Los acusados de asaltar la iglesia de Sant Miquel / Jaume Morey
Los acusados de asaltar la iglesia de Sant Miquel / Jaume Morey

Los jóvenes condenados por el Tribunal Supremo por interrumpir una misa en Sant Miquel (Palma) en 2014 con consignas feministas han denunciado este jueves la «connivencia» entre la «supuesta Justicia española, la Iglesia Católica y el Estado».

Así se han expresado en declaraciones a los medios ante la parroquia palmesana en la que tuvieron lugar los hechos, después de conocer el fallo del Supremo -que confirma la condena de un año de prisión-, que no les ha «sorprendido».

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Además, han acusado al Tribunal de «anteponer la libertad de culto y religiosa ante la libertad de expresión».

Una portavoz de Alerta Solidària, Blanca Dolores, ha apuntado que que con esta acción «y otras que se llevaron a cabo en los ‘Països Catalans'»(sic) consiguieron «de alguna manera» frenar la reforma de la Ley del Aborto.

La portavoz también ha explicado que con la colecta de dinero no han recogido mucha cantidad pero en principio no habrá multa, si bien sí hay gastos «bastante elevados» por las costas, abogados y procuradores. No ingresarán en prisión, pero tendrán antecedentes.

«La acción de Sant Miquel ha conseguido demostrar la profunda connivencia entre administración e Iglesia, en un Estado supuestamente aconfesional», aseguran

«Ofensiva conservadora»

Dolores y otra portavoz del Grupo de Apoyo a las ‘Feministes encausades’, Aina Tur, han leído un manifiesto en el que aseguran que su acción en Sant Miquel se produjo en «el contexto de una ofensiva conservadora» contra el aborto.

Además, han acusado a la Policía de «poner en marcha sus mecanismos represivos» con detenciones «escalonadas» de los activistas, todos miembros de Arran, para buscar «un efecto atemorizador», informa Europa Press.

Sin arrepentimiento

Asimismo, han destacado que se han «mantenido firmes a lo largo de todo el proceso» sin mostrar «el arrepentimiento que tanto deseaba el obispado», que ofreció retirar la acusación si los jóvenes admitían que habían actuado mal.

«La acción de Sant Miquel ha conseguido demostrar la profunda connivencia entre administración e Iglesia, en un Estado supuestamente aconfesional», han criticado las portavoces, que han agradecido la «solidaridad recibida».

Irrupción en un templo mientras se celebraba misa

Los hechos tuvieron lugar en 2014, cuando los cinco jóvenes condenados interrumpieron una misa en la iglesia de Sant Miquel con una protesta contra la reforma de la Ley del aborto.

Según queda probado la sentencia, un grupo de 30 personas, en el que estaban los acusados, entró en la iglesia mientras se celebraba una misa. Una vez dentro, avanzaron en por el pasillo hasta aproximadamente la mitad, gritando al unísono y repetidamente «aborto libre y gratuito» y «fuera los rosarios de nuestros ovarios».

El personal de la iglesia y los feligreses formaron una barrera y extendiendo los brazos y las manos, consiguieron hacer retroceder hasta la salida al grupo, que continuó gritando sus consignas.

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