El Ayuntamiento de Pamplona recibió durante los meses de noviembre y diciembre más de 30.000 correos electrónicos, además de unas 350 llamadas y mensajes que pedían la retirada de la exhibición blasfema de Abel Azcona.
Sin embargo, la Comisión de Reclamaciones y Sugerencias sólo recoge 150 quejas sobre la exposición. Esta delegación, que preside Aritz Romeo (Bildu), admite que el motivo por el que sólo tienen constancia de este número tan reducido de mensajes es porque son ‘mensajes idénticos’, a pesar de que pertenecen a personas distintas, y por ello, no los han incluido en el listado oficial.
El Consistorio ha reconocido que las quejas han aumentado en un 55,5% con respecto al mismo periodo del año pasado, pero prefiere omitir el hecho de que estas quejas sean similares. El Ayuntamiento ya ha respondido a estas quejas, y en el caso de la muestra de Abel Azcona, explica que «la mayoría de los grupos políticos, elegidos democráticamente, tomó la decisión de mantener abierta la exposición. La magistrado del Juzgado nº 1 rechazó la medida cautelar de clausura».
A las quejas que recibió el Ayuntamiento de Pamplona, hay que sumar las más de 40.000 firmas recogidas por HazteOir.org por considerar que esta exposición se trataba de un ataque directo contra los cristianos.
El autor de la muestra se dedicó a robar formas consagradas de distintas iglesias para arrojarlas al suelo y presentar luego este hecho como una obra de arte, a la que llamó «Amén». Este individuo se fotografió mientras lo hacía y las colgaba en sus redes sociales para darse publicidad.
A pesar de que el Ayuntamiento ha obviado las miles de quejas de los ciudadanos, tanto el autor de la pieza, Abel Azcona, como la concejala de cultura, Maider Beloki, serán investigados por un presunto delito reiterado de profanación y otro contra los sentimientos religiosos.
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