
Se trata de la última ‘gracia’ del líder político del Movimiento 5 estrellas, un partido de extrema izquierda que bien podría equivaler a Podemos en España. Al finalizar la actuación de su último espectáculo, Beppe Grillo ofreció grillos liofilizados a miembros de su partido diciendo «este es mi cuerpo».
Después de comenzar la gira de este «show» llamado «Grillo vs Grillo» con un interés bastante pobre (sólo 800 asistentes de 1.800 posibles) este cómico genovés tiró de blasfemia para cerrar su acto, un recurso utilizado muchas veces como publicidad ante la falta de repercusión.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora«¿Estáis listos para recibir mi cuerpo?» fue la pregunta que formuló el político antes de simular que daba la ‘comunión’
«¿Estáis listos para recibir mi cuerpo?» fue la pregunta que formuló el político de extrema izquierda antes de simular que daba la ‘comunión’ a sus seguidores. Como por ejemplo el senador Alberto Airola o a la candidata a la alcaldía de Turín.
Indignación en Italia
En Italia, país de mayoría cristiana, la blasfemia de Grillo ha levantado mucha polémica e indignación entre la poblacion en general y en la clase política en especial, incluidos los partidos de izquierdas que cuentan entre sus filas con personas católicas. Por ejemplo, Lorenzo Guerin, vicesecretario del Partido Democrático (PD) no tardó en decir que Grillo «ha hecho una parodia blasfema; debe pedir excusas y avergonzarse», según recoge ABC.
Luca Lotti (PD), hombre de la máxima confianza del primer ministro italiano, declaró que «como padre me pregunto si es justo ironizar sobre lo que para mí es un sacramento. Como ciudadano me pregunto cómo pueden ser creíbles estos señores que están reduciendo la política a un teatrillo».
También mostraron su indignación el senador Stefano Esposito, quien llamó a Grillo jefe de «una secta peligrosa», y el diputado Andrea Romano, que lo calificó de «santón de una secta».
Payaso por vocación
Payaso de profesión, Grillo saltó a la política, y a la fama fuera de Italia, en 2009 con la creación del partido Movimiento 5 Estrellas, una formación política que se define como una «libre asociación de ciudadanos» ecologista, anti-euro y parcialmente euroescéptico.
Pero su notoriedad en el país transalpino se disparó en 2004, cuando lanzó su blog Beppegrillo.it con la ayuda del empresario Gianroberto Casaleggio, quien ha fallecido este mismo martes a los 61 años de edad.
Su éxito fue brutal, y en poco tiempo se convirtió en el blog más leído de Italia. Ahí aprovechó para realizar cientos de pruebas hasta dar con la tecla de como canalizar el descontento de la gente con la política que según pasaban los años no paraba de crecer.
Llegó 2007 y comenzó su carrera. Lanzó el conocido como el Vaffanculo-Day (se podría traducir como el ‘día de vete a tomar por el culo’, sic) con el que quería influir en los políticos para introducir en la ley la prohibición de presentarse al Parlamento a aquellas personas que tengan condenas penales o para los que ya hubiesen completado dos mandatos.
Pero se convirtió más en una demostración de fuerza. La suficiente para terminar creando su propio partido.
Nació con la idea de que no existe ni derecha ni izquierda, sólo ideas buenas o estúpidas
Nació con la idea de que no existe ni derecha ni izquierda, sólo ideas buenas o estúpidas, e intentaron atraer a gente de todo tipo de ideología, al igual que hizo Podemos al principio.
Grillo crítica constantemente a los medios de comunicación, es más, suele decir que sólo es verdad lo que no sale en televisión. Su lenguaje es soez, está plagado de insultos y sus medidas suelen ser de carácter populista, como la bajada de sueldos de sus miembros, introducir la renta básica para la ciudadanía o reducir la jornada laboral para combatir el paro.
De hecho el partido de las cinco estrellas debe su nombre a las que considera sus políticas fundamentales: agua pública, transporte, desarrollo, conectividad y medio ambiente.
A principios de este año Beppe Grillo anunció que se iba a retirar de la política y que retornaba a los escenarios, su auténtica vocación, desde donde tiene mayor libertad para criticar el sistema, o como en este caso, las creencias de la gente, aunque por ahora tiene más éxito entre los votantes que entre los espectadores.