Treinta y ocho familias de Noruega, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Lituania, Irak, India, Filipinas, Brasil, Rumanía, Turquía y Estados Unidos han firmado un escrito dirigido a las instituciones europeas, al Papa Francisco y a Naciones Unidas en el que acusan al Gobierno de Noruega de secuestrar a sus hijos al margen de la legislación.
Estas familias que han puesto en marcha la iniciativa Stop Barnevernet denuncian al servicio de “protección infantil”, Barnevernet. La función de esta entidad es convocar a agentes policiales para que se lleven a los ninos sólo por la decisión de una comisión de asuntos familiares llamada fylkesnemnda, según recoge Religión en Libertad.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl caso más reciente es el de la familia cristiana Bodnariu, de padre rumano y madre noruega, a los que se los ha arrebatado a sus cinco hijos después de que el director del colegio asegurará que los padres eran “demasiados cristianos”.
Una denuncia sin principios ni causas
En el escrito presentado por esta plataforma, los demandantes explican que “el escenario es siempre similar”. Y añaden que “primero se da una denuncia sin base. Los familiares, desconcertados, ven que se llevan a sus ninos por alguna razón incomprensible, y al principio colaboran con la autoridad, hacen lo que les piden. Siguen las recomendaciones de la Barnevernet de no resistirse, no dar publicidad al caso y esperan pacientemente a tener un encuentro con los ninos”.
Además aseguran que la comisión de asuntos familiares es el encargado de decidir el destino de los ninos tanto si volverán a ver a sus padres o si serán entregados en adopción de “forma forzosa”.
Para los familiares estas comisiones: “Son como un tren que no puede ser parado. Son capaces de falsificar documentos e informes de expertos. Tenemos evidencia firme de ello y podemos aportarla”.
Destruir los valores cristianos
En el texto que también va dirigido al Papa, los familiares añaden una reflexión sobre el valor de la familia en el cristianismo. “Noruega es un país basado en la herencia cristiana. Esta herencia cristiana está ahora gravemente amenazada por la tendencia a ignorar lo que significa ser familia, como unidad y como individuos, así como en la sociedad. Se destruyen familias inocentes por ‘cometer’ actos contra el ‘bienestar’ infantil que nadie consigue definir. Muchas familias viven con miedo”.
Por otra parte, los denunciantes reprochan que en la mayoría de los casos, los ninos son acogidos por familias noruegas, nunca de su propia etnia, obligándoles, por ello, a perder la lengua materna extranjera.
En este sentido, para muchos de los padres el objetivo es “noguerizar” radicalmente a los ninos de familias mixtas o extranjeras, por razones demográficas o de extremo nacionalismo étnico. Sin embargo, otros sospechan que tiene ver con motivos económicos.
Incluso muchas familias, especialmente cuando ambos son noruegos, tienen miedo a denunciar por el abuso de la Barnevernet porque la administración les ha amenazado: “Si armáis alboroto, si acudís a la prensa, demostraréis que no sois buenos padres y no podremos devolveros a vuestros hijos”.
Manifestaciones en más de 10 ciudades europeas
El pasado 30 de mayo se llevaron a cabo manifestaciones ante la embajada noruega de diez capitales europeas, así como en ciudades noruegas para denunciar este asunto. Los manifestantes aseguraban que los secuestros de ninos se realizan sin dar razones, o por razones absolutamente menores: un supuesto cachete al nino, un colegio que asegura que el nino traía poca comida a la escuela, alguien que declara a la Barnevernet que al nino se le veía triste o un director que dice que sus padres son «demasiado cristianos».