Los testimonios de los agentes policiales que han declarado en el juicio contra cinco miembros de Femen por boicotear la IV Marcha por la Vida del pasado 17 de noviembre de 2013 han desmontado su defensa.
Las feministas se enfrentan en este juicio a las denuncias por desórdenes públicos, resistencia a la autoridad y vulneración del derecho de reunión, por lo que todas se han comportado de forma impecable frente a la jueza y sólo han respondido a las preguntas de su abogado. No se han salido del guión.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPero tanto los testimonios de los policías como de los testigos presentes ese día en la marcha, han desmontado los cinco puntos principales de su defensa.
Primera excusa: Ir, enseñar y largarse
Durante su declaración, las cinco activistas han insistido en que las actuaciones de Femen «siempre son pacíficas» y que, con ese objetivo, sólo buscaban hacerse una foto en la Marcha por la Vida e irse, con el único fin de confrontar dos opiniones sobre el aborto.
Cuando la prensa ya tenía la buscada foto no se marcharon y continuaron gritando sus consignas
Pero el relato de todos los testigos, incluidos los policiales, apunta en otra dirección. Cuando las acusadas salieron de su escondite para boicotear la marcha lo hicieron con la prensa detrás, por lo que a los pocos segundos de quedarse con el pecho al descubierto, los periodistas ya tenían la imagen.
Sin embargo, la Policía dice que les costó mucho reducirlas, y que incluso cuando estaban ya detenidas y apartadas continuaron gritando sus proclamas, unos 20 0 30 minutos después de que hubiese comenzado todo.
Segunda excusa: «Reconfortadas» por la presencia policial
Insistían las Femen en que su intención no era otra más que proclamar su mensaje e irse, pero que «apenas dos o tres segundos después» de que las viesen, los manifestantes se abalanzaron sobre ellas.
Según la versión de las cinco acusadas, la Policía las apartó de la cabecera de la marcha para que no «terminasen con males mayores». Incluso, las feministas argumentaron que la presencia de los agentes uniformados les hizo sentirse «reconfortadas».
«Me hace gracia ese comentario», ha reconocido un policía que no estaba de acuerdo con la afirmación de la activista
Sin embargo, los testigos policiales han declarado que las acusadas «se resistían» y que tardaron alrededor de 20 minutos en lograr sacarlas de allí. «Daban codazos, se zarandeaban», dice uno de los policías, mientras que otro apunta que «hasta se tiraron al suelo».
Es más, uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, cuando se ha enterado durante la vista de que las cinco Femen afirmaban sentirse «reconfortadas», no ha podido evitar responder con sorna: «Me hace gracia ese comentario. No estoy de acuerdo».
Tercera excusa: «No agredimos a nadie»
«No agredimos a nadie, nos agarraron y nos protegimos, se abalanzaron sobre nosotras». Es otro de los argumentos esgrimidos desde la defensa, pero que a la luz de la declaración de una de las testigos, Sonsoles Zúñiga, ha quedado en evidencia.
Según la testigo, cuando vio a las componentes de Femen acercarse a la manifestación corriendo con los pechos al aire, quiso taparlas con una bandera para evitar que los ninos pequeños que estaban a su alrededor las viesen.
Zúñiga ha señalado que se limitó a sostener la bandera con dos dedos delante de las atacantes, sin tocarlas, previendo que si lo hacía pudieran luego denunciar algún tipo de agresión, aunque fuera ficticia.
Pese a sus buenas intenciones, la testigo se topó con la embestida de las feministas. Tanto es así que terminó con un codazo en las costillas por el que tuvo que acudir de urgencia a un hospital, donde un médico le realizó un parte.
Cuarta excusa: «No nos esperábamos esa reacción»
A pesar de que han reiterado que su intención era sólo ir, hacerse una foto (con el torso desnudo delante de menores) y marcharse para provocar un debate sobre el aborto, «no pensábamos que iban a provocar esa reacción».
Dicen los agentes que «embistieron la cabecera» corriendo y que iban gritando sus proclamas
Curiosa afirmación de una integrante de un grupo que sobrevive a base de provocar, exaltar y confrontar para salir en la portada de los medios de comunicación. Acciones pequeñas con muchas repercusión. Aunque por lo visto en esta ocasión no pensaban que les fuese a funcionar.
Contra este argumento de las Femen, los policías han reconocido que vieron a los padres nerviosos e «indignados», en especial por sus hijos. Y sobre todo, subrayaron los agentes en su declaración, que «embistieron la cabecera» corriendo y que iban gritando sus proclamas.
A pesar de todo, las acusadas alegaban que no imaginaban que nadie fuese a reaccionar.
Quinta excusa: «Nuestras protestas son siempre pacíficas»
Las Femen se definen con un movimiento pacífico, rechazan la violencia e insisten en que su protesta fue «una acción no violenta» que sólo pretendía «defender la ley Aído».
No consideran, por tanto, que su grupo sea violento. En este sentido, alegan que es la primera vez que se las juzga en España. Aunque es cierto, cabe recordar que las Femen sí tienen otra causa abierta en España, aún sin fecha para juicio, relacionada con dos activistas que se encadenaron al crucifijo del altar mayor de la Catedral de la Almudena con el lema “Altar para abortar”.
Por otro lado, aunque no hay causa judicial pendiente, es bien conocida su ‘presentación’ en el Congreso de los Diputados, cuando interrumpieron la sesión plenaria al grito de «aborto es sagrado» con el torso desnudo, descolgándose de las columnas del Hemiciclo y resistiéndose a los ujieres.
Fuera de España, Femen sí se ha visto ante los tribunales en más ocasiones. En Francia, nueve de ellas se sentaron en el banquillo por dañar las campanas de la catedral de Notre Dame. También en Túnez fueron juzgadas por atentados contra la moral.