace un año que el Gobierno hizo posible la exhumación del dictador del Valle de los Caídos. Ya no está en una tumba de Estado ni puede ser enaltecido.”

Bueno, en primer lugar el cadáver no yacía en una tumba de Estado, sino en el interior de una basílica de libre acceso y carecía de títulos de honor; en la lápida sólo aparecía su nombre. Después de esta corrección, vayamos a lo importante. El estilo permite temernos que en 2021 Calvo tuitee: “Hoy hace dos años que el Gobierno…”.

Junto a la Tomatina, la fiesta de Villalar y los días sin carne, las izquierdas celebrarán su fiesta de la victoria

El calendario laico va a incorporar, junto a la Tomatina, los días sin carne y sin automóvil, la fiesta de Villalar de los Comuneros, el aniversario del bombardeo de Guernica, el luto por los toros exterminados en las corridas y las reparaciones a los moros vejados por las fiestas de moros y cristianos, la Fiesta de la Profanación del Fascista Franco. Los progres se reunirán en plazas y parques y elevarán helicópteros de juguete entre aplausos y lágrimas.

Quizás hasta lo llamen la Fiesta de la Victoria. ¿No se creen los franceses que ellos contribuyeron a derrotar a las divisiones panzer de Hitler?

Como a los españoles nos queda algo de guasa, los rebeldes llamarán a esa fiesta el Día del Helicóptero o quizás el Día del Alzamiento.

Otra fiesta que nos van a obligar a celebrar va a ser la rendición de Alemania. El proyecto de ley de memoria democrática propone que se declare el 8 de mayo como día de recuerdo y homenaje a las víctimas del exilio como consecuencia de la Guerra Civil y la Dictadura. ¡El día de la rendición incondicional de lo que quedaba de Alemania en 1945!

Pedro y Pablo ya quieren que celebremos la rendición de Alemania, como si el Ejército Rojo hubiera tomado Madrid

¿Es que Franco también se suicidó en Berlín… o lo hizo en el Pardo? ¿Acaso desembarcaron en Cádiz los ‘marines’ o tomó Madrid el Ejército Rojo? ¡Menos mal que las tropas soviéticas no entraron en España, porque las españolas habrían sufrido la misma suerte que cientos de miles de polacas, alemanas, austriacas y húngaras: violaciones colectivas por la soldadesca de Stalin, ese benefactor!

Dentro de poco, los progres y rojos que se ponen en sus cuentas de Twitter el triángulo con que los nazis señalaban en los campos de exterminio a los prisioneros políticos creerán así que han combatido en la Segunda Guerra Mundial. Pero la molesta verdad es que España fue neutral, lo que perjudicó al Eje, y, además, salvó a docenas de miles de judíos de las cámaras de gas.

Se nos avecina un país en el que los Errejones, los Garzones y las Calvo nos contarán cuánto sufrieron para derrocar a Franco y luego nos pasarán la cuenta. Yo les perdonaría que cobrasen si al menos se estuvieran callados.

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