
Los ataques contra el arzobispo cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, por su homilía en la que criticaba la ideología de género han sido continuos, brutales y desde todas las direcciones.
El último de ellos acaba de salir a la luz porque ahora había pasado desapercibido. Y es que en las cartas privadas que Cañizares envió al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y a la vicepresidenta, Mónica Oltra, había más de lo que se ha publicado.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPara empezar, alguien las filtró a la prensa, pues su contenido era privado y no existe ninguna confirmación o nota de prensa sobre las mismas. Pero resulta que no se filtró toda la carta, sino sólo una parte, aquella en la que Cañizares dice que las acciones de Puig y Oltra le recuerda a los tiempos del franquismo.
El arzobispo invitó a Ximo Puig a la inauguración del nuevo museo de Valencia
No que no se filtró es que el purpurado pedía diálogo a todas las partes para resolver la polémica, tender puentes y aclarar los malentendidos. En concreto, el arzobispo invitó a Ximo Puig a la inauguración del nuevo museo de Valencia y a Mónica Oltra a almorzar en el palacio episcopal, según publica este jueves Religión Confidencial.
Denuncias y reprobaciones
Este es el último ataque pero no el único. Por decir «imperio gay» durante una homilía el prelado ha sido demandado por varias organizaciones, como Red Española de Ayuda al Refugiado o el colectivo gay Lambda.
Estas mismas organizaciones también han pedido que Cañizares se disculpe con una homilía a favor de la diversidad sexual, y han pedido al Papa Francisco que repruebe la actitud del cardenal.
Desde el gobierno de Valencia quisieron también tomar medidas contra el purpurado y el PSOE se puso en cabeza. Llevó a las Cortes Valencianas una propuesta para reprobar sus palabras, aunque esta fue rechazada por los votos en contra el PP.
Hazteoir.org sacó una alerta en la que precisamente pedía a los políticos que no votasen a favor de esa medida y en apenas 48 horas más de 50.000 personas la firmaron, toda una muestra de apoyo al arzobispo.